Los fármacos antiepilépticos durante el embarazo tienen un impacto negativo en el desarrollo del feto

Los niños expuestos a medicamentos anticonvulsivos en el útero tienen más riesgo de sufrir malformaciones congénitas.

Redacción | 18/07/2013 05:00

Los niños cuyas madres tomaron fármacos antiepilépticos (FAE) durante el embarazo corren mayor riesgo de padecer problemas de forma precoz, según un estudio publicado en la revista Epilepsy. Los resultados del estudio sugieren que los menores expuestos a los FAE en el útero tienen riesgo de dificultades de desarrollo del sistema motor, del habla y capacidades sociales, y rasgos autistas, en comparación con niños cuyas madres no tomaron medicación anticonvulsiva.

Algunos estudios han mostrado que los niños cuyas madres tienen epilepsia tienen mayor riesgo a sufrir malformaciones congénitos. Sin embargo, se sabe menos acerca de los efectos de los FAE en la cognición durante el desarrollo del feto, y son necesarias más pruebas en relación a los resultados a largo plazo de la exposición de los niños a los fármacos anticonvulsivos en el útero.

El equipo de investigación, liderado por Gyri Veiby, del Hospital Universitario Haukeland, en Bergen (Noruega), estudió a niños procedentes del Estudio de Cohortes de Madres e Hijos Noruegos. Desde 1999 al 2008, los científicos analizaron a madres embarazadas de entre 13 y 17 semanas; estas madres notificaron alteraciones en el desarrollo del sistema motor, en las capacidades lingüísticas y sociales y rasgos autistas de sus hijos a los 18 meses (61.351 niños) y a los 36 meses (44.147 niños). El riesgo de efectos adversos se determinó en los niñosen función de que alguno de los padres tuviera epilepsia o estuvieran expuestos a FAE en el útero.

Los resultados evidenciaron que 333 niños estuvieron expuestos a estos fármacos. A los 18 meses de edad, tenían mayor riesgo de desarrollar alteraciones motoras y rasgos autistas. Los análisis de los niños expuestos a FAE a los 36 meses reveló un incremento de padecer alteraciones del sistema motor, en el habla y rasgos autistas, en comparación con los niños que no estuvieron expuestos.