Día Mundial contra la Hepatitis
Conozca la hepatitis y actúe ya. Para el Día Mundial contra la Hepatitis, infórmese más sobre los diferentes tipos de hepatitis virales que afectan a millones de personas en el mundo y lo que usted puede hacer.
La hepatitis viral —que es un grupo de enfermedades infecciosas conocidas como hepatitis, A, B, C, D y E— afectan a casi 400 millones de personas en el mundo y causan enfermedad del hígado, tanto aguda (corto plazo) como crónica (largo plazo), y la muerte de más de 1.4 millones de personas al año. En el 2013, la hepatitis viral fue la séptima causa principal de muerte en el mundo y causó más muertes que el sida, la tuberculosis e incluso las lesiones vehiculares; comparativamente en 1990 fue la décima causa principal de muerte. El Día Mundial contra la Hepatitis es el 28 de julio y presenta una oportunidad para poner de relieve la carga global de esta enfermedad, así como los esfuerzos de los CDC para combatir la hepatitis viral en el mundo y las medidas que las personas pueden tomar.
¿Qué están haciendo los CDC para ayudar a combatir la hepatitis mundialmente?
La visión de los CDC es eliminar la hepatitis viral en los Estados Unidos y en el mundo. El plan estratégico de cinco años[1.06 MB]* recientemente publicado por los CDC se organiza alrededor de cuatro elementos clave, uno de los cuales es “Actuar globalmente para prevenir, detectar y controlar la hepatitis viral”.
Los CDC han sido designados nuevamente como “Centro Colaborador de Referencia e Investigaciones sobre la Hepatitis Viral” de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). Los centros colaboradores de la OMS trabajan para implementar las actividades prioritarias de la Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Hepatitis Víricas de la OMS, actúan como laboratorios de referencia y proporcionan asistencia técnica para la formulación de pautas y políticas sobre la hepatitis viral.
Los CDC han sido designados nuevamente como “Centro Colaborador de Referencia e Investigaciones sobre la Hepatitis Viral” de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS). Los centros colaboradores de la OMS trabajan para implementar las actividades prioritarias de la Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra las Hepatitis Víricas de la OMS, actúan como laboratorios de referencia y proporcionan asistencia técnica para la formulación de pautas y políticas sobre la hepatitis viral.
Los CDC también proporcionan asistencia a los países que experimenten una alta carga de hepatitis viral. En los últimos años estos países incluyeron China, Egipto, Georgia,* India, Pakistán y Vietnam. Nuestro trabajo internacional está ayudando a reducir la carga de la enfermedad para los viajeros y las personas que emigran a los Estados Unidos, mientras identifica las mejores prácticas que podrían servir de modelo para otros países, e incluso para los Estados Unidos.
¿Cuáles son los diferentes tipos de virus de la hepatitis que se encuentran alrededor del mundo?
Los cinco virus de la hepatitis (A, B, C, D y E) son distintos; pueden tener diferentes modos de transmisión, afectar a diferentes poblaciones y causar diferentes resultados en la salud. Mientras la hepatitis B y la hepatitis C causan la mayor carga mundial de enfermedad, las hepatitis A, D y E también constituyen preocupaciones de salud global.
- La hepatitis A se transmite principalmente cuando una persona que no está vacunada y nunca ha estado infectada con la hepatitis A consume agua o alimentos que estén contaminados con las heces de una persona infectada o tiene contacto directo con una persona infectada. La hepatitis A no causa enfermedad crónica del hígado y raramente es mortal, pero puede causar síntomas graves. Se puede prevenir con mejores prácticas de higiene, seguridad alimentaria y vacunas.*
- La hepatitis B se transmite mediante el contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada, incluso de madre a hijo al momento del parto y a través del contacto sexual. Los virus de la hepatitis B pueden causar infecciones tanto agudas como crónicas. La enfermedad puede variar desde leve y durar pocas semanas hasta grave y crónica. En las personas que tienen una infección crónica se puede producir cirrosis o incluso cáncer de hígado. La hepatitis B es más común en el África subsahariana y en Asia oriental, donde entre el 5 y el 10 % de la población adulta tiene la infección crónica. Las tasas de hepatitis B crónica también son altas en la región del Amazonas en América del Sur, las zonas del sur de Europa central y Europa oriental, el Oriente Medio y el subcontinente indio. Muchas de las personas con hepatitis B crónica se infectaron al momento de nacer o durante la primera infancia. La forma más eficaz de prevenir la infección por el virus de la hepatitis B es con la vacuna contra la hepatitis B.* La OMS recomienda que todos los bebés reciban la vacuna contra la hepatitis B lo más pronto posible después de su nacimiento. En muchas partes del mundo se la logrado una reducción drástica en la cantidad de casos nuevos de hepatitis B gracias a los programas de vacunación infantil ampliamente difundidos.
- La hepatitis C se transmite mediante el contacto con la sangre de una persona infectada. La hepatitis C es común en muchos países del mundo. En gran parte de Asia y África, la mayoría de las infecciones son causadas por la aplicación médica de inyecciones y la realización de otros procedimientos médicos de manera no segura. La infección con hepatitis C relacionada con la inyección de drogas sucede en todo el mundo; se estima que el 67 % de las personas que se inyectan drogas han sido infectadas por el virus de la hepatitis C. La hepatitis C también puede ser transmitida de madre a hijo. Al igual que la hepatitis B, la hepatitis C también puede causar tanto infecciones agudas como crónicas, pero en la mayoría de las personas infectadas se produce una infección crónica. Entre aquellos con infección crónica, una cantidad significativa presentará cirrosis del hígado o cáncer de hígado. Los medicamentos antivirales pueden curar a aproximadamente el 90 % de las personas con hepatitis C, lo cual reduce el riesgo de muerte por cáncer de hígado o cirrosis; sin embargo, el acceso a un diagnóstico y al tratamiento es bajo. En la actualidad, no existe una vacuna contra la hepatitis C, pero hay investigaciones en curso en esta área.
- La hepatitis D se transmite mediante el contacto con sangre infectada. Solamente se produce en las personas que ya están infectadas por el virus de la hepatitis B. Las personas que no estén infectadas con hepatitis B, pueden prevenir la hepatitis D al vacunarse contra la hepatitis B.
- La hepatitis E se transmite principalmente a través de agua potable que esté contaminada. La hepatitis E normalmente se resuelve en un plazo de 4 a 6 semanas, por lo tanto, no hay un tratamiento específico. Sin embargo, las mujeres embarazadas que tengan hepatitis E están en considerable riesgo de morir debido a esta infección. La hepatitis E se encuentra en todo el mundo; sin embargo, la mayor cantidad de infecciones ocurren en el este y el sur de Asia. Se puede ayudar a prevenir casos nuevos de hepatitis E con mejores prácticas de higiene y seguridad alimentaria. Se ha creado una vacuna para prevenir la hepatitis E y su uso ha sido aprobado en China, pero todavía no está disponible en ningún otro lugar.
¿Necesita vacunarse contra la hepatitis o hacerse una prueba de detección?
Los CDC y la División de Hepatitis Viral (DVH, por sus siglas en inglés) continúan sentando las bases para la eliminación de la hepatitis viral, como amenaza de salud pública, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero. Las hepatitis A, B, y C son los tipos de hepatitis viral más comunes en los Estados Unidos. Para ver si necesita hacerse una prueba de detección o vacunarse contra la hepatitis A, B o C, complete en línea la evaluación de riesgos de hepatitis* de los CDC, que se basa en las recomendaciones de los Estados Unidos.
* Los enlaces a sitios web pueden llevar a páginas en inglés o español.
World Hepatitis Day | Features | CDC
World Hepatitis Day
Know Hepatitis. Act Now. For World Hepatitis Day, learn more about the different types of viral hepatitis that impact millions worldwide, and what you can do.
Viral hepatitis – a group of infectious diseases known as hepatitis A, B, C, D, and E- affects almost 400 million people worldwide, causing both acute (short-term) and chronic (long-term)liver disease and killing more than 1.4 million people every year. In 2013, viral hepatitis was the seventh leading cause of death worldwide, compared with the tenth in 1990, and caused more deaths than AIDS, tuberculosis, and even road injuries. World Hepatitis Day is July 28th and is an opportunity to highlight the global burden of this disease, CDC’s efforts to combat viral hepatitis around the world, and what actions individuals can take.
What is CDC doing to help combat hepatitis globally?
The vision of CDC is to eliminate viral hepatitis in the United States and worldwide. CDC’s recently released five-year strategic plan[1.06 MB] is organized around four key elements, one of which is "Act globally to prevent, detect, and control viral hepatitis."
CDC has been re-designated as a Pan American Health Organization/World Health Organization (PAHO/WHO) Collaborating Center for Reference and Research on Viral Hepatitis. These WHO Collaborating Centers work to implement WHO’s Global Hepatitis Strategy priority activities, serving as a reference laboratory, and providing technical assistance for the development of viral hepatitis guidelines and policies.
CDC also assists countries experiencing a high burden of viral hepatitis. In recent years, these countries have included China, Egypt, Georgia, India, Pakistan, and Vietnam. Our international work is helping to reduce the disease burden for travelers and people migrating to the United States, while identifying best practices that may serve as models for other countries, including the United States.
What are the different types of hepatitis viruses occurring around the world?
The five hepatitis viruses - A, B, C, D and E - are distinct; they can have different modes of transmission, affect different populations, and result in different health outcomes. While hepatitis B and hepatitis C cause the greatest global burden of disease, hepatitis A, hepatitis D, and hepatitis E are also global health concerns.
- Hepatitis A is primarily spread when someone who has never been infected with hepatitis A and is not vaccinated, ingests food or water that is contaminated with the feces of an infected person or has direct contact with someone who is infected. Hepatitis A does not cause chronic liver disease and is rarely fatal, but it can cause serious symptoms. Hepatitis A can be prevented through improved sanitation, food safety, and vaccination.
- Hepatitis B is spread through contact with blood or other body fluids of an infected person, including at birth from a mother to her baby and through sexual contact. The hepatitis B virus can cause both acute and chronic infection, ranging in severity from a mild illness lasting a few weeks to a serious, chronic illness. People who are chronically infected can develop liver cirrhosis or even liver cancer. Hepatitis B is most common in sub-Saharan Africa and east Asia, where between 5–10% of the adult population is chronically infected. Rates of chronic hepatitis B are also high in the Amazon region of South America, the southern parts of eastern and central Europe, the Middle East and the Indian subcontinent. Many people with chronic hepatitis B were infected at birth or during early childhood. Getting the hepatitis B vaccine is the most effective way to prevent hepatitis B virus infection. WHO recommends that all infants receive the hepatitis B vaccine as soon as possible after birth. In many parts of the world, widespread infant vaccination programs have led to dramatic declines of new hepatitis B cases.
- Hepatitis C is spread through contact with blood of an infected person. Hepatitis C is common in many countries in the world; in much of Asia and Africa, most infections are caused by unsafe medical injections and other medical procedures. Hepatitis C related to injecting drug use occurs throughout the world; an estimated 67% of people who inject drugs having been infected with the hepatitis C virus. Mother-to-child transmission of hepatitis C is also possible. Hepatitis C, like hepatitis B, can also cause both acute and chronic infections, but most people who get infected develop a chronic infection. A significant number of those who are chronically infected will develop liver cirrhosis or liver cancer. Antiviral medicines can cure approximately 90% of people with hepatitis C, thereby reducing the risk of death from liver cancer and cirrhosis, but access to diagnosis and treatment is low. There is currently no vaccine for hepatitis C but research in this area is ongoing.
- Hepatitis D is passed through contact with infected blood. It only occurs in people who are already infected with the hepatitis B virus. People who are not already infected with hepatitis B can prevent hepatitis D by getting vaccinated against hepatitis B.
- Hepatitis E is spread mainly through contaminated drinking water. Hepatitis E usually clears in 4-6 weeks so there is no specific treatment. However, pregnant women infected with hepatitis E are at considerable risk of mortality from this infection. Hepatitis E is found worldwide, but the number of infections is highest in East and South Asia. Improved sanitation and food safety can help prevent new cases of hepatitis E. A vaccine to prevent hepatitis E has been developed and is licensed in China, but is not yet available elsewhere.
Do you need to be vaccinated and/or tested for hepatitis?
CDC and DVH are continuing to lay the foundation for the elimination of viral hepatitis as a public health threat, both domestically and abroad. Hepatitis A, hepatitis B, and hepatitis C are the most common types of viral hepatitis in the United States. To see if you need to be tested and/or vaccinated for hepatitis A, B, or C, take CDC’s online Hepatitis Risk Assessment, which is based on U.S. recommendations.
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