LA ONU LAS INCLUYE EN SU AGENDA
Las resistencias antimicrobianas ya son amenaza mundial
La Asamblea de las Naciones Unidas ha incluido las resistencias antimicrobianas por primera vez en su agenda política como un problema que representa ya una amenaza mundial.
Laura G. Ibañes | 21/09/2016 11:26
La Organización de Naciones Unidas (ONU), que celebra esta semana su asamblea general, ha incluido en su agenda política por primera vez las resistencias antimicrobianas por representar ya una amenaza mundial, que trasciende al ámbito sanitario y requiere medidas coordinadas internacionalmente y de carácter político. La decisión de incluir en la agenda política de la ONU cuestiones sanitarias como ésta no es frecuente. De hecho, sólo ha ocurrido en tres ocasiones previas: el VIH, el abordaje de las enfermedades no transmisibles y el Ébola.
Y la conclusión a la que han llegado los 193 países miembros, tras reunirse este miércoles, ha sido la firma de un plan de acción para luchar contra las resistencias bacterianas que insta a los casi 200 países miembros a cumplir en el plazo de dos años tres compromisos claros: desarrpññar sistemas regulatorios y de vigilancia para el uso y venta de antimicrobianos tanto en seres humanos como en animales, promover la innovación y el desarrollo de nuevos antibióticos y sistemas de diagnóstico rápico, y educar tanto a la población como a los profesionales sanitarios sobre cómo prevenir las resistencias bacterianas.
Desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) se ha celebrado el acuerdo alcanzado. Su presidente, Rafael Cantón, ha afirmado al respecto que "este pronunciamiento cobra aún más importancia al estimaque que este año morirán 700.000 personas en el mundo por infecciones causadas por bacterias multirresistentes y que, de seguir así, en 2050, diez millones de personas fallecerán cada año, superando las muertes por cáncer".
Y es que, según los datos de la Seimc, el problema de las resistencias a los antibióticos, lejos de reducirse, sigue creciendo y se cobra ya 25.000 vidas al año en Europa por lo que requiere un abordaje coordinado entre países.
Jaime Esteban, vocal de de la Seimc y jefe asociado del Servicio de Microbiología Clínica del Hospital Fundación Jiménez Díaz, de Madrid, explica que "se ha entendido por fin que combatir las resistencias requiere medidas que trascienden el ámbito sanitario, como acciones educativas para la población y controles veterinarios sobre el uso de antibióticos en animales; el problema afecta a cuestiones medioambientales, y precisaría apoyo a la industria para el desarrollo de nuevos antibióticos, etc. Pero sobre todo, precisa coordinación y movilización de recursos supranacionales para combatirlas".
Esteban reconoce que la decisión de la ONU de incluir en su agenda política la lucha contra las resistencias antimicrobianas tardará en concretarse en medidas palpables, "pero es un paso muy importante para que cada Gobierno adopte medidas y para que empiecen a movilizarse recursos supranacionales para evitar el mal uso y el abuso de antibióticos en algunos países pero también las dificultades de acceso en otros". Y en su opinión es además urgente que empiecen a gestarse esas medidas pues "las campañas de educación sobre el buen uso, la mejora de la adecuación en la prescripción y, por supuesto, la investigación de nuevos antibióticos por la industria no obtienen resultados a corto plazo y si no se actúa ya el problema se va a agravar y no podremos tratar a los pacientes".
En el caso de España el portavoz de la Seimc valora los esfuerzos que se han hecho en los últimos años con la implantación de los Programas de Optimización del Uso de Antimicrobianos (Proas), el desarrollo de protocolos en atención primaria y las campañas de concienciación, "pero precisamente porque los resultados se ven a largo plazo seguimos siendo uno de los países con tasas más altas de resistencias y, todavía, con tasas de consumo hasta un 48 por ciento superiores a las de otros países como Alemania".
Teniendo en cuenta esta situación, la Seimc ha hecho público un decálogo de actuaciones para combatir las resistencias, que incluye las situientes recomendaciones:
- Convertir el uso adecuado de los antibióticos en la medicina, en la ganadería y en la agricultura en un estándar de calidad prioritario.
- Hacer obligatorios los Programas de Optimización de Uso de Antibióticos (PROA) como programas de calidad asistencial basados en la formación en los hospitales y en atención primaria, y dotarlos de los medios necesarios.
- Dotar con los recursos necesarios a los servicios/laboratorios de Microbiología para la detección de las resistencias bacterianas, creando pruebas de diagnóstico rápido y estudios de sensibilidad.
- Disponer de información en tiempo real de los indicadores clave en consumo de antibióticos, resistencias bacterianas y en sus consecuencias clínicas.
- Impulsar los programas multidisciplinares de vigilancia, prevención y control de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria junto a los de uso apropiado de los antimicrobianos, a semejanza del Programa Pirasoa de Andalucía y de programas similares en Cataluña.
- Crear la especialidad de enfermedades infecciosas y mantener la formación actual de los microbiólogos.
- Educar a los ciudadanos, desde la escuela a la universidad, en el buen uso de los antibióticos.
- Impulsar el desarrollo de nuevos antibióticos, participando en los ensayos clínicos y agilizando su incorporación a la práctica clínica. Investigar con los antibióticos disponibles para mejorar su eficacia y seguridad.
- Investigar en otras medidas, no antibióticas, para la prevención, control y tratamiento de las infecciones por bacterias multirresistentes.
- Optimizar las tasas de vacunación, particularmente frente a la gripe, de los profesionales sanitarios y de los ciudadanos.
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