Los profesionales de Atención Primaria sitúan en un 7.4 sobre 10 su nivel de preocupación frente al COVID-19. Así lo constatan los resultados de la encuesta ‘Conocimiento y percepción de las medidas adoptadas frente al COVID-19 por los profesionales de Atención Primaria’ realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). La misma fue completada entre los días 10 y 14 de marzo, hace apenas 10 días, por un total de 1.332 trabajadores de todas las comunidades autónomas y pertenecientes a diferentes categorías profesionales, en su mayoría, médicos, para conocer los niveles de protección reales de estos profesionales ante la pandemia.
Entre las conclusiones más representativas de la misma destaca que el 50 por ciento de los profesionales creía que la protección era menor de 4/10. Otros datos preocupantes que revelaba la encuesta es que sólo un 29,1 por ciento había recibido la formación suficiente para poder ponerse y quitarse con seguridad los equipos de protección individual (EPIs) o que al 42 por ciento de los encuestados no le habían comunicado desde su gerencia el procedimiento de actuación ante el paciente en aislamiento domiciliario.
Estas cifras cobran especial relevancia si se tiene en cuenta que los primeros facultativos muertos en España por coronavirus han sido dos médicos de familia.
En cuanto a la falta concreta de material, la encuesta revelaba que sólo el 50,8 por ciento de los profesionales disponía de dispensadores de solución hidroalcohólica, que sólo el 42,4 por ciento tenía contenedores de residuos adecuados en su centro laboral o que sólo el 14,9 por ciento de ellos disponía de mascarillas FFP2 y FFP3. Del mismo modo, el sondeo revela que hasta un 30 por ciento de los profesionales consultados no tenía guantes de protección, que sólo un 15,9 por ciento tenía batas impermeables y el 16,2 por ciento protectores oculares.
Autoformación
Como datos positivos, el 94,5 por ciento había leído los protocolos de actuación del Ministerio de Sanidad, el 87,8 por ciento conocía la existencia de un teléfono de información ciudadana en su comunidad autónoma y el 71,2 por ciento estaba de acuerdo con las medidas de restricción de actividades formativas, lo cual refuerza la idea de la alta preocupación de los profesionales por la situación. Los resultados apuntan a que más del 60 por ciento obtenía la información del Ministerio y de las gerencias, mientras que el resto lo hacía a través de las sociedades y webs científicas, prensa y redes sociales, así como de los compañeros.
Estos resultados preocupantes han llevado a la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia a emitir un comunicado en el que instan a las autoridades sanitarias a dotar a los profesionales de Atención Primaria de medidas de protección eficaces que “les permitan trabajar con las medidas de seguridad suficientes para preservar su salud y, por otro, eviten que se conviertan en vector de transmisión de la enfermedad”.