PROMESAS EN INVESTIGACIÓN
De niño curioso a enemigo del cáncer
Juan Carlos Montero es experto en tumores de mama del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca.
Alejandro Segalás. Salamanca | ddmredaccion@diariomedico.com | 26/05/2014 00:00
Juan Carlos Montero, experto en tumores de mama. (Alejandro Segalás)
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La curiosidad por bandera. Con esta premisa Juan Carlos Montero (Salamanca, 1975) se ha colado en el laboratorio de Atanasio Pandiella del Centro de Investigación del Cáncer en la capital salmantina y se ha convertido en uno de los jóvenes valores con un prometedor futuro en el mundo de la ciencia. Este bioquímico reconoce que desde muy joven siempre tuvo muy claro que le gustaba la investigación; tenía gran curiosidad por conocer cómo ocurrían las enfermedades y por cómo curarlas.
"Una de las cualidades del ser humano es la curiosidad que tiene por conocer y así de esta manera poder progresar", explica Montero, uno de los jóvenes investigadores a los que DM y AstraZeneca tratan de poner rostro con la serie Promesas en Investigación, que tratará de revisar los retos de estos profesionales y su investigación de vanguardia en distintas áreas. Montero relata que para estar lo mejor formado posible ante la investigación se decidió por la carrera de bioquímica, ya que era la más "adecuada" en el campo que le atraía: la oncología.
- Al no conseguir financiación, muchos jóvenes investigadores están emigrando a otros países en los que hay más oportunidades para desarrollar su trabajo
Prácticas
Antes de acabar la carrera de bioquímica se puso en contacto con Pandiella para poder realizar prácticas en su laboratorio durante el verano y el último curso de bioquímica. Tras finalizar la carrera, decidió hacer la tesis doctoral en este laboratorio, puesto que su línea de investigación estaba relacionada con el cáncer, y aunque era investigación básica, tenía aplicabilidad en la clínica oncológica.
Antes de acabar la carrera de bioquímica se puso en contacto con Pandiella para poder realizar prácticas en su laboratorio durante el verano y el último curso de bioquímica. Tras finalizar la carrera, decidió hacer la tesis doctoral en este laboratorio, puesto que su línea de investigación estaba relacionada con el cáncer, y aunque era investigación básica, tenía aplicabilidad en la clínica oncológica.
Desde aquel ilusionado becario hasta ahora ha llovido mucho, pero la ilusión sigue intacta pese a las adversidades. "En la actualidad estoy trabajando en un subtipo de cáncer de mama que se denomina triple negativo y se caracteriza porque los tumores de los pacientes no tienen sobreeexpresada una proteína denominada HER2 y no expresan ni receptor de estrógeno ni de progesterona; por esa razón se le ha llamado triple negativo", comenta el científico, y añade que para este subtipo no existen tratamientos farmacológicos dirigidos por lo que se están tratando con quimioterapia convencional. "Estamos intentando encontrar dianas moleculares que puedan ser atacadas con fármacos específicos y efectivos para evitar la toxicidad que conlleva el tratamiento con quimioterapia. Por otro lado, queremos probar la eficacia en este subtipo de cáncer de mama de nuevos fármacos experimentales".
Sobre su mesa en el centro de investigación salmantino, hay dos proyectos interesantes y con anhelos futuros. "Estamos acabando un trabajo en cáncer de mama en el que hemos analizado la función que juega una proteína que actúa como un supresor tumoral. Además, nos encontramos en la recta final de un proyecto en cáncer de mama triple negativo en el que hemos estudiado la eficacia y el mecanismo de acción de un nuevo fármaco experimental".
- En nuestro país hay centros de investigación que están al nivel de los grandes centros americanos o europeos, aunque salir fuera ayuda a conocer otros modelos"
Financiación
Es casi inevitable tratar con un joven investigador como Montero la acuciante falta de financiación que viven algunos grupos y en concreto la incertidumbre de los jóvenes científicos españoles. "Es un tiempo complicado debido a que en estos momentos se está destinando poco dinero a la investigación. Muchos jóvenes investigadores, al no conseguir financiación, están emigrando a otros países en los que hay más oportunidades para desarrollar su trabajo".
Es casi inevitable tratar con un joven investigador como Montero la acuciante falta de financiación que viven algunos grupos y en concreto la incertidumbre de los jóvenes científicos españoles. "Es un tiempo complicado debido a que en estos momentos se está destinando poco dinero a la investigación. Muchos jóvenes investigadores, al no conseguir financiación, están emigrando a otros países en los que hay más oportunidades para desarrollar su trabajo".
Montero no esconde que el cáncer de mama es uno de los tumores más mediáticos y que los avances que se consiguen son más conocidos o tienen más trascendencia que en otro tipo de tumores. "Es de los más frecuentes y por ello se está haciendo un gran esfuerzo en investigación y prevención. Todo esto está ayudando en la supervivencia de los pacientes y de ahí que sea tan mediático", puntualiza, y pone de manifiesto que es uno de los tumores en los que los pacientes afectados se están movilizando para conseguir dinero que ayude a luchar contra él. En este sentido, destaca el papel de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), que está concienciando a la población de que la única forma de vencer la enfermedad es investigando y haciendo una buena prevención.
Este joven bioquímico hace una defensa a ultranza de la investigación española. "En nuestro país hay centros de investigación que están al nivel de los grandes centros americanos o europeos, aunque es cierto que salir fuera ayuda a conocer otros modelos de investigación y a perfeccionar el idioma científico, que es el inglés".
La adaptación al medio es un principio que se repite en todo tipo de seres vivos. El investigador en España no es una excepción y el ingenio debe ser el motor para esa adaptación a la carencia presupuestaria. "En muchos proyectos tienes que ingeniártelas para realizarlos con el menor coste posible. El gran problema que tenemos con presupuestos bajos en muchos proyectos es que perdemos competitividad con otros investigadores de países donde cuentan con grandes presupuestos para sus investigaciones".
Un desarrollo profesional intenso en diez años de posdoctorado
Juan Carlos Montero se licenció en 1998 en la Universidad de Salamanca y en 2004 obtuvo el doctorado en Bioquímica por la misma institución, aunque desde el año 2002 ya formaba parte del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca (CIC).
En su incipiente carrera científica ha participado en 23 proyectos de I+D financiados en convocatorias públicas nacionales e internacionales. Además, ha colaborado en 32 publicaciones científicas y ha participado en más de 20 congresos, muchos de ellos internacionales.
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