PUBLICADO EN 'EXPERIMENTAL EYE RESEARCH'
El secretoma de células madre de cérvix es tan eficaz como corticoides en uveítis
Investigadores españoles han comprobado que el secretoma de células madre de cérvix de útero reduce la inflamación de la uveítis de la misma forma forma que la dexametasona, según publicaExperimental Eye Research.
Covadonga Díaz. Oviedo | 21/09/2016 13:49
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Jorge Saá, oftalmólogo de Jove y autor de la investigación, (Covadonga Díaz)
Un equipo de investigación ha conseguido utilizar el secretoma de células madre de cérvix de útero para disminuir la inflamación en un modelo experimental in vivo de uveítis en ratas, con resultados equiparables a dexametasona pero sin los efectos secundarios de este tipo de fármacos.
El hallazgo de investigadores de la Fundación Hospital de Jove y la Universidad de Santiago de Compostela supone un avance en la aplicación de células madre sobre enfermedades oculares inflamatorias. Los resultados han sido publicados en Experimental Eye Research.
Este equipo ya había comenzado a trabajar en una línea de investigación sobre la utilidad de las células madre del cérvix de útero en enfermedades oftalmológica, con un primer trabajo relacionado con la regeneración tisular de la córnea, que demostró eficacia en cuanto a disminución de los marcadores inflamatorios y regeneración del epitelio corneal en distintos modelos animales, por lo que se está a la espera de la autorización de la Agencia Española del Medicamento para iniciar un ensayo en humanos.
El hallazgo de investigadores de la Fundación Hospital de Jove y la Universidad de Santiago de Compostela supone un avance en la aplicación de células madre sobre enfermedades oculares inflamatorias. Los resultados han sido publicados en Experimental Eye Research.
Este equipo ya había comenzado a trabajar en una línea de investigación sobre la utilidad de las células madre del cérvix de útero en enfermedades oftalmológica, con un primer trabajo relacionado con la regeneración tisular de la córnea, que demostró eficacia en cuanto a disminución de los marcadores inflamatorios y regeneración del epitelio corneal en distintos modelos animales, por lo que se está a la espera de la autorización de la Agencia Española del Medicamento para iniciar un ensayo en humanos.
Conservando sus propiedades
Ahora se ha dado un paso más con resultados en enfermedad intraocular. Para ello se ha vuelto a utilizar el secretoma derivado de las células madre, rico en citocinas y factores de crecimiento, cultivado en el laboratorio y sometido a un proceso de liofilización y deshidratación, "lo que nos permite un manejo más sencillo que con las células madre vivas pero conservando sus propiedades", según Jorge Saá, oftalmólogo de Jove y autor de la investigación, junto con Francisco José Vizoso, director de la unidad de investigación de la Fundación Hospital de Jove, María Bermúdez, Juan Sendon, Samuel Seoane, Noemí Eiró, Francisco González y Román Pérez.
Al observar el poder antiinflamatorio y regenerativo del secretoma se decidió probar su eficacia no ya en enfermedades de la superficie ocular "sino en un modelo de enfermedad intraocular como son las uveítis, que suelen presentar una inflamación potente y difícil de controlar", ha explicado Saá.
Las uveítis suelen ser tratadas con antiinflamatorios de tipo corticoides y con inmunosupresores y fármacos biológicos cuando falla la primera línea. Cuando las uveítis se localizan en la parte posterior de la retina suelen presentar un componente inflamatorio mayor y resultan más difíciles de tratar.
Este equipo de investigación, tras los resultados iniciales en el laboratorio, desarrolló un modelo de uveítis en ratas, induciendo una iridociclitis y se procedió a la administración tópica del secretoma o medio condicionado.
Ahora se ha dado un paso más con resultados en enfermedad intraocular. Para ello se ha vuelto a utilizar el secretoma derivado de las células madre, rico en citocinas y factores de crecimiento, cultivado en el laboratorio y sometido a un proceso de liofilización y deshidratación, "lo que nos permite un manejo más sencillo que con las células madre vivas pero conservando sus propiedades", según Jorge Saá, oftalmólogo de Jove y autor de la investigación, junto con Francisco José Vizoso, director de la unidad de investigación de la Fundación Hospital de Jove, María Bermúdez, Juan Sendon, Samuel Seoane, Noemí Eiró, Francisco González y Román Pérez.
Al observar el poder antiinflamatorio y regenerativo del secretoma se decidió probar su eficacia no ya en enfermedades de la superficie ocular "sino en un modelo de enfermedad intraocular como son las uveítis, que suelen presentar una inflamación potente y difícil de controlar", ha explicado Saá.
Las uveítis suelen ser tratadas con antiinflamatorios de tipo corticoides y con inmunosupresores y fármacos biológicos cuando falla la primera línea. Cuando las uveítis se localizan en la parte posterior de la retina suelen presentar un componente inflamatorio mayor y resultan más difíciles de tratar.
Este equipo de investigación, tras los resultados iniciales en el laboratorio, desarrolló un modelo de uveítis en ratas, induciendo una iridociclitis y se procedió a la administración tópica del secretoma o medio condicionado.
Marcadores diversos
Los investigadores han comprobado que aún con esa administración tópica, es decir, no intraocular, "los resultados son equiparables a dexametasona, lo que demuestra que con esta vía se puede controlar la inflamación ", ha indicado Saá. Este especialista ha incidido en la importancia de conseguir una vía alternativa a los corticoides para evitar los efectos secundarios de éstos, entre los que se incluyen hipertensión ocular, cataratas o efecto rebote en la inflamación, además de infecciones. Con la administración del secretoma no se registró ningún efectos adverso asociado al producto.
La eficacia del secretoma se comprobó a través de tres marcadores diferentes como son la infiltración inflamatoria que ocurre en el humor acuoso, a nivel histológico y de forma molecular a través de marcadores de inflamación, como la interleucina 6, la interleucina 8, el TNF alfa y el MIP1 alfa
Ahora este equipo seguirá trabajando para ver si se replican los resultados en modelos animales más específicos de uveitis.
La prevalencia de las uveitis es muy variable "pero se calcula que el 10 por ciento del déficit visual en occidente está asociado a las uveitis y es la tercera causa de ceguera en población de edad media".
Los investigadores han comprobado que aún con esa administración tópica, es decir, no intraocular, "los resultados son equiparables a dexametasona, lo que demuestra que con esta vía se puede controlar la inflamación ", ha indicado Saá. Este especialista ha incidido en la importancia de conseguir una vía alternativa a los corticoides para evitar los efectos secundarios de éstos, entre los que se incluyen hipertensión ocular, cataratas o efecto rebote en la inflamación, además de infecciones. Con la administración del secretoma no se registró ningún efectos adverso asociado al producto.
La eficacia del secretoma se comprobó a través de tres marcadores diferentes como son la infiltración inflamatoria que ocurre en el humor acuoso, a nivel histológico y de forma molecular a través de marcadores de inflamación, como la interleucina 6, la interleucina 8, el TNF alfa y el MIP1 alfa
Ahora este equipo seguirá trabajando para ver si se replican los resultados en modelos animales más específicos de uveitis.
La prevalencia de las uveitis es muy variable "pero se calcula que el 10 por ciento del déficit visual en occidente está asociado a las uveitis y es la tercera causa de ceguera en población de edad media".
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