Anticuerpos contra el cerebro del feto
El autismo podría brotar en la etapa intrauterina
Los últimos estudios apuntan a la importancia de los factores ambientales en el desarrollo del autismo, especialmente durante el periodo de gestación.
Karla Islas Pieck. Barcelona | karla.islas@diariomedico.com | 06/05/2013 18:00
David Amaral, de la Universidad de California (Estados Unidos). (Jaume Cosialls)
- El 10 por ciento de las mujeres que tienen hijos autistas presentan en sangre anticuerpos contra el cerebro del bebé, aun años después de haber estado embarazadas
- Los estudios realizados en modelos animales de mono demuestran que la exposición a estos anticuerpos en el embarazo se asocia a un mayor tamaño del cerebro del bebé
Tras los resultados, el grupo de Amaral puso en marcha dos estudios experimentales en los que se inyectaron estos anticuerpos en un modelo animal de mono durante el periodo de gestación y se ha podido demostrar que unos meses más tarde estos monos presentaban rasgos de comportamiento similares a los de un niño con autismo.
Una de las conclusiones que se desprenden de estos datos es que, incluso en individuos con un bajo riesgo genético de desarrollar autismo, la exposición a estos anticuerpos durante la gestación parece elevar el riesgo de desarrollar la enfermedad. Ahora surge una nueva hipótesis que consiste en comprobar si al detectar y bloquear estos anticuerpos en la madre antes del embarazo se puede proteger al feto frente a este proceso patológico.
Diferencia de género
Posteriormente se realizó el seguimiento de estos bebés mediante el uso de resonancia magnética y se pudo comprobar que el cerebro de los autistas era de mayor tamaño que el de los individuos sanos. Este trabajo también reveló una importante diferencia de género, ya que este aumento de tamaño sólo se observó en los varones, mientras que en las niñas no se encontró una diferencia significativa. Los resultados fueron similares en la réplica del estudio que se hizo en los modelos animales de mono.
"Estos hallazgos sugieren que la biología de los niños con autismo es diferente a la de las niñas", lo que abre la puerta a nuevas líneas de investigación en esta dirección.
El papel de los genes
Hasta el momento se conocen unos 200 genes asociados al riesgo de desarrollar autismo y están ubicados a lo largo de todo el genoma humano. Además, están en marcha diversos estudios y en los próximos años se estima que se podrán llegar a determinar unos dos mil.
En realidad, esta diversidad no hace más que reforzar la idea de que los factores ambientales tienen mucho peso en el desarrollo de esta patología.
Un estudio en gemelos con esta enfermedad detectó que en el 60 por ciento de los monocigóticos los dos eran autistas, mientras que en los heterocigóticos un 30 por ciento, lo que pone a la gestación en el punto de mira de la investigación.
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