Un tratamiento para pacientes con infección por ‘Clostridium difficile’ (CDI) que utiliza bacterias intestinales trasplantadas para tratar la infección es un tratamiento más efectivo y rentable que el uso de antibióticos, según un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).
El CDI produce una infección del intestino, que comúnmente afecta a las personas que han sido tratadas recientemente en el hospital, aquellas con afecciones subyacentes y pacientes mayores de 65 años. Casi el 30 por ciento de los pacientes tratados por la afección experimentan al menos una recurrencia. La recurrencia de la afección se ha asociado con un mayor riesgo de mortalidad y generalmente se trata con antibióticos.
El trasplante de microbios fecales (FMT), un tratamiento iniciado por primera vez como un medicamento con licencia por el profesor Peter Hawkey y su equipo en la Universidad de Birmingham, es un método en el que se usan bacterias intestinales y otros componentes en las heces para tratar el CDI.

Más efectivo y menos costoso que los antibióticos

La bacteria se extrae de un donante sano, se procesa y se analiza antes de ser trasplantado a través de una sonda nasogástrica. El tratamiento con FMT se asocia con una cura más alta y tasas de recurrencia más bajas que la fidaxomicina o la vancomicina, los dos antibióticos más comunes utilizados para tratar el CDI recurrente (rCDI).
El estudio, que presenta el primer modelo de decisión para pacientes con ICDR ya hospitalizados en el Reino Unido, analizó ensayos controlados aleatorios, estudios observacionales y opiniones de expertos del Reino Unido sobre pacientes con ICDC simple o múltiple.
En este sentido, los investigadores analizaron el coste de cada una de las cuatro opciones de tratamiento para rCDI para los efectos del tratamiento, los costes unitarios, la calidad de vida relacionada con los recursos y la salud para identificar qué tratamiento fue el más rentable y ofreció el mejor resultado para los pacientes.
El trabajo mostró que ambos métodos para administrar FMT eran de menor costo en comparación con el tratamiento estándar con antibióticos. La FMT por sonda nasogástrica fue la menos costosa. También se demostró que la FMT por colonoscopia es ligeramente más efectiva que el tratamiento por sonda nasogástrica, ofreciendo a los pacientes una mejor calidad de vida. Además, se compararon otros dos tratamientos antibióticos estándar con vancomicina y fidaxomicina en el modelo, pero ambos tratamientos mostraron ser más costosos y menos efectivos que cualquiera de las intervenciones de FMT.
Del mismo modo, los expertos comprobaron que la vancomicina fue el tratamiento más costoso y menos efectivo. “FMT no es actualmente un tratamiento generalizado para esta enfermedad, sino que demuestra que no solo salva vidas, pero también es significativamente más rentable, por lo que esperamos que este sea uno de los primeros pasos para que el tratamiento sea aceptado más ampliamente”, han zanjado los expertos.