Una visión integradora | 13 JUN 20
Frente a la pandemia por COVID 19
Valor del aislamiento y diagnostico comunitario, cómo transitar y salir de la cuarentena
Autor/a: Dr. Jorge Osvaldo Gorodner Fuente: IntraMed
Texto principal
Homenaje a la memoria del Dr. Arturo H. Gorodner, víctima de COVID 19
La salud humana está relacionada íntimamente con la salud del resto de los integrantes de los ecosistemas, de tal modo que las alteraciones en la integridad del mundo físico y de la biota, tienen su correlato en la salud humana y viceversa. |
Existe la posibilidad, señalaron investigadores chinos de Tianjin y Nanjing, en un estudio publicado en la Revista de Bioinformática, que el COVID 19 haya surgido del murciélago de herradura o rinolófido, además de otras especulaciones no confirmadas.
Algunos de los síntomas del COVID 19 son similares a los del SARS, según publicaciones de The Lancet, basados en los 41 primeros casos detectados en China. Todos esos pacientes tenían neumonía, casi todos tenían fiebre, tres cuartas partes tosían y más de la mitad tenían problemas respiratorios, y se han descripto posteriormente: anosmia; ageusia; conjuntivitis; diarreas; trombosis vascular diseminada; insuficiencia renal y hepática, y diarreas.
Actualmente no hay tratamiento específico; no obstante se utilizan las drogas existentes (antiparasitarios; antivirales; plasma de convalecientes; corticoides; antiagregantes plaquetarios; anticoagulantes; heparina de bajo peso molecular; etc.)
El habitante que está sometido al riesgo de infectarse por COVID-19 debe hacer cuarentena domiciliaria inexcusablemente, a excepción del personal sanitario, de seguridad y otros servicios esenciales. En estas circunstancias es necesario conocer la magnitud real de la infección de COVID-19 para detectar y aislar portadores y asintomáticos, llevando a cabo un estudio epidemiológico masivo con los test disponibles para establecer la magnitud de la virosis y hacerle frente e ir cumplimentando en tiempo y forma con las premisas de un regreso a la vida normal.
Coincidentemente ha tenido lugar en el mundo la emergencia o reemergencia de muchos eventos epidemiológicos, convirtiéndose en problemas sanitarios de magnitud.
La preocupante contingencia por COVID 19 ha causado en el mundo al 27 de mayo de 2020, 5.638.960 contagiados; 352.789 fallecidos y 2.323.860 recuperados, con una tasa de letalidad de 15,9%.
En Argentina se reportaron 13.228 contagiados; 492 fallecidos y 4.349 recuperados, con una tasa de letalidad de 2,68%. Como referencia, Suecia sin cuarentena ha señalado una letalidad del 12% y Noruega con cuarentena del 3%. Australia dispuso cierre de fronteras, cancelación de grandes encuentros, distanciamiento social y finalmente confinamiento con pocas excepciones. A la vez consolidaron sistemas de salud, y amplios testeos, además de poseer características geográficas favorecedoras, lo cual ha sido favorable, según Capdevila I.
Frente a un problema sanitario de origen desconocido, como la pandemia por COVID 19, debemos aplicar en nuestras acciones un programa de trabajo basado en experiencias, conocimientos comparativos y con un bagaje de recursos, tanto humanos como materiales, para luchar contra la pandemia con presumible éxito.
En esta guerra no nos va a ir bien si no cumplimos con determinadas premisas sanitarias que han dado resultados positivos en otras circunstancias. La primera de ellas es el aislamiento de las personas, por cuanto la infección se transmite entre los seres humanos y probablemente también por elementos contaminados durante el tiempo que abarque todo el período de transmisiblidad del patógeno, por ahora no totalmente conocido. Efectuando a tales fines un análisis inmunoepidemiológico masivo para determinar los casos de infección asintomática y los subclínicos para su aislamiento y tratamiento. A los casos clínicos, se les aplica el protocolo establecido por las autoridades sanitarias para su asistencia médica.
El doctor Harvey V. Fineberg, notable experto en salud pública, ex presidente de la Academia Nacional de Medicina y ex rector de la Universidad de Harvard, EE. UU., ha sostenido que deben seguirse los siguientes seis pasos para el control de la covid-19 sin afectar la economía: 1. Establecer un comando unificado. 2. Poner a disposición millones de tests. 3.Suministrar equipos de protección a los trabajadores de la salud y equipar a los hospitales para un aumento repentino de pacientes graves. 4. Diferenciar a la población en cinco grupos y tratar en consecuencia: primero, necesitamos saber quién está infectado; segundo, quién se supone que está infectado; tercero, quién ha sido expuesto; cuarto, quién no se sabe si ha estado expuesto o infectado; y quinto, quién se ha recuperado de la infección y está adecuadamente inmune. 5.. Inspirar y movilizar al público. 6. Aprender en tiempo real mientras se realiza una investigación fundamental. |
Al encontrarnos en plena pandemia, el problema socio-sanitario creado por una cuarentena de larga duración es debido al desconocimiento que aún se posee de la patogenia viral y al no contar con una vacuna para prevenir la patología, no puede pensarse en una inmunidad comunitaria porque sería librar a la gente a un futuro incierto. Con el aislamiento comunitario debe hacerse un testeo masivo y periódico para poder detectar casos positivos, con el fin de aislarlos y tratarlos con los recursos disponibles.
Siguiendo igual criterio con los contactos positivos. En cuanto a los casos positivos, aislarlos y tratarlos según protocolo y aquellos con manifestaciones ostensibles, internarlos para su aislamiento y tratamiento. Los testeos deben realizarse con las técnicas disponibles, pero habida cuenta de su variabilidad por razones de sensibilidad y especificidad se deben realizar no menos de 2 test separados por un corto plazo de días.
De esa manera con mayor información disponible estaremos avanzando en el manejo de la pandemia e iniciando la producción y generación de servicios y recursos económicos, mientras se cumple con las normas sanitarias, tendientes a la normalización del país y hasta tanto se cuente con la vacuna o surja una sorpresa de mitigación viral.
Respecto a la oportunidad o no del uso de barbijos, como así incluso sobre su fabricación casera: Según la experiencia exitosa de la República Checa, se señala que todos usan barbijos porque consideran que es la forma de protegerse unilateral y mancomunadamente frente a una ignorada y posible fuente de contagio. Superada en gran medida la contingencia, el uso indiscriminado del barbijo dejará de serlo para transformarse en selectivo, incluso con ahorro de tiempo y dinero para satisfacer las actuales necesidades de la población.
En cuanto a la inmunidad colectiva se considera que al desconocer el comportamiento del virus, sin vacuna para inmunizar a la población y en plena pandemia, su aplicación implicaría un gran peligro por su fracaso, como ha sucedido en Inglaterra o Suecia.
Inés Capdevila ha dicho: “En las actuales circunstancias debido a las necesidades económicas de los países y en vista que las cifras son alentadoras se piensa en ir levantando paulatinamente la cuarentena atendiendo al factor R (tasa de reproducción de un virus y que, por fases, empieza a bajar en el mundo gracias a las cuarentenas)”.
La Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, estableció una serie de pasos de reapertura para guiar a sus miembros en la encrucijada; la clave estará en la capacidad del sistema sanitario de lidiar con un número determinado de contagios y en el establecimiento de un sistema afinado de testeos para monitorear contagios.
Es indudable que la producción debe ponerse en movimiento, según la situación epidemiológica lo permita en forma programada de acuerdo con estándares sanitarios. Cada comunidad comprometida epidemiológicamente o grupo de trabajo o establecimiento debe necesariamente retomar sus actividades, chequearlo previamente con test diagnósticos a toda persona involucrada, determinando la inmunidad frente al covid-19 para adoptar el temperamento sanitario correspondiente. El resto de las personas que no posean anticuerpos no deben tener contacto cercano con otras personas o grupos, guardando una distancia no menor de 2 metros entre sí y portando ropa de protección, mascarillas, anteojos o pantallas transparentes y guantes de ser necesarios, éstos últimos en sus lugares de trabajo.
En barrios vulnerables deberá disponerse de puestos sanitarios de control y testeo, de igual manera se procederá con los controles en establecimientos comerciales o de producción de bienes y servicios. En cuanto a los costos operativos de tales medidas, serán los responsables de los establecimientos quienes dispondrán las medidas y ejecución de las mismas, disponiendo, entre otras, de aislamiento y protección; que los lavatorios posean suficiente agua y jabón y en los lugares de paso obligados y de trabajo, dispenser con alcohol gel para uso rutinario, además de no permitir reuniones de más de 4 personas en ambientes pequeños y cerrados sin ventilación adecuada.
En el caso de los establecimientos comerciales y/o productivos, el traslado del personal deberá estar garantizado para no someterlo a viajar sin resguardo y con peligro de su salud por aglomeración en los medios de transporte.
Para encarar eficazmente los problemas mencionados, debemos mantener la cuarentena con distintos grados de rigor, según los datos epidemiológicos que surjan de los testeos masivos de la población y dar lugar a la normalización de las actividades y esparcimiento. Caso contrario será caminar en tinieblas con riesgo de vida. |
Y por último el grado de acatamiento de la gente a las restricciones establecidas y los presuntos problemas psicológicos que trae aparejado un aislamiento prolongado, arrojan en conclusión que cada ser humano debe tomar sus propias precauciones sean las circunstancias que le comprenda, como así su comunidad.
Amén de todo ello cabe destacar que son altamente valiosos el más de un centenar de proyectos de investigación que se están llevando a cabo en plena pandemia para encontrar una terapéutica válida para contrarrestar al COVID 19 y a la anhelada vacuna que permita volver a la normalidad de nuestras vidas y al desarrollo y bienestar de nuestros países a corto plazo.
Autor: Dr. Jorge Osvaldo Gorodner: Doctor en Medicina (UBA); Profesor Honorario de Medicina (UBA); Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina; Miembro de Honor y Presidente de la Sociedad Argentina de Patologías Regionales y Medicina Tropical (AMA).
IntraMed agradece al Dr. Jorge Osvaldo Gorodne su colaboración con nuestra red profesional.
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