El láser de infrarrojos en el córtex cerebral potenciaría la memoria

Ensayos en pacientes con patología psiquiátrica evalúan su utilidad. La estrategia se enmarca dentro del nuevo campo de la fotomedicina.

Covadonga Díaz. Oviedo | dmredaccion@diariomedico.com | 20/07/2015 00:00

Francisco González-Lima, profesor en la Universidad de Texas. (covadonga díaz)

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La enzima citocromo oxidasa se perfila como una nueva diana terapéutica en neuroprotección no invasiva, ya que su estímulo a través del láser de infrarrojos sobre la corteza cerebral aumenta la oxigenación del cerebro, consiguiendo un incremento de la memoria, la atención sostenida y las funciones ejecutivas en pacientes depresivos.

Así lo refleja un estudio llevado a cabo por el Departamento de Psicología y el Instituto de Neurociencias de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, cuyos resultados han sido presentados por el profesor Francisco González-Lima, de dicho centro, en el I Congreso Internacional de Psicobiología. La reunión, celebrada en Oviedo, ha estado presidida por Nélida María Cornejo Jiménez, profesora del Departamento de Psicología y del Instituto de Neurociencias y Psicobiología del Principado.
Se trata de una metodología nueva basada en la utilización de un láser con una longitud de onda infrarroja de baja intensidad pero de alta densidad de energía.

La enzima citocromo oxidasa se perfila a partir de estos ensayos como una nueva diana terapéutica para impulsar una neuroprotección no invasiva

Los primeros estudios con este láser de infrarrojos se realizaron en ratas, a través de un modelo en el que se comprobó la posibilidad de hacer llegar la luz del láser de forma no invasiva, transcraneal, hasta la corteza cerebral.
El láser de infrarrojos aplicado de esta forma aumenta la oxigenación del cerebro, al ser absorbida la luz por una enzima, en concreto, la citocromo oxidasa, que es así "acelerada, sobreestimulada y sobrerregulada, incrementando la producción de energía química y la oxigenación del cerebro", ha explicado Francisco González-Lima.
Tras experimentar con ratas, los estudios en población humana joven y sana comprobaron que el incremento de la citocromo oxidasa estimulada con el láser se relacionaba con un aumento de la memoria de trabajo, la atención sostenida y la función ejecutiva.

"A continuación desarrollamos un estudio sobre individuos con síntomas depresivos y comprobamos cómo mejoraba su capacidad cognitiva y de resolución de problemas, de modo que reaccionaban al ser tratados con el láser igual que los controles sanos", ha indicado este especialista.

"Ahora hemos estado trabajando con pacientes con ansiedad, utilizando el láser como adjunto a psicoterapia, y hemos comprobado que así se refuerza la memoria terapéutica, de modo que aprenden de forma más efectiva que aquello que les provoca miedo no les causa daño, lo cual puede ser de interés, por ejemplo, en pacientes claustrofóbicos".
El siguiente paso será comprobar los efectos en personas sanas envejecidas para evaluar los efectos de la aplicación transcraneal del láser de infrarrojos en este sector de población. "Para ello trabajaremos con dos grupos: de 45 a 65 años, y a partir de esta edad", ha avanzado González-Lima.

Sin efectos secundarios
Este experto señala que en ensayos previos no se ha registrado ningún efecto secundario adverso y que el uso del láser de infrarrojos está autorizado por la FDA para el abordaje de dolor de espalda y de la artritis, "aplicándose en estos procesos unas intensidades cuatro veces superiores a las que nosotros utilizamos, porque es mucho más fácil que la luz atraviese la frente y estimule el cerebro".

González-Lima ha indicado que esta metodología forma parte de un nuevo campo en el área de la medicina como es la fotomedicina, "a la que nosotros estamos contribuyendo con la propuesta de esta nueva diana terapéutica que se perfila como útil en neuroprotección no invasiva".