Prevenga la septicemia y mejore la identificación temprana.
Mejore el cuidado de las afecciones.
George es un hombre de 72 años que tiene diabetes. Durante su chequeo, el proveedor de atención médica aprovecha la oportunidad para mejorar el cuidado de la enfermedad crónica (control de la glucosa y cuidado de la piel), le administra las vacunas recomendadas y comparte información acerca de los síntomas que indican que una infección está empeorando o que se está produciendo septicemia.
Eduque a los pacientes y sus familias.
Un mes más tarde, George tiene una cortada en el pie que podría estar infectada. Él llama a su proveedor de atención médica, quien le dice cómo cuidarse la cortada y le habla de los signos de infección. Dos días más tarde, el pie está peor y George comienza a tener dificultad para respirar, tiene la piel húmeda y pegajosa, y está más cansado que lo normal. Se da cuenta de que los síntomas están empeorando y podría tratarse de septicemia. Busca atención médica de inmediato.
Piense en la septicemia. Actúe rápido.
En el hospital, una proveedora de atención médica reconoce los signos y síntomas de la septicemia. De inmediato, ordena pruebas para determinar la fuente de la infección y comienza el tratamiento adecuado que incluye antibióticos. Ella documenta la dosis, la duración del tratamiento y el objetivo de los antibióticos.
Revalúe el manejo del paciente.
Los proveedores de atención médica vigilan de cerca la evolución de George y le ajustan el tratamiento según sea necesario. Cuando George mejora, lo transfieren a un establecimiento de rehabilitación para que continúe su recuperación. El equipo de atención del hospital habla de su plan de tratamiento con el equipo del otro establecimiento.
FUENTE: Signos Vitales de los CDC, agosto de 2016.
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