El estrés oxidativo generado por la acumulación en el corazón de especies reactivas de oxígeno desemboca en cambios en la función de proteínas relacionadas con el comportamiento de las células madre cardiacas.
Investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC), en Madrid, han demostrado que ante un daño del tejido cardiaco por la presencia de especies reactivas de oxígeno las células madre del corazón adulto se diferencian.
Este proceso puede tener implicaciones en la capacidad regenerativa del corazón adulto. El estudio ha sido publicado en
Cell Death & Differentiation.
Los científicos han estudiado la proteína BMI1 y han descubierto que, en condiciones normales, tiene un papel importante en el mantenimiento de las células madre del corazón. Sin embargo, ante un daño oxidativo la función de BMI1 cambia y pasa a promover la diferenciación de estas células.
Patologías cardiovasculares
"Este tipo de daño está asociado a patologías cardiovasculares graves -explica Antonio Bernad, director de este trabajo e investigador del CNB-CSIC-. Entender los factores que determinan el destino de las células madre puede ayudarnos a explorar nuevas posibilidades de regeneración cardiaca"
Durante el desarrollo embrionario, el corazón presenta bajos niveles de oxígeno, condiciones en las cuales los cardiomiocitos inmaduros se multiplican. Con el nacimiento y la exposición al oxígeno ambiental, aumentan los niveles de oxidación y los cardiomiocitos se diferencian y dejan de dividirse. A pesar de estos indicios, hasta ahora no se había estudiado cómo el estrés oxidativo influye en la renovación celular del corazón adulto.
"Nuestros datos indican que el estrés oxidativo es clave para activar la diferenciación de las células progenitoras. La proteína BMI1 es uno de los reguladores clave de este proceso", concluyen los autores del trabajo.
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