La contaminación causa en España más de 10.000 muertes al año
04-06-2020
La mala calidad del aire y la polución tienen consecuencias directas en la salud de las personas, suponiendo además un relevante factor de riesgo en un número elevado de enfermedades, entre ellas, el covid-19.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que entre las diez patologías más mortales a nivel global, hay cinco de tipología respiratoria. En el mundo, 9 de cada 10 personas respira aire contaminado, y más de 7 millones fallecen al año por esta causa. 10.000 de ellas, en España. Estas cifras se han repetido contantemente en la webinar celebrada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), un adelanto de la celebración del Día Mundial del Medioambiente, que se celebra el 5 de junio. La primera en incidir sobre estos datos ha sido Isabel Urrutia, coordinadora del Área de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Medioambientales de la SEPAR. "La raza humana ha sacado todo el provecho que ha podido el planeta durante miles de años, hasta alcanzar una etapa del bienestar. Pero desde hace aproximadamente 500 años, lo estamos enfermando nosotros mismos. Se nos ha convertido en el enfermo respiratorio más importante", lamenta Urrutia.
En una ponencia sobre la calidad del aire como determinante de salud, la especialista plantea la relación entre esta problemática y la epidemia del coronavirus, haciendo referencia a varios estudios que han demostrado que tienen mucho que ver. "En Italia vimos desde el principio que las zonas más castigadas por el virus estaban afectadas por peores condiciones del aire", explica. Además, otra investigación de autores chinos concluye que "hay una significación entre contaminación e infección por covid-19, además de asociar por cada aumento de 10 micras por metro cúbico el crecimiento de la mortalidad".
De igual forma, hay otras hipótesis complementarias que prueban una mortalidad más alta de aquellos enfermos por coronavirus que desarrollan una neumonía vírica en zonas más contaminadas. "Los investigadores encontraron los factores asociados al mayor riesgo de mortalidad de las personas infectadas, personas mayores, gente con hipertensión, cardiopatía, diabetes o insuficiencia renal. Todas estas patologías que son factores de riesgo, están relacionada con la exposición a largo plazo a la contaminación, sobre todo al dióxido de nitrógeno", señala. Por eso, la especialista anima a "tener en cuenta la calidad del aire como medida de prevención de epidemias".
Por otro lado, Julio Díaz Jiménez, del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, aporta nuevas perspectivas en el binomio contaminación atmosférica y salud. "Cuando hablamos de contaminación atmosférica siempre nos referimos a la polución química, pero hay otro tipo, véase el ruido, que tiene mecanismos también nocivos a través del vertido de adrenalina y noradrenalina, o también mediante una mayor emisión de cortisol, relacionada con un debilitamiento del sistema inmunológico", detalla el experto. Por lo tanto, "el ruido también puede hacer que el sistema inmunológico baje, y que una respuesta a una posible infección sea menor. Es lo que ocurre en Madrid con muchas patologías, porque además tenemos claro que el efecto en salud de la contaminación acústica en la capital es mayor que el de la contaminación atmosférica. No solo influye en los ingresos por enfermedades respiratorias, sino también en las cardiovasculares".
Políticas para la mejora
Además, en el evento han participado representantes de los ministerios de Sanidad y Transición Ecológica para arrojar algo de luz a las medidas que se están tomando desde las administraciones, tanto en España como en Europa. Marta Muñoz, subdirectora general de Aire Limpio y Sostenibilidad Industrial de la Dirección General de Calidad Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, explica que la Comisión Europea ha realizado un análisis retrospectivo sobre las políticas para la mejora de la calidad del aire que nos permite fundamentar reflexiones sobre qué es lo que no ha funcionado. Con una conclusión clara. "El problema de la calidad del aire no está resuelto en Europa".
Uno de los pilares comunitarios en materia de calidad del aire recoge las normativas que establecen valores límite en cuanto a la concentración de contaminantes atmosféricos. "Si nos centramos en este terreno, observamos que los valores que establece la Comunidad Europea son menos estrictos que los que propone la OMS", sostiene Muñoz. Estas discrepancias brotan, por ejemplo, en el caso del ozono. "La CE nos dice que entre un 8 y un 16% de la población está sometida a superaciones de los valores límite, mientras que si miramos al porcentaje expuesto a las directrices de la OMS, estamos entre un 96 y un 98%. Aunque especialmente existe una discrepancia en un contaminante, las partículas finas, una causa de preocupación por su efecto importante sobre la salud. En este sentido, el Parlamento Europeo ha urgido a la Comisión a actuar sin demora para introducir unos valores que permitan tomar medidas más estrictas para cumplir con lo que indica la OMS, algo que apoyan los profesionales de la salud", desarrolla.
Por su parte, Pilar Aparicio, directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, resalta también los datos como prueba fehaciente de que hay que tomar medidas de control de la contaminación. "El Ministerio de Sanidad está desarrollando varias iniciativas y compromisos en este sentido", avanza. Entre ellos un plan nacional de salud y medio ambiente, y el plan nacional de protección de la temperatura. Ambos están empezando ya a funcionar. En consonancia, el Ministerio de Transición Ecológica está llevando a cabo el plan nacional de calidad del aire y el programa nacional de control de la contaminación atmosférica. Aparicio destaca el primero, "donde se incluyen varias medidas relacionadas con la salud, y pretende conocer con mayor profundidad el impacto de la calidad del aire en la salud humana".
Los ciudadanos hablan
Asimismo, los enfermos respiratorios han querido recordar el impacto especialmente grande que tiene la contaminación en las personas que padecen una patología respiratoria. "En última instancia, reducir la contaminación es vital para mejorar la salud respiratoria de las personas, pero como pacientes, queremos poner sobre la mesa otras cuestiones que nos parecen fundamentales", comenta Mariano Pastor, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias (FENAER). "La acción contra la polución es responsabilidad de todos, cada uno desde su ámbito, esto está claro. Pero la gran pregunta cada vez que planteamos el efecto de la contaminación en la salud es qué hacemos mientras no somos capaces de reducirla. Y veo muy pocas respuestas".
En opinión de FENAER, con todos los conocimientos existentes sobre cómo incide la polución en la salud respiratoria, "el hecho de que las concentraciones diarias de ozono, gases tóxicos y partícula superen en mucho los valores límite en muchas ciudades españolas, el saber que afecta también a la salud cardiovascular y a otras muchas patologías, o que sea la causa de más del 50% de las neumonías infantiles, son solo algunos ejemplos para explicar por qué creemos que hay que asumir la contaminación como una amenaza muy real", sostiene Pastor, quien concluye con una reflexión. "Ya no hablamos de futuribles, sino de efectos muy reales. Todo esto nos lleva a la obligación de dar un giro al planteamiento informativo y formativo sobre los efectos de la polución en la salud. Es ya momento de hablar no solo de cómo afecta, sino qué hacemos para conseguir que nos afecte lo mínimo posible".
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