La vitrificación de óvulos gana fuerza como vía para preservar la fertilidad antes de tratar el cáncer
Éste ha sido uno de los temas tratados este fin de semana en el XVI Foro del Norte, que ha congregado en Santander a 80 expertos en reproducción asistida de Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Galicia, Navarra, País Vasco, Aragón y Asturias.
El perfil de las pacientes que solicitan ayuda médica a la hora de tener un hijo ha variado durante los últimos años, pasando a detectarse una búsqueda de la maternidad a edades más avanzadas. Esta cuestión y las posibilidades que la Medicina Reproductiva ofrece a quienes se encuentran en esta situación fueron abordadas durante la celebración del XVI Foro del Norte,un encuentro organizado por la compañía Merck que se ha celebrado este fin de semana en Santander y ha congregado a alrededor de 80 profesionales implicados en los procesos de reproducción asistida procedentes de Cantabria, Castilla y León, La Rioja, Galicia, Navarra, País Vasco, Aragón y Asturias.
Detrás del retraso de la maternidad y su consiguiente efecto sobre la capacidad reproductiva se esconden factores como la presión laboral o la falta de una pareja estable. Ante estos condicionantes, la ciencia ha posibilitado la vitrificación o congelación de los óvulos para su posterior fecundación una vez que la mujer ha encontrado el momento de convertirse en madre.
Esta técnica, además de convertirse en una opción para quienes retrasan la llegada de un hijo, también resulta interesante en el caso de las pacientes que han sido diagnosticadas de cáncer, que pueden ver afectada su salud reproductiva debido a la quimioterapia y radioterapia. Como indica la doctora Concepción Ceballos, médico especialista en Reproducción de FivSantander, “los avances en oncología permiten no sólo ofrecer a las pacientes una larga vida, sino también un futuro reproductivo”.
Por su parte, la doctora Eva Martínez, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, explica que afortunadamente cada vez se conoce más el valor de la vitrificación de los óvulos y la criopreservación del tejido ovárico como técnicas para preservar la fertilidad antes de tratar el cáncer y también ha aumentado la implicación por parte de los profesionales responsables del manejo de los tumores. Sin embargo, “aún queda camino por recorrer, máxime teniendo en cuenta que con las mejoras en las tasas de supervivencia como consecuencia de tratamientos oncológicos cada vez más eficaces, las mujeres, una vez superada la enfermedad, pueden tener que afrontar en el futuro un problema de fertilidad”.
En el caso de los hombres, el proceso que se realiza antes de iniciar el tratamiento del cáncer para preservar su fertilidad es mucho más simple, puesto que no requiere tratamiento hormonal previo y consiste en la congelación lenta del esperma, una técnica que la Dra. Martínez indica que lleva realizándose ya muchos años.
Según la Dra. Ceballos, “las técnicas de reproducción actual pueden ayudar a nuevos modelos de familia a cumplir su deseo de tener un hijo, como ocurre en el caso de las mujeres que están buscando la maternidad en solitario y las parejas homosexuales femeninas”. Por ello, otro de los temas abordados durante el XVI Foro del Norte fue la donación de gametos, que se ha convertido en una opción para estas pacientes. Sin embargo, la Dra. Ceballos reconoce que los avances de la ciencia y la tecnología han conducido a un gran debate debido a las implicaciones ético-legales en torno a los tests de cribado genético que se realiza a los donantes. “Nuestras pacientes nos piden la mayor seguridad posible en la calidad de nuestros donantes y los avances en genética permiten ofrecer un amplio abanico de pruebas preconcepcionales… ¿pero dónde está el límite?”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario