miércoles, 7 de mayo de 2014

El síndrome de Noé tiene consecuencias mentales - DiarioMedico.com

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TRASTORNO CON ANIMALES

El síndrome de Noé tiene consecuencias mentales

Los acaparadores suelen ser personas mayores, sin distinción de sexo, que acumulan una media de 50 animales, generalmente perros o gatos, en casa.
Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com   |  06/05/2014 00:00

El trastorno por acumulación de animales o animal hoarding aparece normalmente en personas mayores y tiene consecuencias muy negativas tanto para la salud de las personas como para los animales a su cargo, según investigadores del IMIM (Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas), de Barcelona, que han publicado en la revista Animal Welfare el primer estudio europeo que aporta datos sobre este trastorno psicológico.
"Es el primer paso para el reconocimiento social de un trastorno que preocupa cada día más a las administraciones, ya que se está convirtiendo en un problema de salud pública", comenta Paula Calvo, del grupo de investigación en ansiedad, trastornos afectivos y esquizofrenia del IMIM y de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona.
50 perros de compañía
Los investigadores recogieron 24 informes de casos de acaparación de animales, estudiando a 27 individuos y un total de 1.218 perros y gatos entre 2002 y 2011. Los acaparadores podrían caracterizarse como ancianos, hombres y mujeres que tienden a acumular una sola especie (perro o gato ) socialmente aislados. La mayoría de los casos presentan un curso crónico de más de cinco años de acumulación de animales con una media de 50 mascotas.
En el 75 por ciento de los casos, los animales mostraron indicios de malestar, incluida la mala condición corporal, y la presencia de heridas, parasitaciones y enfermedades infecciosas.
El estudio postula que, tras la acumulación de animales de compañía, a los que la persona mantiene en malas condiciones alimentarias y sanitarias, existen razones psicológicas. Normalmente cuando se detecta un caso, se retiran los animales pero no se da ningún tipo de atención a la persona que lo sufre, lo que provoca que no sea consciente de su enfermedad y vuelva a reincidir en poco tiempo. A veces estos animales se encuentran en niveles críticos y evidentes de desnutrición, deshidratación, de infestación parasitaria, con enfermedades o cría incontrolada y todo ello en un espacio con muy pocas medidas higiénicas.
Los investigadores advierten que precisan de más estudios para poder dilucidar las diferencias interculturales y encontrar protocolos para su prevención.

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