lunes, 12 de mayo de 2014

La presencia de niveles bajos de colesterol en las células inmunitarias ralentiza la progresión del VIH

La presencia de niveles bajos de colesterol en las células inmunitarias ralentiza la progresión del VIH

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La presencia de niveles bajos de colesterol en las células inmunitarias ralentiza la progresión del VIH

  • APA
Investigadores estadounidenses parecen haber resuelto el misterio de por qué la infección en algunos pacientes con VIH avanza más despacio que en otros: la progresión se ralentiza considerablemente en las personas cuyas células dendríticas poseen niveles bajos de colesterol, aunque no reciban tratamiento con antirretrovíricos. El estudio se ha publicado en “mBio”.
Cuando el VIH entra en el organismo, primeramente es identificado por las células dendríticas y transportado a los linfocitos T, donde el virus se multiplica y desborda al sistema inmunitario, lo cual, en ausencia de tratamiento con antirretrovíricos (TAR), pronto conduce a la muerte. Un reducido porcentaje de personas (personas sin progresión) no muestran una pérdida significativa de linfocitos T tras la infección y a menudo sobreviven muchos años sin desarrollar ningún síntoma de sida, a pesar de no haber recibido ningún tipo de TAR.
Para su estudio, los investigadores de la Universidad de Pittsburgh analizaron los datos del estudio de cohortes multicéntrico sobre el sida (Multicenter AIDS Cohort Study, MACS), que se prolongó durante un periodo de 30 años. Descubrieron que las células dendríticas de las personas sin progresión no transmitían el virus a los linfocitos T en cantidades apreciables. Al examinarlas más de cerca, vieron que estas células dendríticas tenían menores niveles de colesterol, aunque los pacientes sin progresión tuvieran valores normales de colesterol en la sangre. En los linfocitos B se observaron hallazgos similares.
Para verificar su observación, los investigadores mezclaron en el laboratorio linfocitos T de personas sin progresión con VIH, lo que dio lugar a que estos linfocitos T se infectaran con el virus al mismo ritmo que los de las personas en las que la infección progresaba al ritmo normal.
“Esto significa que es poco probable que el trastorno se deba a un problema de los linfocitos T, lo que confirma aún más nuestra conclusión de que la progresión lenta está asociada a la presencia de niveles bajos de colesterol en las células dendríticas y en los linfocitos B”, ha declarado la autora principal, Giovanna Rappocciolo. Según ha añadido el primer autor Charles Rinaldo: “Lo más curioso es que las células dendríticas de los pacientes sin progresión presentaban este rasgo protector años antes de ser infectadas con el VIH. Esto parece confirmar que la incapacidad de las células dendríticas y de los linfocitos B para transmitir el VIH a los linfocitos T constituye un rasgo protector heredado genéticamente por un reducido porcentaje de personas. La comprensión de este mecanismo puede aportar un dato importante a la hora de desarrollar nuevos planteamientos para evitar la progresión de la infección por VIH”.

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