La biopsia líquida, una técnica rutinaria en 1-2 años pero con muchas incógnitas por despejar
El papel que jugarán en su implantación y desarrollo tanto el Sistema Nacional de Salud como las sociedades científicas, SEOM y SEAP, no está definido.
Por primera vez en España se ha celebrado una reunión conjunta entre expertos en Oncología y Anatomía Patológica para debatir en torno al presente y futuro próximo de labiopsia líquida, la nueva técnica diagnóstica que, según coinciden todos, será una realidad en 1 o 2 años como máximo. Sin embargo, todos coinciden también en que quedan muchas incógnitas por resolver.
Organizada por Promega Biotech Ibérica en Madrid, en la reunión participaron Rafael LópezLópez, del Hospital General Universitario de Santiago de Compostela; Juan Antonio Virizuela, del Hospital General Universitario Virgen Macarena de Sevilla; Alfonso Gúrpide Ayarra, de la Clínica Universidad de Navarra, y Santiago Viteri, de la Clínica Dexeus de Barcelona, por parte de los oncólogos, y José Luis Rodríguez Peralto, del Hospital 12 de Octubre de Madrid, yJavier Gómez Román, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, por parte de Anatomía Patológica.
Si bien hay unanimidad en que la biopsia líquida permitirá “a tiempo real” el tratamiento personalizado de los pacientes, facilitando la monitorización de respuestas tumorales y detectando las resistencias a tratamientos, los expertos consideran que la investigación va muy por delante de la toma de decisiones que, a todos los niveles, exigirá su desarrollo.
La biopsia líquida no viene para sustituir ninguna técnica, sino para complementarla. SegúnJosé Luis Rodríguez Peralto, especialista de Anatomía Patológica del Hospital 12 de Octubre de Madrid “el diagnóstico, los factores pronósticos y la determinación inicial de los biomarcadores de tratamiento se harán en la biopsia sólida, como se viene haciendo hasta ahora. Probablemente haya que hacer una determinación inicial de biopsia líquida antes de iniciar el tratamiento, para conocer el estatus del paciente en su sangre periférica. Será a partir del tratamiento inicial cuando habrá que monitorizar mediante biopsia líquida la evolución del paciente y las posibles respuestas a los tratamientos instaurados. Sin olvidar –puntualiza- que lo que se tratan con medicamentos son las nuevas metástasis, y que en múltiples ocasiones, mientras se pueda, será necesario también conocer las características morfológicas y genéticas del tumor metastásico”. Los protocolos de actuación, en este caso, deben ser una prioridad.
El oncólogo Rafael López López viene investigando la biopsia líquida desde 2005 en el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y en la actualidad ya la están ensayando en cáncer de colon, de pulmón y melanoma maligno. El doctor López, jefe del Servicio de Oncología del hospital gallego, considera que la biopsia líquida se implantará en diferentes servicios: Oncología, Anatomía Patológica, Medicina Molecular, Genética, reproducción y laboratorios centrales y asegura que entre los departamentos “habrá tensión o acuerdos según las características locales”.
Rafael López se mostró crítico con la ausencia del liderazgo del Sistema Nacional de Salud: “El Sistema Nacional de Salud planteará problemas que pueden retrasar su implantación por motivo de costes, aunque no lo podrá imponer en las comunidades autónomas. Además –continúa- será difícil que SEOM y SEAP puedan conseguir financiación, y otras sociedades avanzarán en estas técnicas, siendo más difícil un acuerdo”.
Menos crítico, Javier Gómez Román, especialista del servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander, afirmó que el Sistema Nacional de Salud deberá tomar un papel proactivo en el proceso. “No se puede permitir que el diagnóstico sea responsabilidad de la industria. Las sociedades científicas deberán sentar las bases y funcionar como una consultora a la hora de implantar la tecnología en los hospitales. Tanto unos como otros disponen ya de guías clínicas de recomendaciones en las que se pueden basar para empezar a trabajar”, señaló.
En cuanto a los posibles cambios estructurales y organizativos que puede suponer el desarrollo de esta nueva técnica diagnóstica, el doctor Alfonso Gúrpide, consultor de Oncología en la Clínica Universidad de Navarra, considera que “el impacto de las biopsias líquidas será tan importante que modificará el tamaño de algunos servicios hospitalarios muy dedicados hasta ahora a la toma clásica de biopsias. Está claro –dijo- que supondrá un reto organizativo para los centros, inclinando la balanza a favor de las determinaciones moleculares”.
José Antonio Virizuela, oncólogo del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla y del Hospital Quirón Sagrado Corazón, afirmó que el acceso a los recursos técnicos puede ser relativamente fácil mediante contratos de negociación de utilización de reactivos y con apoyo de acuerdos de investigación con fundaciones, industria etc.
Gijs Jochems, director general de Promega Biotech Ibérica, la empresa organizadora del encuentro, presentó dos avances estratégicos para el desarrollo de la biopsia líquida: el sistema de extracción Maxwell, capaz de procesar hasta 16 muestras biológicas en 45 minutos, y un kit para la extracción de ADN circulante, fundamento de la nueva técnica diagnóstica.
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