ESTUDIO | Animales y sangre humana
La vitamina B3, ¿una 'antisuperbacteria'?
Cultivo de una superbacteria. | CDC
Si como nos recuerda el cine, los 'villanos' nunca mueren... parece que la misma regla se puede aplicar afortunadamente a los 'héroes' por mucha información que de ellos se tenga. Por lo menos esto es lo que sugiere un nuevo estudio publicado en 'Journal of Clinical Investigation', realizado por numerosos investigadores estadounidenses.
Desde que en 1928 se descubriese la penicilina y con ella, el primer antibiótico como tal de la Historia, se pensó que por fin se había llegado a la solución contra muchas enfermedades infecciosas, tales como la sífilis o la neumonía. Pero con el paso del tiempo y el abuso de muchos antibióticos, estos 'malos' han ido evolucionando hasta ser inmunes a muchos fármacos, lo que ha causado la alarma en muchos países que se ven afectados por bacterias que no pueden combatir.
Pero ahora, un estudio realizado en animales de laboratorio y sangre humana pone el foco en una vieja conocida para científicos y médicos, una vitamina natural amiga de los muchos aquejados de altos niveles de colesterol o que tienen la presión alta: la nicotinamida, más comúnmente conocida como vitamina B3.
"Encontramos que dosis altas de esta vitamina aumentaban en 1.000 veces la capacidad de las células del sistema inmune para matar estas bacterias", explica Adrian Gombart, profesor asociado del Instituto Linus Pauling de Oregón (EEUU).
En concreto, estos altos niveles de nicotinamida eran capaces de incrementar el número y la eficacia de los neutrófilos, un tipo especial de glóbulos blancos que son la primera línea de combate contra las infecciones en la sangre y que pueden matar y 'comerse' las bacterias dañinas.
Pero ¿cómo de altas han de ser las dosis de vitamina B3? Los investigadores han explicado que para su experimento utilizaron megadosis, es decir, dosis de niveles terapéuticos que van mucho más allá del nivel de vitamina B3 que podemos encontrar de forma natural en los alimentos o en la típica forma de suplementos. "Sin embargo, son cantidades que ya han sido utilizadas de manera segura en los humanos, como un fármaco, para otros propósitos médicos", asegura Gombart, que ya avisa: "No queremos que la gente comience a tomarse altas dosis de vitamina B3, primero porque tenemos que probar los resultados en humanos y luego porque es un médico el que tiene que controlarlas".
"Aunque el siguiente paso es comprobar su eficacia en los humanos, de confirmarse los primeros resultados estamos hablando de algo potencialmente importante. Esto podría darnos una nueva forma de tratar las infecciones por estafilococos que pueden ser mortales y se pueden utilizar en combinación con los antibióticos actuales", explica Gombart. "Lo mejor es que sólo estamos potenciando y aprovechando el poder del sistema inmune innato, estimulándola para proporcionar una respuesta inmunitaria más potente y natural".
Para el doctor George Liu, experto en enfermedades infecciosas del hospital Cedars-Sinai (Los Ángeles, EEUU) y coautor del estudio, "Si los resultados se repiten igual de bien en humanos, la vitamina B3 podría convertirse en un referente contra una de las mayores amenazas actuales a nivel sanitario, además de que podría reducir la dependencia a tantos antibióticos, lo que también tendría un factor beneficioso para la salud por su menor ingesta y porque en buena medida han ayudado a que las bacterias normales se hayan vuelto más resistentes", indica
Desde que en 1928 se descubriese la penicilina y con ella, el primer antibiótico como tal de la Historia, se pensó que por fin se había llegado a la solución contra muchas enfermedades infecciosas, tales como la sífilis o la neumonía. Pero con el paso del tiempo y el abuso de muchos antibióticos, estos 'malos' han ido evolucionando hasta ser inmunes a muchos fármacos, lo que ha causado la alarma en muchos países que se ven afectados por bacterias que no pueden combatir.
Pero ahora, un estudio realizado en animales de laboratorio y sangre humana pone el foco en una vieja conocida para científicos y médicos, una vitamina natural amiga de los muchos aquejados de altos niveles de colesterol o que tienen la presión alta: la nicotinamida, más comúnmente conocida como vitamina B3.
Dosis muy altas
En su estudio, los investigadores probaron con diferentes dosis de esta vitamina para ver si surtían algún efecto contra infecciones por estafilococos resistentes a los antibióticos que más se están incrementando el todo el mundo y, en especial el 'Staphylococcus aureus', (MRSA), origen de una amplia gama de enfermedades de todo tipo, que van desde la relativamente benignas cutáneas hasta la neumonía."Encontramos que dosis altas de esta vitamina aumentaban en 1.000 veces la capacidad de las células del sistema inmune para matar estas bacterias", explica Adrian Gombart, profesor asociado del Instituto Linus Pauling de Oregón (EEUU).
En concreto, estos altos niveles de nicotinamida eran capaces de incrementar el número y la eficacia de los neutrófilos, un tipo especial de glóbulos blancos que son la primera línea de combate contra las infecciones en la sangre y que pueden matar y 'comerse' las bacterias dañinas.
Pero ¿cómo de altas han de ser las dosis de vitamina B3? Los investigadores han explicado que para su experimento utilizaron megadosis, es decir, dosis de niveles terapéuticos que van mucho más allá del nivel de vitamina B3 que podemos encontrar de forma natural en los alimentos o en la típica forma de suplementos. "Sin embargo, son cantidades que ya han sido utilizadas de manera segura en los humanos, como un fármaco, para otros propósitos médicos", asegura Gombart, que ya avisa: "No queremos que la gente comience a tomarse altas dosis de vitamina B3, primero porque tenemos que probar los resultados en humanos y luego porque es un médico el que tiene que controlarlas".
"Aunque el siguiente paso es comprobar su eficacia en los humanos, de confirmarse los primeros resultados estamos hablando de algo potencialmente importante. Esto podría darnos una nueva forma de tratar las infecciones por estafilococos que pueden ser mortales y se pueden utilizar en combinación con los antibióticos actuales", explica Gombart. "Lo mejor es que sólo estamos potenciando y aprovechando el poder del sistema inmune innato, estimulándola para proporcionar una respuesta inmunitaria más potente y natural".
Para el doctor George Liu, experto en enfermedades infecciosas del hospital Cedars-Sinai (Los Ángeles, EEUU) y coautor del estudio, "Si los resultados se repiten igual de bien en humanos, la vitamina B3 podría convertirse en un referente contra una de las mayores amenazas actuales a nivel sanitario, además de que podría reducir la dependencia a tantos antibióticos, lo que también tendría un factor beneficioso para la salud por su menor ingesta y porque en buena medida han ayudado a que las bacterias normales se hayan vuelto más resistentes", indica
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