jueves, 2 de agosto de 2012

El VIH se disemina en el cuerpo a través de células T infectadas - DiarioMedico.com

El VIH se disemina en el cuerpo a través de células T infectadas - DiarioMedico.com


investigación en modelo murino humanizado

El VIH se disemina en el cuerpo a través de células T infectadas

Una investigación publicada en Nature revela que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) no sólo infecta y destruye las células T colaboradoras CD4, sino que además las utiliza para propagarse por el cuerpo e infectar a otras células del mismo tipo. Se trata de la primera explicación del comportamiento de células T humanas infectadas en el nódulo linfático de un animal vivo, en modelo murino humanizado.
Redacción | 01/08/2012 19:00

Virus del VIH
(DM)

"Hemos descubierto que el VIH se disemina por el cuerpo a través de otras células T a las que infecta", comenta Thorsten Mempel, del Centro de Enfermedades Inmunológicas e Inflamatorias, en el Hospital General de Masachusets (Estados Unidos). "Las células T infectadas continúan comportándose como habitualmente, migrando entre tejidos como los nódulos linfáticos, y esparciendo el virus por zonas del cuerpo a las que de otra forma no podría acceder tan facilmente". Así, a través de fármacos que manipularan la migración de estas células, se podría evitar la propagación del virus.

Tras confirmar que las células T humanas entraban y se desplazaban a través de los nódulos linfáticos, los investigadores inyectaron a los animales el virus que había sido modificado para expresar la proteína verde fluorescente (GPF, en sus siglas en inglés), permitiéndoles después seguir su movimiento por las células infectadas con un microscopio intravital. Lo primero que observaron fue que durante dos días, las células T infectadas continuaban migrando y se distribuían de forma uniforme en los nódulos linfáticos, pero permanecían sobre todo en los que se encontraban cerca de la zona en la que se había producido la inyección.

Además, comprobaron que las células infectadas por el VIH no se movían tan rápido como las no infectadas. Entre un 10 y un 20 por ciento de las células T infectadas por el virus desarrollaron extensiones que aparecían en el rastro que iban dejando las células con su movimiento. Los investigadores creen que la cápsula proteínica del VIH podría ser la causa de que las células infectadas entraran en contacto con otras no infectadas. Otros experimentos posteriores confirmaron que la forma alargada de ciertas células infectadas requería la presencia de la cápsula proteínica y que muchas de las células alargadas contenían múltiples núcleos, sugiriendo que habían sido formadas a partir de la fusión de varias.

Para descubrir qué papel desempeñaba la migración de las células T en la infección del VIH, los investigadores inyectaron el virus en otros ratones con VIH y, al mismo tiempo, los trataron con un agente que evitaba que las células T abandonasen los nódulos linfáticos. Dos meses después, los niveles en sangre del VIH y en los nódulos linfáticos que estaban lejos del lugar de la inyección eran mucho más bajos que en los ratones con VIH que no habían recibido el tratamiento.

"Estos hallazgos suponen que el VIH puede ser transmitido entre las células T por contacto directo", afirma Mempel. En su opinión, esta investigación puede dar un nuevo punto de vista a aspectos poco explorados de la patogénesis del VIH.

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