Tras muchos debates sobre las vacunas, si algo ha dejado de manifiesto la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 es que las vacunas juegan un papel crucial en la salud pública. Es por ello que, con motivo de la Semana Mundial de la Inmunización, se ha querido recordar que hallar una vacuna es un complejo y delicado proceso.
Las vacunas precisan de media una década en desarrollarse, y a las dificultades de la investigación y el desarrollo de todo medicamento se suma que estas requieren un proceso de fabricación complejo. La producción de un lote (desde el inicio de la fabricación hasta el lanzamiento) requiere entre 18 y 24 meses (para vacunas muy complejas y multivalentes, la producción de un lote puede llevar hasta 48 meses).
Estos tiempos, que se cuentan por años, dan idea del desafío tan importante que tiene la industria farmacéutica mundial ante la COVID-19 para tener lista una potencial vacuna en cuestión de meses. De hecho, hay compañías que han anunciado que van a producir a riesgo, es decir, antes incluso de haber confirmado los resultados, con el fin de ganar un tiempo valioso ante la pandemia.
Hoy hay más de 70 vacunas en la cartera de investigación para el coronavirus de las compañías farmacéuticas a nivel mundial, de las que seis han entrado ya en la fase de ensayos clínicos en humanos y otras muchas planean comenzar la fase III este año. Además, no se está haciendo de una manera aislada, sino que la industria farmacéutica, junto a gobiernos e instituciones públicas, han anunciado un plan para coordinar las distintas etapas de la realización de ensayos clínicos de vacunas, y también de potenciales medicamentos, en el que se decida conjuntamente cuáles son las prioridades que se deben probar y desarrollar.
259 vacunas en total
Más allá de la investigación para el coronavirus, según un nuevo informe de la patronal americana Phrma, actualmente hay 259 vacunas en desarrollo para el tratamiento o prevención de enfermedades.
Entre las vacunas en desarrollo se encuentran 108 vacunas contra el cáncer, incluida una vacuna terapéutica para el cáncer de pulmón de células no pequeñas, que utiliza ARN mensajero para movilizar el propio sistema inmunitario del paciente para combatir el tumor; 125 vacunas para enfermedades infecciosas, incluida una vacuna diseñada para prevenir la infección por VIH al enseñar al sistema inmunitario del paciente a reconocer y combatir eficazmente el virus; 14 vacunas para las alergias, y 2 para la enfermedad de Alzheimer, incluida una vacuna terapéutica dirigida a la proteína beta amiloide, que está relacionada con el desarrollo de este trastorno neurológico.