de aparición temprana
Detectan un tipo de demencia relacionada con el alcoholismo
Expertos
en gerontología y geriatría de Euskadi y Navarra han constatado en
los últimos años la aparición de este nuevo tipo de demencia asociada
al abuso de alcohol y drogas, la demencia tóxica, en pacientes de entre
55 y 60 años, una edad mucho más temprana de lo habitual.
Redacción | 09/05/2013 13:00
Expertos en
gerontología y geriatría de Euskadi y Navarra han constatado en los
últimos años la aparición de este nuevo tipo de demencia en pacientes
de entre 55 y 60 años, una edad mucho más temprana de lo habitual. Esta
clase de déficit cognitivo se denomina "demencia tóxica" y se da en
pacientes que han abusado del alcohol o de drogas a lo largo de su
vida.
Este tipo de demencia presenta el cuadro típico de trastornos conductuales en los pacientes afectados, como son la pérdida de memoria, problemas motores y de personalidad, agitación o agresividad. "La agresividad es más grande, también las alucinaciones visuales. Hay un cuadro psicótico más acentuado y la sintomatología es más abigarrada", señala la Naiara Fernández, médico geriatra de la Residencia Igurco Orue en Bizkaia. De hecho, los primeros trastornos pueden llegar mucho antes de que ingresen en una residencia. "El alcohol ya ha lesionado su cerebro durante los años expuestos al mismo y los trastornos de conducta aparecen cuando estas lesiones condicionan la pérdida de funciones cognitivas, coincidiendo muchas veces con su ingreso en una institución", explica la experta.
Aunque el desarrollo de este tipo de demencia no alcanza el 10 por ciento de los pacientes con déficits cognitivos, los expertos aseguran que cada vez con más frecuentes, y en un futuro próximo será un tipo de demencia extendido en las residencias de ancianos y unidades socio-sanitarias para personas mayores. "En los últimos dos meses, han entrado cuatro nuevos pacientes con este tipo de demencia en nuestra residencia", recuerda Fernández.
Por este motivo los profesionales del sector deban adaptar sus conocimientos a la hora de tratar con este tipo de pacientes, dentro de su abordaje no farmacológico. El cuidador debe tener especial cuando interactúan directamente con los afectados. "Es importante escucharles, calmarles e intentar no contradecirles", reseña Fernández. Además, la experta explicará a sus colegas cómo evitar la ansiedad en los profesionales que tratan a los pacientes con demencia, algo "bastante frecuente". "El miedo, la ansiedad, se apodera de los cuidadores; debemos manejar la situación y no tomarnos sus reacciones de manera personal", explica. El abordaje no farmacológico es el primer escalón terapéutico para los afectados y está orientado a mejorar la calidad de vida de los pacientes. También resulta primordial la detección precoz de las alteraciones de conducta para una intervención temprana.
La demencia tóxica, así como las formas de abordarla por parte de los profesionales, será uno de los aspectos destacados del taller Abordaje no farmacológico de los trastornos conductuales de los mayores, que se desarrollará dentro del XII Congreso de Zahartzaroa, la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología, y el VI Congreso de la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología.
Este tipo de demencia presenta el cuadro típico de trastornos conductuales en los pacientes afectados, como son la pérdida de memoria, problemas motores y de personalidad, agitación o agresividad. "La agresividad es más grande, también las alucinaciones visuales. Hay un cuadro psicótico más acentuado y la sintomatología es más abigarrada", señala la Naiara Fernández, médico geriatra de la Residencia Igurco Orue en Bizkaia. De hecho, los primeros trastornos pueden llegar mucho antes de que ingresen en una residencia. "El alcohol ya ha lesionado su cerebro durante los años expuestos al mismo y los trastornos de conducta aparecen cuando estas lesiones condicionan la pérdida de funciones cognitivas, coincidiendo muchas veces con su ingreso en una institución", explica la experta.
Aunque el desarrollo de este tipo de demencia no alcanza el 10 por ciento de los pacientes con déficits cognitivos, los expertos aseguran que cada vez con más frecuentes, y en un futuro próximo será un tipo de demencia extendido en las residencias de ancianos y unidades socio-sanitarias para personas mayores. "En los últimos dos meses, han entrado cuatro nuevos pacientes con este tipo de demencia en nuestra residencia", recuerda Fernández.
Por este motivo los profesionales del sector deban adaptar sus conocimientos a la hora de tratar con este tipo de pacientes, dentro de su abordaje no farmacológico. El cuidador debe tener especial cuando interactúan directamente con los afectados. "Es importante escucharles, calmarles e intentar no contradecirles", reseña Fernández. Además, la experta explicará a sus colegas cómo evitar la ansiedad en los profesionales que tratan a los pacientes con demencia, algo "bastante frecuente". "El miedo, la ansiedad, se apodera de los cuidadores; debemos manejar la situación y no tomarnos sus reacciones de manera personal", explica. El abordaje no farmacológico es el primer escalón terapéutico para los afectados y está orientado a mejorar la calidad de vida de los pacientes. También resulta primordial la detección precoz de las alteraciones de conducta para una intervención temprana.
La demencia tóxica, así como las formas de abordarla por parte de los profesionales, será uno de los aspectos destacados del taller Abordaje no farmacológico de los trastornos conductuales de los mayores, que se desarrollará dentro del XII Congreso de Zahartzaroa, la Asociación Vasca de Geriatría y Gerontología, y el VI Congreso de la Sociedad Navarra de Geriatría y Gerontología.
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