viernes, 9 de mayo de 2014

Los hábitos televisivos de la futura madre podrían afectar el peso de su hijo, según un estudio: MedlinePlus

Los hábitos televisivos de la futura madre podrían afectar el peso de su hijo, según un estudio: MedlinePlus



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Los hábitos televisivos de la futura madre podrían afectar el peso de su hijo, según un estudio

Mirar la tele durante las comidas y al alimentar al niño podría preparar el terreno para la obesidad infantil
Traducido del inglés: miércoles, 7 de mayo, 2014
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MARTES, 6 de mayo de 2014 (HealthDay News) -- Cuando una madre embarazada come con regularidad delante de la televisión, lo más probable es que siga con ese hábito mientras alimenta a su bebé, muestra un estudio reciente.
Eso es preocupante, porque los bebés que ven televisión mientras comen son propensos a convertirse en niños pequeños que ven televisión mientras comen. Y las investigaciones anteriores sugieren que los niños que pasan mucho tiempo delante de la tele, sobre todo durante la hora de la comida, están en riesgo de acumular sobrepeso o volverse obesos, anotaron los investigadores.
Un problema inmediato con que las madres vean la televisión mientras alimentan a los bebés es que podrían pasar por alto las sutiles pistas que indican que el bebé está lleno, y terminar alimentando a sus bebés en exceso, señaló la autora del estudio, la Dra. Mary Jo Messito. Messito es profesora asociada de pediatría clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.
Estudios anteriores con niños en edad preescolar y escolar han mostrado que ver televisión durante las comidas se vincula con una dieta de peor calidad, una menor sensibilidad a sentirse lleno y un mayor consumo de calorías.
De las mujeres del estudio que veían televisión durante las comidas mientras estaban embarazadas, "hubo cinco veces más probabilidades de que expondría a su bebé a la tele mientras le alimentaba", señaló Messito.
Eso podría llevar a que al final a que ver la televisión durante las comidas se convierta en un hábito. Los autores del estudio anotaron que otras investigaciones han mostrado que los hábitos televisivos desarrollados en la niñez tienden a continuar en la adultez joven.
El estudio fue presentado el martes en la reunión anual de las Sociedades Académicas de Pediatría (Pediatric Academic Societies), en Vancouver. Los estudios presentados en reuniones médicas por lo general se consideran como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Messito y sus colaboradores estudiaron a 189 mujeres, preguntándoles con qué frecuencia veían televisión durante las comidas en el primer trimestre, y una vez más con qué frecuencia veían televisión mientras alimentaban a sus bebés de tres meses de edad. Los investigadores solo preguntaron sobre el uso de la televisión. No incluyeron preguntas sobre el uso de computadoras, tabletas o smartphones.
Las mujeres estaban inscritas en el proyecto Starting Early (algo así como "inicio temprano"), una intervención de prevención de la obesidad infantil para familias hispanas de bajos ingresos. Todas las mujeres comenzaron el estudio durante el embarazo. Los investigadores siguieron a las mujeres hasta que los niños tenían tres años de edad.
En total, el 71 por ciento de las mujeres reportaron ver al menos algo de televisión mientras comían durante el embarazo. Una tercera parte dijeron que sus bebés de tres meses eran expuestos a la televisión mientras les alimentaban.
Las mujeres menores de 25 años eran más propensas a ver televisión mientras alimentaban a sus bebés que las madres de más edad. Y las mujeres que no daban el pecho con exclusividad también eran más propensas a encender la televisión mientras alimentaban a sus bebés. Esto podría deberse a que es más difícil ver televisión y lactar al mismo tiempo que ver televisión y alimentar con biberón, dijo Messito.
El estudio no incluyó datos sobre los hábitos de ver televisión y alimentar a los bebés de los papás. Pero Messito indicó que espera realizar investigación sobre la influencia de los papás en el futuro.
Messito tampoco pudo decir si ver televisión durante las comidas indica la posibilidad de otros hábitos malsanos, como unos niveles bajos de ejercicio. "Aún no lo hemos observado", dijo, pero añadió que "en general, usualmente ver televisión en exceso se asocia con menos actividad física".
Los resultados del estudio no sorprenden al Dr. Dimitri Christakis, profesor de pediatría de la Universidad de Washington y director del Centro de Salud, Conducta y Desarrollo Infantiles del Instituto de Investigación del Hospital Pediátrico de Seattle.
"Mientras más se vea televisión, más probable es que se haga en todas las circunstancias", señaló. "Para ponerlo en perspectiva, sabemos que combinar comer con ver televisión es malo. Es la principal forma mediante la cual la televisión conduce a la obesidad. Lo sabemos a partir de otros estudios".
Alrededor de uno de cada cuatro hogares tiene una televisión encendida durante las comidas, apuntó Christakis, citando otras investigaciones. Comer en exceso mientras se ve televisión es algo común. "Parece que las distracciones visuales y cognitivas de la televisión se anteponen al reflejo de saciedad [que indica a la persona que está llena]", advirtió. "Hace cierto tiempo que conocemos ese problema".
Messito ofreció algunos consejos a las madres embarazadas. "Intento no ser dogmática y no decir que no [vea tele] nunca", comentó Messito. Pero ver menos de dos horas de televisión al día durante el embarazo sería prudente, aseguró.
La Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda que los niños menores de dos años eviten la televisión y otros medios. A partir de los dos años, los niños se deben limitar a una o dos horas al día de medios de entretenimiento (televisión, juegos de computadora y esas cosas), recomienda el grupo de pediatras.
Aunque el estudio sugirió una asociación entre los hábitos televisivos y el riesgo de obesidad infantil, no estableció causalidad.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Mary Jo Messito, M.D., associate professor, clinical pediatrics, New York University School of Medicine, New York City; Dimitri Christakis, M.D., M.P.H., professor, pediatrics, University of Washington, and director, Center for Child Health, Behavior and Development, Seattle Children's Hospital Research Institute; May 6, 2014, presentation, Pediatric Academic Societies annual meeting, Vancouver, British Columbia, Canada
HealthDay
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