Estudiar a altas horas de la noche podría resultar nocivo para los resultados de las pruebas escolares
Una investigación sugiere que cambiar el sueño por el estudio podría ser mala idea
Una investigación reciente sugiere que no. Los estudiantes privados de sueño parecen conseguir peores resultados en las pruebas, y también tienen un peor rendimiento académico, informan los investigadores.
El estudio utilizó las percepciones de los estudiantes sobre qué tan bien rindieron en la escuela y en las pruebas, no sus calificaciones reales. Esto significa que no hay manera de saber si sacrificar el sueño por estudiar en realidad reduce las calificaciones en promedio o si tiene un efecto más pequeño y menos notable.
Aún así, la investigación sí ofrece nuevos conocimientos sobre el efecto perjudicial de estudiar tarde en la noche y dormir menos de lo normal, señaló la autora líder del estudio Cari Gillen-O'Neel, estudiante de postgrado de la Universidad de California, en Los Ángeles.
"En realidad, sacrificar el sueño podría no ser útil. Es probable que se asocie con funcionar peor al día siguiente", apuntó, y añadió que "debe distribuir su tiempo de estudio de forma equitativa todos los días de la semana, y absolutamente no permitir que interfiera con el tiempo que duerme".
Investigaciones anteriores han hallado que las personas que duermen más tienen promedios escolares más altos, señaló Gillen-O'Neel, pero esos estudios han observado el panorama general. "Deseábamos explorar esa dinámica a nivel más cotidiano", añadió.
Los investigadores encuestaron a 535 estudiantes de secundaria del área de Los Ángeles, y les dieron seguimiento de noveno a décimo segundo cursos. Durante dos semanas, los estudiantes llevaron diarios sobre cuánto tiempo estudiaban, cuánto tiempo dormían y si tenían problemas en la escuela, o sea, si no entendían algo en clases, tenían malas calificaciones en una prueba o en la tarea.
Los estudiantes reportaron pasar en promedio una hora estudiando cada noche durante toda la secundaria, pero dormían en promedio 41 minutos menos para el décimo segundo curso, en comparación con el noveno curso. Y los investigadores anotaron que, en los cursos más avanzados, "los días de estudio adicional tendían a ser seguidos por días con más problemas académicos".
Así que sacrificar el sueño para estudiar pareció resultar nocivo para el rendimiento académico. "No es un efecto inmenso, pero es significativamente más elevado que el azar", apuntó Gillen-O'Neel. "El tamaño del efecto aumenta con el tiempo, y llega al máximo en el décimo segundo curso".
La Dra. Phyllis Zee, directora del Centro de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern, dijo que la investigación "debe hacer que no solo los estudiantes de secundaria, sino también los universitarios, se replanteen la práctica común de estudiar frenéticamente antes de los exámenes sacrificando el sueño. ¡Priorice el sueño para el aprendizaje y la salud! Destruya el mito de que el sueño es dispensable".
¿Pero llegará la moraleja? "Claramente, una investigación no cambiará la conducta, si se percibe que la conducta es rentable", apuntó Kyla Wahlstrom, directora del Centro de Investigación Aplicada y Mejora Educativa de la Universidad de Minnesota, en St. Paul. "Pero este estudio, que está bien diseñado, añade una excelente gota de nuevo conocimiento a lo que sabemos sobre el sueño. La buena investigación es acumulativa, y si estos hallazgos hacen que una persona más piense distinto sobre la relación entre el estudio y el sueño, entonces ha probado que es potente".
El estudio aparece en la edición actual en línea de la revista Child Development.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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