Expertos del Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP), durante la celebración de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, han aconsejado a las mujeres lactantes que eviten las dietas que tengan un aporte calórico inferior a las 1.800 calorías diarias, debido a que pueden provocar fatiga y reducir el volumen de leche.
Marta Díez, coordinadora del Comité de Lactancia Materna de la AEP, recalca que "el consumo calórico materno recomendado durante la lactancia es de 2.300-2.500 calorías al día para alimentar al hijo, y de 2.600-3.000 calorías para la lactancia de gemelos".
Durante la lactancia, las necesidades nutricionales de la madre son especiales y tiene que aumentar la ingesta de nutrientes, ya que, por ejemplo, la leche producida en los cuatro primeros meses de lactancia supone un cúmulo de energía equivalente al gasto energético total de la gestación.
Para las madres que quieran perder peso más rápidamente, los pediatras han aconsejadocomer cinco veces al día una dieta variada en la que se incluyan todos los alimentos; beber agua, leche y zumos, evitar o reducir las bebidas con cafeína y alcohol y realizar ejercicio físico.
La lactancia disminuye el riesgo de diabetes
"En España se aconseja a las madres lactantes que tomen un suplemento diario de yodo. Las madres vegetarianas deben tomar un suplemento de vitamina B12 durante toda la alctancia para asegurar un aporte adecuado al lactante, ya que el déficit de esta vitamina puede producir efectos neurológicos graves. Además, en el caso de las fumadoras, se ha observado que tienen necesidades aumentadas de vitamina C", ha comentado Díaz.
Asimismo, los pediatras han recordado que la lactancia es el mejor alimento para recién nacidos y lactantes, ya que reduce el número de infecciones gastrointestinales, otitis, infecciones respiratorias bajas y severas, y minimiza las posibilidades de muerte súbita del lactante.
Finalmente, la AEP ha publicado una lista de consejos para mantener la lactancia materna en caso de que se hospitalice al niño. "La hospitalización de los bebés no debe interrumpir o ser impedimento para la lactancia materna. De hecho, lo ideal es seguir haciéndolo en el hospital, salvo la situación clínica del pequeño lo desaconseje", ha afirmado Díaz.
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