lunes, 15 de enero de 2018

Un chaleco mejora la detección de la fibrilación auricular paroxística - DiarioMedico.com

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CAUSA DE ICTUS GRAVE

Un chaleco mejora la detección de la fibrilación auricular paroxística

La fibrilación auricular paroxística es una de las principales causas de un ictus, siendo el motivo del 50 por ciento de los casos graves. Un equipo de neurólogos del Hospital Valle de Hebrón ha desarrollado un chaleco Holter de tela que ayuda a detectarla.
Miguel Ramudo. Barcelona   |  10/01/2018 13:12
 
 

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Jesús Juega y Jorge Pagola
Jesús Juega y Jorge Pagola, de la Unidad de Ictus del Hospital Valle de Hebrón, Barcelona. (H Valle de Hebrón)
  • Jesús Juega y Jorge Pagola
  • Chaleco
En uno de cada tres casos de ictus se desconoce su causa. Esto aumenta el riesgo de padecer un nuevo accidente cerebrovascular. Es el caso de los pacientes que padecen una fibrilación auricular paroxística, en los que la administración de antiagregantes como el ácido acetilsalicílico -lo más habitual para la prevención de ictus- no tiene efecto y es preferible el uso de anticoagulantes.
"Las técnicas convencionales no resultan muy eficaces a la hora de detectar este tipo de arritmias. Por eso, hemos desarrollado este nuevo protocolo, que nos permite hacer seguimientos en los pacientes desde 30 días a 3 meses, mejorando significativamente la tasa de diagnóstico", explica Jorge Pagola, médico adjunto de la Unidad de Ictus del Hospital Valle de Hebrón e investigador del Valle de Hebrón Instituto de Investigación (VHIR).
Buscando una forma de aumentar a la vez el tiempo de seguimiento y la comodidad del paciente, los investigadores del VHIR han desarrollado un chaleco de tela en el que se incorpora un dispositivo Holter y con el que se ha logrado detectar hasta un 20 por ciento de fibrilación auricular, cuando hasta ahora solo se había logrado hacerlo en un 2 por ciento de los casos. Así lo demuestran en un estudio que se publica en International Journal of Cardiology.
Este instrumento aprovecha las nuevas tecnologías wearable, es decir, dispositivos electrónicos que se incorporan en alguna parte del cuerpo interactuando de forma continua con el usuario y con otros dispositivos con la finalidad de realizar alguna función concreta. "Nos preocupaba saber si se registraría el tiempo suficiente para obtener datos que pudieran ser aprovechados. Y gracias a este estudio hemos sabido que en un 80 por ciento del tiempo que el dispositivo se lleva, se registra actividad. Esto es muy valioso en un caso tan esquivo como es el de la fibrilación auricular", puntualiza Jorge Pagola.

Vida normal

Uno de los principales inconvenientes de los dispositivos que hasta la fecha existen es el del adhesivo, que produce irritaciones y daños en la piel, lo que complica que se puedan llevar durante largos periodos de tiempo. El nuevo chaleco Holter que han desarrollado en el VHIR no tiene este inconveniente. Pagola explica cómo se había tenido en cuenta este aspecto en el estudio. "También hemos evaluado las posibles alergias o daños sobre la piel, y en el estudio realizado estos inconvenientes no llegaban ni al 5 por ciento".
Esta comodidad permite que el paciente pueda llevar una vida normal, incluso durmiendo con él, como comenta Melitón Bascuñana, uno de los pacientes que ha participado en el estudio. "Hacía una vida completamente normal. Al principio me molestaba un poco, pero luego ya ni me daba cuenta. Trabajaba en mi jardín y hacía todo lo que era normal, aprovechando el momento del aseo para cargar la batería."
Precisamente, el caso de Melitón Bascuñana es paradigmático de cómo el nuevo dispositivo puede ayudar en las detecciones más complicadas. "Había tenido un ictus y no se sabía la causa. Por eso se incluyó en el estudio y llevó el chaleco durante un mes, no detectándose nada. Como era un paciente muy cooperador, se le ofreció llevarlo un mes más, sin detectarse nada tampoco. Pero en el tercer mes sí que fuimos capaces de detectar la fibrilación y ahora se ha podido adecuar su tratamiento para evitar un segundo ictus que puede ser muy severo" explica Pagola.
La recogida de los datos con el chaleco es necesaria a las dos semanas y a los treinta días. Esto puede llevarse a cabo en el propio centro, pero también existe la opción de que, a través de una aplicación en el móvil y mediante el bluetooth, los datos se envíen de forma telemática sin necesidad de que el paciente se traslade al hospital.
Otra de las ventajas que Pagola no duda en destacar es que se trata de un dispositivo que no es costoso, lo que facilita su utilización en un centro público. "Esto también nos ha servido para poder ofrecer la opción a muchos pacientes, sin tener que hacer una selección. La idea es que se pueda ofrecer a todos aquellos pacientes en que se haya descartado las otras causas probables de ictus como una parte más del protocolo."

Consolidación de datos

En el estudio han participado un total de 215 pacientes, la mayoría de los cuales han llevado el chaleco durante treinta días. Sin embargo, como en el caso de Melitón, aquellos a los que no se lograba hacer un diagnóstico en estos primeros 30 días, se les ampliaba a dos y tres meses el tiempo de exploración. De estos últimos, actualmente hay datos de 50 pacientes.
La intención ahora es seguir haciendo investigación clínica, en colaboración con centros del Reino Unido y Grecia -aunque está abierta la posibilidad de ampliarlo a otros países-, para ver hasta qué punto un seguimiento de tres meses resulta óptimo para mejorar la tasa de diagnóstico de esta causa del ictus.

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