DERMATOLOGÍA | Consejos de hidratación
Un alivio para la piel quemada
Las cremas solares deben tener protección contra los rayos UVB y UVA.| EM
- Una quemadura con ampollas duplica el riesgo de sufrir un melanoma
- Tras el enrojecimiento hay que refrescar e hidratar bien la piel
- En caso de ampollas o malestar general hay que acudir al médico
Si a pesar de todos los tipos de cremas solares que hay en el mercado (en espray, resistentes al agua, fluidas, infantiles, con bronceador, densas, en aceite...) algún día de sol se le olvida protegerse y vuelve a casa con una quemadura, escuche atentamente estos consejos esenciales para cuidar la piel y evitar daños mayores.
Como recuerda el doctor Ricardo Suárez, especialista de la Academia Española de Dermatología, lo mejor para prevenir una quemadura es seguir la regla del ABC: alejarse del sol, bloquear las radiaciones con protectores y cubrirse la piel.
De los dos tipos de rayos ultravioletas que emite el astro rey, UVA y UVB, estos últimos son los responsables del enrojecimiento y las quemaduras solares (mientras que los UVA, que atraviesan las capas más profundas de la piel, son responsables de otros daños más serios y a largo plazo, como el cáncer de piel y el fotoenvejecimiento).
Si la piel sufre una quemadura como consecuencia de una exposición muy prolongada al sol, lo primero y más importante es refrescar e hidratar bien la zona, para que ese daño agudo se pueda reparar mejor, explica por su parte la doctora Marta Freito, dermatóloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
En este sentido, el doctor Suárez señala que con este fin se pueden usar compresas húmedas u otras sustancias frescas como el yogur o la leche, aunque insiste en usar sobre todo una buena hidratación. "Por ejemplo, se puede guardar la crema 'after sun' en la nevera unos minutos antes de aplicarla para que esté fresca", explica.
En cambio, no es recomendable aplicarse hielo, que puede provocar un contraste demasiado fuerte de temperatura. Otro remedio casero también válido, añade este especialista, es el vinagre, debido a sus propiedades antisépticas y calmantes.
Entre una crema hidratante cualquiera, y otra especialmente diseñada para aplicar después del sol, la doctora Freito explica que, habitualmente, los 'after sun' contienen ingredientes calmantes (como el aloe vera) que ayudan a aliviar la quemadura. "Suelen ser más frescos y fluidos, pero no conviene abusar de los cosméticos muy perfumados o mentolados que irritan más a piel", apostilla por su parte su colega.
En los casos de quemaduras más graves, prosigue el doctor Suárez, conviene acudir al médico; sobre todo si ya han aparecido ampollas (que pueden infectarse) o si la quemadura se acompaña de malestar general.
"En algunos casos podemos recurrir al tratamiento con antiinflamatorios y corticoides, tópicos y orales", explica este dermatólogo. Y, sobre todo, concluye, lo más importante es dejar descansar la piel varios días sin exponerse de nuevo al sol hasta que se pase el enrojecimiento.
Sobre los famosos 'pellejos', el doctor Suárez explica que se trata de una reacción posinflamatoria de la piel. "Como consecuencia de la quemadura se producen una serie de sustancias inflamatorias, como las citoquinas, y la descamación de la piel es la secuela posterior". Además, añade, es un signo de que la quemadura se ha producido a un nivel más profundo.
Además, si está pensando siquiera dar un paseo por la playa sin protección solar, el doctor Suárez recuerda que la quemadura no es el problema, sino los daños solares que esas radiaciones han producido en la piel a nivel más profundo. "Se estima que una quemadura con ampollas duplica el riesgo de que esa persona sufra un melanoma a lo largo de su vida".
Como recuerda el doctor Ricardo Suárez, especialista de la Academia Española de Dermatología, lo mejor para prevenir una quemadura es seguir la regla del ABC: alejarse del sol, bloquear las radiaciones con protectores y cubrirse la piel.
De los dos tipos de rayos ultravioletas que emite el astro rey, UVA y UVB, estos últimos son los responsables del enrojecimiento y las quemaduras solares (mientras que los UVA, que atraviesan las capas más profundas de la piel, son responsables de otros daños más serios y a largo plazo, como el cáncer de piel y el fotoenvejecimiento).
Si la piel sufre una quemadura como consecuencia de una exposición muy prolongada al sol, lo primero y más importante es refrescar e hidratar bien la zona, para que ese daño agudo se pueda reparar mejor, explica por su parte la doctora Marta Freito, dermatóloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
En este sentido, el doctor Suárez señala que con este fin se pueden usar compresas húmedas u otras sustancias frescas como el yogur o la leche, aunque insiste en usar sobre todo una buena hidratación. "Por ejemplo, se puede guardar la crema 'after sun' en la nevera unos minutos antes de aplicarla para que esté fresca", explica.
En cambio, no es recomendable aplicarse hielo, que puede provocar un contraste demasiado fuerte de temperatura. Otro remedio casero también válido, añade este especialista, es el vinagre, debido a sus propiedades antisépticas y calmantes.
Entre una crema hidratante cualquiera, y otra especialmente diseñada para aplicar después del sol, la doctora Freito explica que, habitualmente, los 'after sun' contienen ingredientes calmantes (como el aloe vera) que ayudan a aliviar la quemadura. "Suelen ser más frescos y fluidos, pero no conviene abusar de los cosméticos muy perfumados o mentolados que irritan más a piel", apostilla por su parte su colega.
En los casos de quemaduras más graves, prosigue el doctor Suárez, conviene acudir al médico; sobre todo si ya han aparecido ampollas (que pueden infectarse) o si la quemadura se acompaña de malestar general.
"En algunos casos podemos recurrir al tratamiento con antiinflamatorios y corticoides, tópicos y orales", explica este dermatólogo. Y, sobre todo, concluye, lo más importante es dejar descansar la piel varios días sin exponerse de nuevo al sol hasta que se pase el enrojecimiento.
Sobre los famosos 'pellejos', el doctor Suárez explica que se trata de una reacción posinflamatoria de la piel. "Como consecuencia de la quemadura se producen una serie de sustancias inflamatorias, como las citoquinas, y la descamación de la piel es la secuela posterior". Además, añade, es un signo de que la quemadura se ha producido a un nivel más profundo.
Además, si está pensando siquiera dar un paseo por la playa sin protección solar, el doctor Suárez recuerda que la quemadura no es el problema, sino los daños solares que esas radiaciones han producido en la piel a nivel más profundo. "Se estima que una quemadura con ampollas duplica el riesgo de que esa persona sufra un melanoma a lo largo de su vida".
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