jueves, 16 de mayo de 2013

Los ritmos genéticos diarios podrían estar descontrolados en las personas deprimidas: MedlinePlus

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Los ritmos genéticos diarios podrían estar descontrolados en las personas deprimidas

Un estudio halló que un 'reloj' cerebral estaba afectado en las autopsias de personas que sufrían del trastorno mental cuando murieron
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_136825.html  (*estas noticias no estarán disponibles después del 08/12/2013)
Traducido del inglés: martes, 14 de mayo, 2013HealthDay Logo
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LUNES, 13 de mayo (HealthDay News) -- Al igual que usted, los genes de su cerebro siguen una rutina diaria. Pero quizás ese ritmo natural esté descontrolado en las personas con depresión, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores afirman que los hallazgos ofrecen una información nueva sobre lo que sucede en el cerebro cuando la depresión ataca. Y esperan que los resultados, que aparecen en la edición en línea del lunes de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, ayuden a la creación de nuevas terapias en un futuro.
Ya se sabía que los procesos corporales siguen a los ritmos circadianos y que en el cerebro existe un "reloj maestro" que lo coordina todo. Ese reloj responde principalmente a la luz y a la oscuridad del medioambiente.
Los científicos también creían que la actividad genética en los cerebros de los animales sigue un ritmo diario. Pero observar si esto es así en el cerebro humano es mucho más difícil, señaló la investigadora, Huda Akil.
Si uno desea observar los ritmos diarios en la actividad hormonal, se pueden extraer múltiples muestras de sangre de las mismas personas durante 24 horas. Pero no se puede investigar el cerebro de la misma forma.
Para resolver el problema, el equipo de Akil realizó autopsias del tejido cerebral de 89 personas que habían muerto a distintas horas del día. De esa forma, pudieron observar la actividad genética de cada persona en el momento de la muerte y buscar diferencias entre los individuos.
"Resultó que cientos de genes tenían un ritmo basado en la hora del día", comentó Akil, profesora de neurociencias y psiquiatría de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor.
Ese ritmo estaba claro en el tejido cerebral de las 55 personas sin antecedentes de trastornos psiquiátricos. Akil comentó que su equipo pudo observar la actividad genética de un individuo y determinar correctamente la hora a la que la persona murió con un margen de una hora.
Pero no pudieron hacerlo con los 34 individuos que sufrían de depresión mayor en el momento en que murieron. Sus patrones de actividad genética variaban demasiado.
"Es una prueba muy clara de que el 'reloj' cerebral está afectado en la depresión", dijo Akil.
Esto tiene sentido, dado que hace mucho que médicos e investigadores han observado señales de un ritmo circadiano afectado en las personas con depresión, comentó Eva Redei, profesora de psiquiatría de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, en Chicago.
Redei señaló que esas señales incluyen problemas para dormir (como dormir demasiado o muy poco) y actividad anómala en la "hormona del estrés", el cortisol, que sigue un ritmo diario. También hay una forma de depresión conocida como trastorno afectivo estacional (TAE) en que las personas sufren síntomas durante los días cortos del invierno, pero se sienten mejor en las estaciones con más sol.
Los expertos desconocen las causas precisas del TAE, pero Redei dijo que tiene que ver con problemas de los ritmos circadianos.
Redei afirmó que este estudio "prueba de forma muy bonita" que en la depresión existe una alteración de la actividad genética diaria.
Tanto Redei como Akil dijeron que un misterio importante es sin los genes cerebrales no sincronizados son una causa inicial de la depresión o un resultado del trastorno.
De cualquier forma, Akil dijo que cree que los genes no sincronizados fomentan los síntomas de las personas. Solo hay que pensar en lo mal que uno se siente cuando los ritmos normales del tiempo se descontrolan con el desfase horario, ejemplificó.
Akil dijo que quizás en un futuro los hallazgos podrían ayudar a hallar nuevos "biomarcadores" para el diagnóstico de la depresión o para controlar qué tan bien responde el trastorno al tratamiento. Pero primero, apuntó Redei, los investigadores tendrían que ver si la actividad genética alterada en el cerebro se correlaciona con algo que los médicos en realidad puedan medir, como, por ejemplo, algo que puedan ver en imágenes del cerebro o que puedan analizar en la sangre.
Los hallazgos también podrían ayudar a identificar nuevos "objetivos moleculares" para el tratamiento de la depresión, aseguró Akil.
Actualmente, los antidepresivos se dirigen a ciertas sustancias del cerebro que se cree que contribuyen a la depresión. La más famosa es la serotonina, una sustancia química que regula el estado de ánimo. Pero Akil dijo que los nuevos hallazgos muestran que hay muchas cosas que suceden en el cerebro cuando una persona tiene depresión mayor.
"No se trata solo de un desequilibrio de la serotonina", advirtió.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Huda Akil, Ph.D., professor, neuroscience and psychiatry, University of Michigan, Ann Arbor; Eva Redei, Ph.D., professor, psychiatry, Northwestern University Feinberg School of Medicine, Chicago; May 13-17, 2013, Proceedings of the National Academy of Sciences, online
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