Aumentan las opciones para hacerle frente a las alergias alimentarias de los niños
Los medicamentos, las hierbas y la desensibilización ofrecen alternativas a la evitación, afirman expertos
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(*estas noticias no estarán disponibles después del 11/01/2012)
Traducido del inglés: viernes, 3 de agosto, 2012
Más de tres millones de jóvenes estadounidenses (alrededor de uno de cada 25) sufren de una alergia alimentaria de algún tipo, por lo general a la leche, a los huevos o al cacahuete, según las estadísticas del gobierno de EE. UU. Para ellos "la evitación ha sido el principal tratamiento durante mucho tiempo", señaló el Dr. William Silvers, alergólogo con un consultorio privado en Vail, Colorado, y vocero del Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (American College of Allergy, Asthma and Immunology).
"Ahora lo que vemos es un mayor interés en la inmunoterapia oral", dijo Silvers. "Esto significa administrar por vía oral dosis pequeñas, pero que aumentan lentamente, de los alimentos a los que los niños son alérgicos, y aumentar la cantidad ingerida con el tiempo para desensibilizar al niño del alimento para que pueda tolerarlo".
Pero esto conlleva un precio. La Dra. Carla Davis, alergóloga del Hospital Pediátrico de Texas, en Houston, anotó que una vez un niño se ha desensibilizado de un alimento en particular, tiene que seguir comiéndolo con regularidad, o la alergia vuelve de nuevo.
"No hay mantenimiento de la tolerancia si se evita el alimento", explicó.
Junto con la desensibilización, otro tratamiento nuevo potencial para las alergias alimentarias es un fármaco llamado omalizumab (Xolair). Silvers explicó que funciona al bloquear la actividad de la sustancia causante de alergias llamada inmunoglobulina E (IgE), de forma que la reacción alérgica nunca comience.
Sin embargo, la alergia alimentaria regresaría si la persona dejara de tomar el medicamento, que actualmente solo está disponible en forma inyectable y que no ha sido aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) de EE. UU. para su uso en niños menores de doce años.
Pero algunos investigadores creen que una combinación de los dos tratamientos podría ser mejor que cualquiera de los dos de forma independiente. Informes iniciales de un estudio muy pequeño halló que nueve de once niños que recibieron Xolair y luego fueron desensibilizados de la leche podían consumir hasta 355 mililitros (12 onzas) de leche al día sin sufrir una reacción.
Davis apuntó que los investigadores también evalúan formulaciones herbales y que una combinación particular de nueve hierbas pudo prevenir una reacción alérgica grave, llamada anafilaxia, en ratones. "Es otro de los tratamientos que quizás esté disponible pronto", aseguró, aunque todavía no hay evidencia en humanos.
Pero lo que se ha probado es que muchos niños podrían simplemente superar sus alergias alimentarias con la edad, incluso algunas de las más letales. Davis dijo que hasta uno de cada cinco niños podrían superar una alergias a los cacahuetes, pero que las alergias a los huevos, la leche, la soya y el trigo son las más frecuentemente superadas con le edad. En general, las alergias a los cacahuetes, las nueces de árbol y los mariscos tienden a continuar cuando los niños crecen, apuntó.
Saber si un niño ha superado una alergia alimentaria conlleva pruebas repetidas de piel y sangre, apuntó Silvers. "Si los niveles de IgE en sangre se reducen con el tiempo, o si las pruebas de piel resultan negativas o con una reacción muy pequeña, un niño o un adulto pueden recibir un desafío alimentario para ver si reaccionan", planteó.
Pero para que sea segura, la prueba "se debe hacer bajo la supervisión de un médico", enfatizó Davis, porque puede ocurrir una reacción grave si el niño no ha superado la alergia.
Silvers recomendó a los niños con alergias alimentarias persistentes que el niño o sus padres siempre lleven el antihistamínico Benadryl o una inyección autoadministrada de epinefrina. Si se sospecha que el niño ha ingerido accidentalmente el alimento alérgeno, debe tomar el antihistamínico de inmediato. Si la reacción alérgica empeora, administre la epinefrina y acuda a emergencias lo antes posible.
Es importante acudir al hospital tras una reacción alérgica grave, porque puede haber una segunda reacción de cuatro a seis horas después, advirtió Davis.
Muchos niños tienen su propia epinefrina en la oficina de la enfermera escolar. En Chicago, el sistema de escuelas públicas decidió recientemente dar el próximo paso y mantener existencias de inyecciones autoadministradas de epinefrina en todas las escuelas, y entrenar al personal escolar en su uso, de forma que estén preparados ante cualquier reacción alérgica grave.
"Es una buena idea, ya que alrededor de uno de cada cinco niños sufre su primera reacción grave en la escuela", comentó Davis.
Davis dijo que es importante que los que conviven con una alergia alimentaria hallen un equilibrio entre estar atentos y estar demasiado ansiosos. Los padres deben estar "preparados para una reacción, pero no deben estar anticipando una todo el tiempo", señaló. "Algunos padres muestran una ansiedad extrema sobre el contacto que su hijo pudiera tener con el alimento. Una vigilancia estrecha es importante, pero también lo es la calidad de vida".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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