Anuncio de seguridad
El 26 de abril, 2013, La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) advirtió al público que el medicamento anticonvulsivo Potiga (ezogabina) puede causar decoloración azulada de la piel (ver fotos en el Anexo 1) y anormalidades de los ojos caracterizadas por cambios en el pigmento de la retina. La FDA desconoce actualmente si estos cambios son reversibles. Todos los pacientes que toman Potiga deben hacerse un examen de los ojos que sirva de punto de comparación, seguido de exámenes periódicos de los ojos. La FDA está trabajando con el fabricante para recopilar y evaluar toda la información disponible a fin de lograr un mejor entendimiento de estos sucesos. La FDA actualizará al público cuando cuente con más información.
Los cambios en la pigmentación de la retina tienen el potencial de causar enfermedades graves de los ojos con pérdida de la visión. Aún no se sabe si los cambios en la pigmentación de la retina causados por Potiga producen un deterioro de la visión, pero varios pacientes han reportado una disminución en la agudeza visual, tal como reducción en la claridad o nitidez visual.
La decoloración de la piel en los casos reportados se presentó como pigmentación azul, predominantemente en los labios o alrededor de ellos, o en las uñas de las manos o pies, pero también se han reportado casos de decoloración más generalizada en la cara y piernas. También se ha observado decoloración escleral y conjuntival, en el globo ocular y dentro de los párpados. La decoloración de la piel por lo general se presenta después de cuatro años de tratamiento con Potiga, pero se ha presentado antes en algunos pacientes (ver resumen de datos). En algunos casos se han observado anomalías de la retina sin decoloración de la piel.
En vista de esta nueva información de seguridad, todos los pacientes que toman Potiga o están por comenzar a tomar Potiga deben hacerse un examen de los ojos, seguido de exámenes periódicos de los ojos (ver Información para profesionales de la salud). Se debe dejar de tomar Potiga si se observan cambios oftálmicos, a no ser que no haya otras opciones de tratamiento. Si el paciente tiene decoloración de la piel, se debe considerar seriamente la posibilidad de un medicamento alternativo.
Los pacientes no deben dejar de tomar Potiga ni ningún otro medicamento anticonvulsivo sin consultar con su profesional de la salud, ya que descontinuar el tratamiento anticonvulsivo repentinamente puede precipitar convulsiones por abstinencia, un problema médico grave y potencialmente mortal.
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