DESARROLLA UNAM POLÍMEROS PARA LA LIBERACIÓN CONTROLADA DE FÁRMACOS
Un grupo de especialistas del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM (ICN-UNAM), liderado por los doctores Emilio Bucio Carrillo y Sofía Guillermina Burillo Amezcua, logró sintetizar biomateriales poliméricos inteligentes a partir de materia prima como silicona, poliuretano, teflón, algodón, polietileno y polipropileno. Los científicos pretenden que esos insumos se empleen en la fabricación de gasas, catéteres o hilos de sutura inteligentes que carguen y liberen fármacos al organismo de manera controlada.
De acuerdo con el doctor Emilio Bucio Carrillo, investigador del Laboratorio de Química y Radiaciones en Macromoléculas del ICN-UNAM, uno de los avances más significativos que ha logrado el grupo de expertos universitarios con el uso de los materiales inteligentes es la modificación de catéteres de poliuretano convencionales.
“A través de radiación ionizante se ha modificado la consistencia del catéter mediante materiales como la N-isopropilacrilamida que responde a la temperatura cercana a 32 °C, además de un componente que integra ácido acrílico; este último compuesto responde a los niveles de acidez (pH) y sirve para cargar y ceder vancomicina (un antiséptico) de manera controlada, a temperatura corporal”, señaló el científico.
Adicionalmente, el grupo de investigación del ICN-UNAM ha logrado la funcionalización de gasas de algodón para implementarles algunos fármacos antiinflamatorios, que permitan la cicatrización de tejidos de una manera más rápida. Otro de los objetivos del grupo de expertos es la manipulación de la estructura de los hilos de sutura, con propiedades que inhiban las infecciones derivadas de hongos.
“Además, hemos sumado algunas propiedades como la biocompatibilidad; es decir, lograr que los polímeros inteligentes no sean rechazados por el cuerpo humano. Aunado a ello diseñamos biomateriales mejorando sus propiedades mecánicas, para prolongar la vida útil de dispositivos biomédicos, y en el objetivo de que esos insumos sean reutilizables y cedan algún tipo de sistema farmacológico”, detalló el especialista.
El investigador del ICN-UNAM manifestó que las pruebas de efectividad de los biomateriales son desarrolladas de la mano de especialistas españoles, de la Universidad de Santiago de Compostela. “Colaboramos con los doctores Carmen Álvarez Lorenzo y Ángel Joaquín Concheiro Nine, quienes son expertos en farmacia y tecnología farmacéutica. Ellos, de manera conjunta con estudiantes de doctorado de la UNAM, realizan la comprobación del correcto funcionamiento de la carga y cesión de fármacos de los materiales inteligentes que nosotros desarrollamos en México”, detalló Bucio Carrillo.
Aunque los estudios llevados a cabo entre el ICN-UNAM y la Universidad de Santiago de Compostela se encuentran en una fase básica, el grupo de investigadores cuenta con dos patentes en trámite, tanto en España como en México. “Una de éstas consiste en un sistema de poliuretano modificado con N-isopropilacrilamida y ácido acrílico que responde a temperatura y pH respectivamente, y que logró transportar efectivamente la vancomicina”, detalló el científico.
Bucio Carrillo refirió que la otra patente en trámite, denominada Sistemas Antifúngicos Bioinspirados, consiste en la modificación de silicona con glicidilmetacrilato e integración de ergosterol para obtener biomateriales antifúngicos con potenciales aplicaciones biomédicas. Algunas de las promesas de ese desarrollo se visualizan en la mejora de personas con sistemas inmunes debilitados, como los pacientes con SIDA o aquellos que reciben quimioterapia, a través de catéteres y similares dispositivos médicos implantados o insertados.
Bucio Carrillo manifestó que la sinergia entre el Grupo de Química de Radiaciones en Macromoléculas del ICN-UNAM y la Universidad de Santiago de Compostela ha resultado fundamental para el desarrollo de los insumos médicos inteligentes, puesto que de no haber existido tal asociación inter-universitaria la investigación se habría quedado en la fase de comprobación del material, prescindiendo de las pruebas de efectividad de administración de fármacos.
“Consideramos que hasta el momento tenemos un avance de 40 por ciento sobre el desarrollo final de productos como catéteres, gasas o hilos de sutura inteligentes aptos para ser implementados en hospitales”, detalló el científico.
Miguel Pérez Rangel
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