ESTUDIO SOCIOLÓGICO DE SOCIDROGALCOHOL
Los jóvenes consumen alcohol y cannabis por 'pertenencia al grupo'
Un estudio sociológico de Socidrogalcohol con grupos de discusión muestra por qué toman drogas y qué proponen para frenar la ingesta.
Isabel Gallardo Ponce | igallardo@diariomedico.com | 22/01/2018 00:00
Los adolescentes y jóvenes españoles consumen principalmente alcohol y cannabis, sustancias a las que perciben como de bajo riesgo. (DM)
De entre las sustancias adictivas, los adolescentes y jóvenes españoles consumen principalmente alcohol y cannabis, que perciben en general como de bajo riesgo. Aunque las últimas encuestas como Edades y Estudes 2015, elaboradas por el Plan Nacional de Drogas, responden sobre todo a cuántos jóvenes toman drogas y cuáles, la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las Otras Toxicomanías (Socidrogalcohol) presenta este lunes el Estudio sociológico cualitativo sobre el consumo de alcohol y cannabis entre adolescentes y jóvenes, no tanto para hablar de porcentajes de consumo sino para matizar varias preguntas: ¿por qué consumen los jóvenes? ¿Se debe hacer algo al respecto y qué se debería hacer?
Según Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol, entre las conclusiones del trabajo destaca que "los jóvenes consideran que la ingesta de alcohol y cannabis se hace fundamentalmente por pertenencia al grupo. Diferente es que el cannabis, además, les ayude a ser transgresores con la norma. Pero lo importante no es la sustancia, sino el hecho de tomarla juntos". Así, comenzar a consumir ambas drogas se considera, como explica Yoana Monzonis, socióloga de Socidrogalcohol, algo iniciático que supone el paso de la niñez a la vida adulta.
- "Lo importante no es la sustancia, sino el hecho de tomarla juntos"
Para realizar el trabajo se crearon grupos de discusiónen doce de las delegaciones autonómicas de Socidrogalcohol, formados por médicos, psicólogos, trabajadores sociales, jóvenes de consejos de juventud y de la calle, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, miembros religiosos... Un total de 144 personas pusieron en común sus ideas y percepciones sobre el consumo, los jóvenes, los adolescentes, los usuarios de drogas, las consecuencias, la implicación de la familia, de la Administración y qué enfoque aplicar para solucionar el uso de drogas.
A partir de las preguntas de carácter abierto, en modelo de grupo de discusión, se filmaron o grabaron las sesiones y a partir de las conclusiones se ha consensuado un decálogo (ver apoyo) con los retos más inmediatos de la sociedad para frenar el consumo.
Entre el 75 y el 78 por ciento de los jóvenes han ingerido alcohol en el último mes, según la encuesta Estudes 2015, y entre los 14 y los 16 años esa cifra es del 78 por ciento para las chicas y del 76 para ellos. Además, uno de cada cuatro ha fumado cannabis, ha explicado Pascual a DM.
Baja percepción del riesgo
En las conclusiones del trabajo, consensuadas entre todos los participantes, se ha observado que existe una baja percepción de riesgo respecto al consumo de alcohol y de cannabis, mientras que se considera que éxtasis, heroína, speed, cocaína, etc., son peligrosos. "Ven el alcohol como una droga cultural extendida en la población, casi sin diferencia de edades y sin riesgo, y el cannabis como una sustancia natural, que no puede ser nociva", ha añadido Pascual. El mensaje sobre las consecuencias en la salud del tabaco sí ha calado, aunque la excusa de comenzar a fumar para ser mayor se ha trasladado al alcohol y al cannabis.
- Los jóvenes no tienen percepción de riesgo del consumo de alcohol y hacen un uso similar al que observan a nivel social y familiar
Monzonis ha añadido que el alcohol se bebe en grupoy en un ambiente de celebración en la b, mientras que "si se instaura el uso de cannabis, su consumo pasa a realizarse de forma diaria en grupos más pequeños o de forma individual". Se fuman porros muchas veces antes de ir al instituto, lo que hace que lleguen a clase bajo los efectos de la droga. Así, pese a que la percepción de riesgo es baja sí es mayor que la del alcohol. "Se les ha transmitido que es natural y no tiene consecuencias, pero al tiempo se encuentra cierta estigmatización hacia los que fuman, puesto que consideran que tendrá consecuencias: faltarán más a clase, se complicarán la vida...", ha dicho Monzonis. Sin embargo, no creen probable que se produzca un trastorno adictivo.
Se observa que el consumo de alcohol en menores es un reflejo del de los adultos, y los jóvenes consideran que se les expone de forma precoz a las bebidas en supermercados y en lugares públicos. "Queremos que no consuman, pero ven que los adultos lo hacen. Es llamativo que muchas veces el inicio del consumo del alcohol se realiza en el domicilio y, por eso, critican ese doble lenguaje", ha dicho Pascual. Por otro lado, los jóvenes no acuden a la consulta por ingesta de alcohol, a menos que ingresen en Urgencias por intoxicaciones y comas etílicos. En ambas drogas se ha constatado que el sexo influye: en una relación de pareja si el varón consume es más fácil que la mujer lo haga, algo que no ocurre al revés.
Reivindicaciones de los jóvenes
"Vivimos en una sociedad donde exigimos el éxito muy rápido, donde la frustración se tolera mal y donde queremos, a partir de la genialidad, llegar a un estatus socioeconómico importante", ha dicho Pascual. No obstante, al mismo tiempo los jóvenes insisten en que quieren que la familia esté a su lado y se preocupe por ellos más allá del rendimiento académico, que imponga normas y se preocupe de las emociones y la afectividad. En esa línea, según Monzonis, los jóvenes critican que sus padres se preocupan más por el qué dirán que por preguntarse por qué sus hijos fuman.
- "¿Por qué consumimos? Porque nos sentimos más felices en determinados momentos, sobre todo con la pandilla"
De alguna manera, según Pascual, los jóvenes exponen: "¿Por qué consumimos? Porque nos sentimos más felices en determinados momentos, sobre todo con la pandilla, y con el cannabis explican que es una forma de anestesiarse y de no vivir una realidad algo ficticia. Esto no es negativo, sino que parte de la reflexión de los jóvenes sobre lo que debería cambiar, ya que subrayan la importancia de las emociones y los valores".
Además, reclaman a la Administración normativas más estrictas, así como la legislación del alquiler de locales privados donde consumen con libertad, y soluciones a estrategias de ocio y de tiempo libre. "Ven que muchos programas y actividades que pueden ser preventivos o de ocio están hechos sin pensar en ellos. Se sienten discriminados porque se toman decisiones con respecto a lo que les gustaría hacer". Por ello, reclaman una oportunidad de ser artífices de su futuro y entienden que de esta forma no tendrían que huir de una realidad que no les gusta, al tiempo que critican la existencia de una imagen negativa de la juventud y del futuro, para dejarles al margen de las decisiones.
Retos para un futuro inmediato
- Incrementar la edad de inicio del consumo.
- Promover cambios en la educación, trabajar la autoestima y la socialización.
- Generar y presentar nuevos modelos sociales y personales, que no estén centrados en la inmediatez y la falta de esfuerzo.
- Incrementar la percepción de riesgo sobre el alcohol y el cannabis.
- Reclaman acción desde la familia, la escuela, el asociacionismo para el ocio y la sensibilización y la concienciación.
- Lucha por un futuro ideal.
- Perciben una normalización de consumos: cambiar la percepción de normalidad en la sociedad, en especial en determinados contextos.
- Advertir sobre el peligro de 'las otras drogas', en las que incluyen el tabaco, y creen que las drogas de iniciación son alcohol y cannabis.
- Reclaman el papel de la familia y su protagonismo en el establecimiento de normas de conducta.
- Sociedad y Administración, tareas incumplidas. Piden educación real y se quejan de la poca implicación social y administrativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario