El paciente crítico ingresado por COVID-19 suele estar afectado por infecciones secundarias como la neumonía asociada a la ventilación mecánica (NAVM), según ha explicado Paula Ramírez, especialista del Hospital Universitario La Fe de Valencia, en el encuentro organizado por videoconferencia por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), con la colaboración de MSD.
El seminario ‘Actualización en el manejo de la neumonía por COVID-19’ ha contado con la participación de expertos en diferentes especialidades que han tratado las diferentes patologías asociadas al dilatado ingreso, que en muchos casos supera los 20 días.
Los estudios recientes indican que las complicaciones bacterianas afectan al 32 por ciento de los pacientes críticos, una cifra que se incrementa en los pacientes con COVID-19. Los especialistas han indicado que la infección altera la respuesta inmune, lo cual afecta a la respuesta inflamatoria.
Según Paula Ramírez, la NAVM provoca todavía más inflamación, por lo que es aconsejable realizar pruebas de plasma o broncoalveolares (BAL), además de las habituales radiografías, cultivos microbiológicos y los criterios clínicos.
Sistema nervioso central
Los especialistas en Medicina Intensiva han hablado también de las complicaciones en el sistema nervioso central (SNC), sobre todo cuando el paciente crítico con COVID-19 despierta de la sedación. María Ángeles Ballesteros, del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), ha explicado que existe una acción directa del coronavirus en el SNC. De hecho, en la ciudad china de Wuhan llegó a afectar a más de un tercio de los pacientes.
“Los pacientes con neumonía grave tienen más prevalencia de sufrir esas manifestaciones neurológicas”, ha manifestado la Dra. Ballesteros durante su intervención. Es habitual que un coronavirus afecte al SNC, pero el Covid-19 se manifiesta ya en los primeros días de infección.
Determinadas investigaciones han demostrado que algunas afectaciones como las cefaleas, los mareos, las mialgias o la afectación de los sentidos del olfato y gusto surgen antes que las pulmonares. De hecho, las alteraciones del gusto y del olfato afectan al 35 y al 38 por ciento de los pacientes críticos, respectivamente.
Las afectaciones del sistema nervioso central son más graves cuando el paciente despierta de la sedación. En algunos casos el paciente está varios días sin lucidez, agitado y desorientado. En opinión de María Ángeles Ballesteros, es pronto para saber hasta qué punto son efectos secundarios de la infección o del proceso médico, si bien ha aconsejado la realización de pruebas neurológicas complementarias, en el entorno de un abordaje global.
Coagulopatía asociada
Otras complicaciones del paciente crítico con COVID-19 han sido tratadas por Víctor Jiménez, hematólogo del Hospital Universitario La Paz de Madrid, quien ha hablado de la coagulopatía asociada existente en todo el proceso de la infección por COVID-19 y ha apuntado a “la hipótesis de una sepsis viral”.
Además, un 25-31 por ciento de los pacientes en UCI por este tipo de coronavirus tiene riesgo de trombosis, a pesar de las profilaxis antitrombóticas. En estos casos la dificultad reside en calcular bien la dosis de anticoagulantes, especialmente en pacientes obesos.
Riesgo de reinfección
También ha participado en el webinar de la SEMICYUC Fernando González, genetista de la Universidad de Valencia, quien ha comentado que el coronavirus muta más lentamente que otros virus de ARN, como la hepatitis C o el VIH. En su opinión, la entrada del COVID-19 se produjo por distintas vías y todavía es pronto para saber qué factores del paciente lo vuelve más virulento y cuáles son propios del virus. Asimismo, este experto en Genética ha recalcado que el virus “no ha sido generado artificialmente ni se escapó de un laboratorio”.
Otro tema que preocupa especialmente es el de la inmunidad tras superar la enfermedad. En este sentido, Fernando González ha indicado que la posibilidad de reinfección existe en casos leves, pero todavía no hay datos concluyentes sobre pacientes graves. “Afortunadamente, la tecnología genómica permite saber si la reinfección es del mismo linaje o nueva”, ha dicho.