MAYOR SUPERVIVENCIA AL CANCER DE MAMA
Un esquema terapéutico añade supervivencia en mama HER2 negativo
En aquellas pacientes que muestren un resultado insuficiente a la terapia hormonal, cuyo cáncer se denomina agrevisvo, la quimioterápia resulta vital.
Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 27/07/2015 00:00
La terapia de mantenimiento con la combinación del antiangiogénico bevacizumab y la quimioterapia capecitabina puede suponer un aumento significativo de la supervivencia en las mujeres con cáncer de mama avanzado HER2 negativo.
Si bien las pacientes con este tipo de tumor y receptores hormonales positivos se pueden asociar a un buen pronóstico, hay un grupo de ellas que mostrarán un respuesta insuficiente a la terapia hormonal. Estas enfermas, junto a aquéllas con tumores triple negativo (sin receptores para estrógenos, progesterona ni HER2), se incluyen en un grupo que sufre lo que se ha denominado cáncer de mama agresivo, todo un reto terapéutico.
En esas pacientes, la quimioterapia tiene un papel esencial. Es el caso de las que presentan el bien conocido fenotipo triple negativo, pero también aquéllas que tienen receptores hormonales positivos y en las que las hormonas no alcanzan el control esperable, o bien tienen gran carga tumoral o con localizaciones específicas de mal pronóstico, tales como enfermedad hepática, recuerda Angels Arcusa, jefe del Servicio de Oncología del Hospital de Terrassa.
Arcusa es una de las investigadores del ensayo internacional Imelda, en el que han participado ocho hospitales españoles, y que ha mostrado que la combinación del antiangiogénico bevacizumab y el quimioterápico capecitabina aporta más de un año de vida a las pacientes con cáncer de mama metastásico HER2 negativo. El estudio incluyó a pacientes con ese tipo de tumor mamario, que presentaban una lesión que pudiera medirse para establecer evaluación de respuesta y, de forma importante, cuyo estado general de salud fuera relativamente bueno. En ellas se comparó el beneficio de mantener bevacizumab con capecitabina frente al antiangiogénico en monoterapia. Las pacientes habían recibido un tratamiento inicial previo basado en bevacizumab con un taxano. La combinación mejoró el control de la enfermedad, lo que supuso triplicar la supervivencia libre de progresión de las enfermas (11,9 meses de mediana en las que recibieron la terapia combinada y 4,3, en el grupo de bevacizumab solo).
Arcusa destaca que atendiendo a los datos todas las mujeres con HER2 negativo, y en es especial las de tumor triple negativo, que vayan a recibir quimioterapia en primera línea son candidatas a beneficiarse de la estrategia de mantenimiento con bevacizumab y capecitabina.
Menos recurrencia gracias a la radioterapia ganglionar
La radioterapia aplicada a los ganglios linfáticos axilares no aumenta la supervivencia, pero sí reduce las recurrencias del cáncer de mama, según muestra un estudio que publica esta semana The New England Journal of Medicine. El trabajo, llevado a cabo a lo largo de 14 años por el grupo de Tim Whelan (Universidad McMaster, en Hamilton), ha recabado datos de más de 1.800 pacientes en Norteamérica y Australia. En el ensayo se analizaron a mujeres con tumor de mama y ganglios linfáticos positivos o bien negativos pero con alto riesgo de mal pronóstico. "Mostramos que la radioterapia adicional es beneficiosa", precisa Whelan.
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