La nave de los locos
'Soy una larva'
En la foto, 'la larva', fotografiada por su hijo en su cuarto mes de quimioterapia.
A los datos me remito: "El cáncer de mama es una enfermedad que afecta anualmente a más de 22.000 mujeres en España, de hecho se estima que este tipo de tumor se presentará en una de cada ocho mujeres".
A los hechos me remito, vivo en carne propia el dolor, el terror y la lucha contra el cáncer. Hay mil maneras de vivirlo, mil maneras de lucharlo y algunas maneras de contarlo.
Es verdad que, desde la terrible noticia, leo las noticias sobre el cáncer con atención y aprensión.
Aprensión por las estadísticas, por el buen rollismo, por la falsa fantasía con la que se trata de quitarle hierro a la palabra. Cómo si normalizando la palabra, la enfermedad fuera a ser menos mortal que, para qué nos vamos a engañar, sigue siéndolo. No vayan a creer que soy negativo, en casa vivimos la supervivencia al cáncer con toda la extensión de la palabra (porque los que acompañamos también somos damnificados) con toda la coherencia y toda la crudeza, pero es que los lazos rosas, los anuncios de Ausonia, los testimonios donde sólo se resalta lo positivo y las frases como "motivos para celebrar" me ponen malo.
Desde 'Soy una larva', Susana Koska habla del cáncer con dolor y desesperanza, con rabia y sinceridad, porque no se lo crean, las pacientes de la plaga bajo los efectos demoledores de la enfermedad y su tratamiento salvador las pasan putas, se rasgan las vestiduras, sufren daños colaterales (la mayoría psicológicos a causa del shock y de los tóxicos) y el resto las miramos con condescendencia, porque son muchas, porque "hay que empujar que de esto se sale", como les decimos mil veces desde nuestro propio miedo, sin saber muy bien como manejar esto.
Desde los estudios médicos, las estadísticas y los días internacionales del pañuelo rosa se oye menos la voz de las terapias alternativas, la mayoría recurren a ellas acompañadas del escepticismo de la medicina tradicional, que a veces las mira como si hubieran perdido la razón además de la salud. En los folletos de consejos que entregan algunos hospitales aparecen los centros de estética donde comprarse la carísima peluca, pero no los centros de medicina natural y las asociaciones de cannabis, donde pueden aliviar la devastación que el tratamiento supone para la salud. Eso sí, les dan medicamentos para todo, a veces suena a gran negocio, ¿no creen?
Leyendo los muchos comentarios que dejan en 'Soy una larva', se puede sentir la soledad de las pacientes y su coraje, tal vez éste sea el hilo del que se debería tirar en vez de sonreír tanto, más que nada porque mañana te puede pasar a ti y entonces el buen rollismo pasará a un segundo plano de tu vida.
Puedes seguir a 'la larva' en: http://eslalarva.wordpress.com/
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