El cáncer epidermoide causa unas 12.000 muertes al año en España, siendo la segunda neoplasia más frecuente y una de las principales causas de muerte por cáncer. Es por ello que la investigación sobre el mismo resulta fundamental. Así, el equipo de investigación Ciclo Celular, Células Madre y Cáncer de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL), acaba de publicar un trabajo en el que se ha conseguido identificar un gen que permite a la piel funcionar a pesar de estar expuesta de forma cotidiana al sol. Este hallazgo aporta nuevas vías de pronóstico y de terapia en el cáncer epidermoide.
El trabajo, publicado en la revista ‘Cell Death and Differentiation’, del Grupo Nature, ha sido realizado en colaboración con los grupos de investigación del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) liderados por Mariano Barbacid y Marcos Malumbres.
Según ha explicado Alberto Gandarillas, el coordinador de esta investigación, la exposición continua de las células de la epidermis a la radiación solar provoca un daño en el ADN, a pesar de que externamente no se manifieste por una quemadura o enrojecimiento de la piel.  Sin embargo, el gen estudiado permite que las células estén expuestas normalmente al sol sin morir por apoptosis.
En este sentido, el trabajo de investigación ha permitido demostrar que moléculas que controlan la división celular protegen a las células epiteliales de la piel, la boca y el cuello de la muerte celular frente al daño genético continuado. “Al eliminar el gen CDC20 las células de la piel morían. Genes como este permiten la existencia de estos tejidos, su renovación y su función a pesar de estar expuestos a mutágenos de forma crónica”, ha expuesto Gandarillas.
Fenómeno de pelado
Respecto al conocimiento previo que ha llevado a esta conclusión, Gandarillas recordaba que ya se tenía respuesta al fenómeno del pelado de la piel por efecto de la luz ultravioleta, “que no se da necesariamente por muerte celular, por necrosis o quemadura, sino por una acumulación del daño genético”. También se conocía que esta respuesta se da en células de la boca y la garganta, que también están continuamente expuesta a carcinógenos como el tabaco y el alcohol.
Sin embargo, hasta la aparición de este nuevo trabajo, se seguía sin entender cómo o por qué las células de estos epitelios escapan de la apoptosis y consiguen mantener el tejido a pesar del impacto continuo en su ADN. Ahora la identificación del gen CDC20 aporta nuevas vías de investigación en el cáncer epidermoide.