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Institutos Nacionales de la Salud
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Fumigar contra el virus del Nilo Occidental es seguro a corto plazo, según un estudio
Unos investigadores de California hallaron que los habitantes del condado de Sacramento no tenían problemas inmediatos de salud tras la aplicación del pesticida
Traducido del inglés: viernes, 12 de julio, 2013
Los investigadores no hallaron un aumento en las visitas a la sala de emergencias por afecciones vinculadas con la fumigación aérea, que incluyen problemas respiratorios, gastrointestinales, cutáneos, oculares o neurológicos, señaló la autora del estudio, la Dra. Estella Geraghty, profesora asociada de medicina interna clínica de la Universidad de California, en Davis.
"La buena noticia es que la aplicación aérea de piretrina no parece aumentar las visitas a la sala de emergencias debido a ningún tipo de problema", dijo Geraghty.
Geraghty añadió que este fue el primer intento de estudiar las implicaciones de salud pública de la fumigación aérea para controlar las poblaciones de mosquitos. Los hallazgos aparecen en una edición reciente de la revista Public Health Reports.
Los mosquitos portan y transmiten el virus del Nilo Occidental, que provoca fiebre y enfermedad en alrededor del 20 por ciento de las personas infectadas. En casos raros, puede llevar a enfermedades neurológicas potencialmente letales, como la encefalitis y la meningitis.
California comenzó la fumigación aérea contra los mosquitos tras un brote de Nilo Occidental en el verano de 2005, un programa que generó algo de controversia. La piretrina, el pesticida que utilizaron, también se usa para tratar a los piojos en los niños y para prevenir la infestación con pulgas y garrapatas en las mascotas, según los autores del estudio.
"Creo que la gente siente que le falta el control cuando se fumiga con pesticidas desde el aire", apuntó Geraghty. "Creen que no pueden evitarlo, como pueden hacer cuando alguien fumiga con pesticida desde un camión o un tractor".
Geraghty advirtió que el estudio no consideró los efectos a largo plazo de la exposición a los pesticidas. "Esto no significa que no sea posible que haya lesiones crónicas por los pesticidas", aclaró. "También es posible que las personas se sintieran enfermas pero que no acudieran a la sala de emergencias, o que acudieran a sus proveedores privados".
Mike Somers, director estatal de California del grupo ambientalista Pesticide Watch, considera que esa es una advertencia importante.
"Lo positivo es que siempre es bueno ver estudios que observan los efectos de salud que se derivan del uso de los pesticidas", apuntó Somers. "Pero no solo nos preocupan los efectos a corto plazo de los pesticidas. Muchas veces ignoramos cuáles son los efectos a largo plazo. Tampoco tenemos una buena idea de cuál es la situación compuesta, las exposiciones múltiples a distintos pesticidas".
La UC Davis evaluó a más de 250,000 visitas a las salas de emergencias de los hospitales del área de Sacramento durante e inmediatamente después de las fumigaciones aéreas del verano de 2005. Los investigadores compararon los problemas y códigos postales de los pacientes con las ubicaciones en que se fumigó.
"El condado de Sacramento cuenta con datos realmente buenos sobre la fumigación porque sus aviones tienen GPS", apuntó Geraghty. "Pude sobreponer un mapa de las rutas de fumigación sobre los códigos postales del condado e incluir las parcelas residenciales. Pude comparar las parcelas expuestas con todas las demás parcelas en ese código postal".
Para asegurar que sus comparaciones eran exactas, Geraghty realizó un par de pruebas. Por ejemplo, para asegurar que no pasaba por alto ningún diagnóstico conocido relacionado con la exposición a los pesticidas, comparó todos los diagnósticos en las salas de emergencias contra las visitas por fracturas y dislocaciones, problemas que no pueden relacionarse con la fumigación. "En esencia, no hallamos nada significativo", dijo.
También realizó un análisis de sensibilidad usando los niveles de ozono, para ver si el ozono alto provocaba más visitas a la sala de emergencias. "Pudimos ver una correlación entre el ozono y el asma, así que sospecho que si hubiera habido una correlación con los pesticidas, también la habríamos visto", planteó Geraghty.
Esos hallazgos podrían no aplicar a otros lugares de EE. UU., donde los programas de control de los mosquitos funcionan de forma distinta, dijo.
Por ejemplo, el programa del condado de Sacramento usa fumigación de volumen ultra bajo para minimizar la exposición de las personas a los pesticidas, con apenas tres cuartos de onza o menos de piretrina aplicada por cada acre.
"Usan la cantidad efectiva más pequeña posible de pesticida, más o menos un vasito por acre", aclaró Geraghty. "Si se considera así, es una cantidad muy, pero muy pequeña".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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