Una guía dicta la rehabilitación para afasia en habla hispana

La Universidad de Sevilla, la Autónoma de Puebla y el Centro de Rehabilitación Crecer son los artífices de una metodología que se individualiza para cada paciente y se ha adaptado al español.

Carmen Cáceres. Sevilla | dmredaccion@diariomedico.com | 30/05/2013 00:00

José León-Carrión y María del Rosario Domínguez

José León-Carrión, investigador y catedrático de Neuropsicología de la Universidad de Sevilla, y María del Rosario Domínguez, directora médico del Centro Crecer. (Carmen Cáceres)

En el mundo, 3.000 personas de cada millón de habitantes padecen afasia, por lo que se estima que en España hay entre 150.000 y 300.000 pacientes, la mayoría de ellos como consecuencia de un daño cerebral. Las dos afasias principales son la motora -déficit para poder pronunciar y expresarse oralmente- y la sensorial -déficit para entender lo que se escucha-. José León-Carrión, catedrático de Neuropsicología de la Universidad de Sevilla, junto al Centro de Rehabilitación de Daño Cerebral Crecer, de Sevilla, y la Universidad Autónoma de Puebla (México), han participado en una investigación para recuperar la posibilidad de comunicarse de estos pacientes.

Su tratamiento requiere una alta especialización por parte del neuropsicológo y del logopeda. "Primero hay que conocer las características neuropsicológicas y médicas del paciente", explica María del Rosario Domínguez, directora médico del Centro Crecer. Una vez superada esa etapa, es importante entrar lo antes posible en la etapa de rehabilitación de la afasia y de la sintomatología que la acompaña

La intervención rehabilitadora dependerá de la comorbilidad del enfermo y de si tiene otros trastornos asociados (de memoria, emocionales...). "Hablamos de afasia en personas que han sufrido una lesión cerebral adquirida; por tanto, su terapia depende de la lesión original en el cerebro y de la causa, pues no es lo mismo la implicación de una afasia en una persona con un accidente cerebrovascular que con un traumatismo craneoencefálico", ha señalado.

Ambos aconsejan iniciar la rehabilitación al alta hospitalaria para obtener los mejores resultados. De hecho, entre el 60 y el 80 por ciento de los pacientes consiguen recuperarse a los seis o doce meses de la rehabilitación.

Manual en español
Tras doce años de investigación y estudio -donde empezaron a analizar científicamente los casos y a obtener conclusiones-, los investigadores fueron diseñando diferentes metodologías y líneas de trabajo según cada tipología de afasia. El resultado final ha sido la publicación del primer manual científico en español sobre el diagnóstico y tratamiento de la afasia: Evaluación clínico-neuropsicológica de la afasia Puebla-Sevilla, dirigido a médicos, neuropsicólogos y logopedas de España y Sudamérica. También se ha diseñado un software para evaluar cada caso y, en menos de 45 minutos, realizar un diagnóstico y establecer la metodología que se le ha de aplicar a los afectados para corregir cada caso. El material se basa en imágenes y en pruebas interactivas.

"Vimos la necesidad de ayudar a los pacientes afásicos de habla hispana de manera más eficaz, ya que la mayoría de las pruebas que se utilizan en la rehabilitación provienen de la lengua inglesa; sin embargo, no podemos estudiar la fonética y la expresión lingüística de personas en español como si fueran inglesas", dice León-Carrión; es más, se debe hacer con un lenguaje expresivo y comprensivo en español.
Por ello, se han centrado en elaborar una buena herramienta diagnóstica para estudiar la especificidad del cerebro y ver qué circuitos neuronales están afectados. Además, esta metodología también indica cuáles no han sufrido daños pero no están funcionando porque el cerebro no ha requerido sus servicios.

En niños

Tras este estudio destinado a ayudar a pacientes con trastorno del lenguaje por traumatismos craneoencefálicos, ictus, tumores o accidentes vasculares, el equipo de investigación de la Universidad de Sevilla y de la Autónoma de Puebla estudiará a los niños que padecen afasia y determinará la tipología oportuna y qué métodos hay que desarrollar para cada caso. Sin duda, es algo que resultará útil tanto a pacientes como a sus familias, especialmente en la etapa del desarrollo que es cuando suelen agudizarse estos casos.