PUBLICADO EN 'CANCER CELL'
Científicos del CNIO describen el mecanismo que permite al cáncer sobrevivir sin glucosa
JANO.es · 09 agosto 2016 11:43
Un estudio da pistas sobre cómo aparece la resistencia a los fármacos que alimentan al tumor, y cómo se las arreglan las células para seguir proliferando en ausencia de glucosa.
El principal objetivo de una célula tumoral es sobrevivir, y esto incluso a costa de dañar la salud del organismo al que pertenece. Para ello está dotada de habilidades que las células sanas no tienen, entre ellas, la de seguir proliferando cuando la glucosa es muy escasa.
Los fármacos antiangiogénicos –que inhiben o reducen la formación de nuevos vasos sanguíneos– a menudo no logran eliminar el cáncer por mucho que le hagan pasar hambre evitando el desarrollo de los vasos que le aportan nutrientes y, en particular, glucosa.
Ahora, un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha identificado uno de los mecanismos bioquímicos clave que permiten a las células cancerígenas sobrevivir sin glucosa.
En concreto, han descubierto un conjunto de proteínas que, en la práctica, actúan como un interruptor. Cuando hay alimento disponible las células tumorales usan una determinada ruta bioquímica para sobrevivir y seguir proliferando; cuando no hay glucosa, el interruptor pone en marcha una ruta diferente para conseguir lo mismo.
“Las células tumorales son muy inteligentes, cuando se cierra una puerta que parecía indispensable para su crecimiento, abren otras nuevas que les permiten adaptarse a cualquier estrés y sobrevivir”, explica Nabil Djouder, investigador del CNIO y autor del trabajo, publicado en Cancer Cell.
Interruptores para detectar la glucosa
En las células –tumorales o no–, todo lo que ocurre viene dado por cadenas de reacciones bioquímicas: una proteína es modificada por la adición de una u otra molécula y ese cambio induce cambios en otras proteínas.
Viene a ser como un circuito con muchos interruptores que se abren o cierran. Djouder y su equipo han identificado uno de estos sistemas que sirve a la célula para detectar si hay o no glucosa, y para decidir qué ruta bioquímica debe seguir para sobrevivir. Se trata de un circuito de proteínas complejo, con tres actores principales: las proteínas URI –que hacen el papel de interruptor–, OGT y c-Myc.
URI controla la actividad de OGT, y OGT detecta y utiliza la glucosa para controlar el nivel de c-Myc. Cuando hay glucosa, OGT la utiliza para estabilizar el nivel de c-Myc, que cumple su función de oncogén: convertir una célula normal en una maligna.
Pero cuando falta glucosa, URI disminuye la actividad de OGT, c-Myc se degrada y es eliminado. El resultado hace que en ausencia de glucosa, la supervivencia de la célula dependa de la actividad oncogénica de URI.
“El estudio sugiere que existe un mecanismo detector de la glucosa en el que URI actúa como regulador, controlando la actividad de OGT y por tanto los niveles de c-Myc, lo que proporciona una característica selectiva que permite a las células tumorales tolerar un estrés metabólico grave”, detallan los autores en el estudio.
“Este mecanismo puede ser de gran importancia en la generación de tumores, y podría explicar por qué las células tumorales, frente a una falta de glucosa, pueden expandirse”, añaden. Nabil Djouder y su grupo en el CNIO trabajan ahora para encontrar la manera de intervenir eficazmente sobre la proteína URI y acabar con su regulación sobre el tumor.
Noticias relacionadas
11 Jul 2016 - Actualidad
Las estatinas podrían estar asociadas con un menor riesgo de mortalidad en cuatro tipos comunes de cáncer
Un estudio vincula el diagnóstico de colesterol alto con un 22% menos de riesgo de muerte por cáncer de pulmón; 43% por cáncer de mama, 47% por cáncer de próstata, y 30% por cáncer intestinal.
11 Jul 2016 - Actualidad
Científicos identifican la "célula de origen" en los cánceres de piel
Un estudio demuestra en ratones cómo las células madre y las células progenitoras de la piel responden a la activación de un oncogén.
08 Jul 2016 - Actualidad
Científicos españoles desvelan una nueva clave del envejecimiento
Un estudio en ratones muestra cómo la interacción entre los dos genomas de un individuo puede alargar la vida y evitar el desarrollo de obesidad, diabetes y cáncer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario