La enfermedad de Parkinson es actualmente la segunda enfermedad neurodegenerativa con mayor prevalencia en España, con 150 personas afectadas. Sin embargo, los expertos auguran que esta cifra se triplicará dentro de 30 años por el aumento de la esperanza de vida y por los avances diagnósticos y terapéuticos que ha experimentado esta enfermedad. Es por ello que con motivo del Día Mundial del Parkinson la Sociedad Española de Neurología (SEN) recuerda que aun sigue habiendo retos por afrontar, como el hecho de que los pacientes con Parkinson tardan una media de entre 1 y 3 años en obtener un diagnóstico correcto.
“Uno de los principales factores que dificulta su diagnóstico correcto es que se tiende a asociar esta enfermedad con el temblor u otro tipo de síntomas motores como rigidez o trastornos de la marcha y del equilibrio. Si bien los problemas motores son los síntomas más característicos de esta enfermedad, éstos no siempre se manifiestan en todos los pacientes y no necesariamente son los primeros en aparecer cuando comienza a debutar la enfermedad”, señala Pablo Mir Rivera, coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.
 Y es que aproximadamente un 30-40 por ciento de los pacientes con Parkinson no presentan temblor. Por el contrario, en un 40 por ciento de los casos, la primera manifestación del Parkinson es la depresión, aunque la enfermedad también puede manifestarse en trastornos cognitivos, gastrointestinales, autonómicos, sensitivos o del sueño. 
De hecho, existen otros síntomas de la enfermedad de Parkinson no motores que son igualmente invalidantes. Entre estos podemos citar los problemas del sueño, la depresión, los trastornos de control de impulsos, los problemas cognitivos o la disfagia (o dificultad para tragar) asociada a la enfermedad, probablemente siendo este último el más desconocido. En este sentido, los datos de prevalencia de disfagia orofaríngea en el paciente con Parkinson oscilan entre 52 por ciento y 82 por ciento.
“La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, crónica y progresiva.  La neurodegeneración que provoca, conlleva una disminución de los niveles de dopamina, con la consiguiente aparición de los clásicos síntomas motores. Sin embargo, en muchas ocasiones, la neurodegeneración comienza antes de que se manifiesten tales síntomas, por lo que el conocimiento y la identificación de las manifestaciones no motoras de la enfermedad es básico para mejorar los tiempos de diagnóstico”, comenta Pablo Mir.
 Aproximadamente un 2 por ciento de los mayores de 65 años y un 4 por ciento en los mayores de 85 padecen Parkinson en España. Sin embargo, no se trata de una enfermedad exclusiva de personas mayores: se han dado casos en los que el inicio de la enfermedad se produce en la infancia o en la adolescencia y aproximadamente un 15 por ciento de los casos actualmente diagnosticados en nuestro país corresponden a personas menores de 50 años.