sábado, 30 de agosto de 2014

Estudio de Salud Agrícola - National Cancer Institute

Estudio de Salud Agrícola - National Cancer Institute

Instituto Nacional del Cáncer, de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.



Estudio de Salud Agrícola

Puntos clave

  • El Estudio de Salud Agrícola (Agricultural Health Study, AHS) se diseñó para investigar la relación entre los aspectos de la vida y el trabajo en una granja ―incluidas las exposiciones a sustancias peligrosas― y el riesgo de cáncer, así como también la relación con otros problemas de salud (vea la pregunta 1).
  • La cohorte del estudio AHS incluye cerca de 90 000 hombres y mujeres que viven en Iowa o en Carolina del Norte (vea la pregunta 2).
  • La mayor parte de las investigaciones sobre el cáncer en el AHS se ha centrado en los plaguicidas o pesticidas (vea la pregunta 5).
  • A la fecha, los investigadores han examinado más de 20 plaguicidas. Algunos de estos análisis han indicado que las personas expuestas a determinados plaguicidas pueden tener un riesgo mayor de presentar uno o más tipos de cáncer (vea la pregunta 5).
  1. ¿En qué consiste el Estudio de Salud Agrícola?



    En 1993, los científicos del Instituto Nacional del Cáncer (NCI), el Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (National Institute of Environmental Health Sciences) y la Agencia de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency, EPA) iniciaron un proyecto de investigación, conocido como Estudio de Salud Agrícola (AHS), para evaluar el papel que tienen las exposiciones asociadas con actividades agrícolas en la aparición del cáncer y otras enfermedades entre miembros de la comunidad agrícola. El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (National Institute for Occupational Safety and Health) se unió al estudio en el año 2000.

    El estudio AHS también proporciona la oportunidad de evaluar los efectos que tienen la alimentación, los métodos de cocción y otros factores genéticos y de estilo de vida en el riesgo de presentar cáncer y otras enfermedades. Los resultados proporcionarán información que se puede usar para crear un ambiente de trabajo seguro y un estilo de vida saludable para los agricultores y sus familias.

    Se puede encontrar más información sobre el estudio en internet. 

  2. ¿Quiénes son los participantes?



    La amplia mayoría de los cerca de 90 000 participantes en el Estudio de Salud Agrícola son agricultores o esposas de agricultores; alrededor de 52 000 son agricultores y 32 000 son esposas de agricultores. Todos los participantes fueron inscritos en Carolina del Norte o en Iowa.

    Los participantes clasificados como “aplicadores independientes de plaguicidas o pesticidas” son agricultores y horticultores. El estudio también incluye un pequeño porcentaje de “aplicadores comerciales de plaguicidas” de Iowa quienes trabajan para compañías de control de plagas o para empresas, como depósitos o molinos de grano, que usan plaguicidas con regularidad; cerca de 5 000 participantes son aplicadores comerciales.

  3. ¿Cuáles son algunas de las tendencias de cáncer entre los agricultores?



    Los agricultores de muchos países, entre ellos, los Estados Unidos, tienen índices generales de mortalidad e índices de cáncer más bajos que la población general. Se cree que los índices más bajos entre los agricultores de enfermedades cardiacas y canceres de pulmónesófagovejiga ycolon, en particular, se deben, al menos en parte, a tasas de tabaquismo más bajas, así como a estilos de vida más activos físicamente y a factores alimentarios.

    Sin embargo, en comparación con la población general, los índices para determinadas enfermedades, entre ellas, algunos tipos de cáncer, parecen ser más altos entre los trabajadores agrícolas, lo cual podría estar relacionado con exposiciones que son comunes en sus ambientes de trabajo. Por ejemplo, las comunidades agrícolas tienen índices más altos deleucemialinfoma no Hodgkinmieloma múltiple y sarcoma de tejido blando, así como de cánceres de piel, labio, estómagocerebro y próstata.

    Aunque no hay un conjunto de factores de riesgo que explique estos índices más altos de cáncer, la diversidad de exposiciones ambientales en la comunidad agrícola es un tema preocupante. Los agricultores, los trabajadores agrícolas y los familiares de agricultores pueden estar expuestos a sustancias tales como plaguicidas, gases de escape de motores, solventes, polvo, virus animales, fertilizantes, combustibles y microbios específicos que pueden explicar estos índices altos de cáncer. Sin embargo, estudios realizados en seres humanos hasta la fecha no han permitido a los investigadores dilucidar cuál de estos factores podría estar vinculado a qué tipos de cáncer. 

  4. ¿Qué tipo de información proporcionan los participantes del AHS durante el estudio?



    De 1993 a 1997, cuando los participantes estaban siendo inscritos para el estudio, completaron un cuestionario sobre sus cultivos y ganado, los plaguicidas y el equipo de protección personal que usaban, cómo aplicaban los plaguicidas y otros elementos a los que podrían haber estado expuestos en la granja, como solventes, polvo de grano y humo de soldadura. También les preguntaron sobre actividades no agrícolas y factores que pueden afectar los riesgos de enfermedades, tales como alimentación, ejercicio, consumo de alcohol, afecciones médicas,antecedentes familiares de cáncer, otras ocupaciones y antecedentes de tabaquismo.

    A partir de ese momento, los investigadores han estado utilizando los siguientes métodos para recopilar información adicional:

    • Entrevistas telefónicas asistidas por computador para recabar información sobre el uso de plaguicidas desde la inscripción en el estudio, cambios en el estado de salud e información detallada sobre prácticas agrícolas y laborales.
    • Cuestionarios de salud alimentaria enviados por correo para recoger información sobre prácticas culinarias y de alimentación.
    • Obtención de células bucales (del interior de la mejilla) para determinar si las alteraciones específicas encontradas en el ADN están relacionadas con un riesgo de enfermedades asociadas a exposiciones a sustancias agrícolas.
    • Datos de los registros de cáncer en cada estado para determinar qué participantes presentaron cáncer.
    • Registros del Índice Nacional de Defunciones de EE. UU. (U.S. National Death Index), una base de datos computarizada de actas de defunción recopiladas de todas las oficinas de estadísticas vitales y que está disponible para los científicos con fines de investigación médica y de salud.
    Además, una serie de análisis más pequeños se está concentrando en los factores de riesgo de enfermedades específicas. Estos análisis pueden abarcar cuestionarios adicionales y la obtención de muestras de sangre, tumores, orina y polvo.

  5. ¿Qué han aprendido los investigadores hasta el momento sobre los agricultores y el riesgo de cáncer?



    La mayor parte de la investigación del cáncer en el estudio AHS se ha centrado en los plaguicidas, los cuales son sustancias químicas que se usan para eliminar insectos invasores, malezas y animales pequeños. En algunos casos, las relaciones entre estos plaguicidas y el cáncer humano se examinaron por primera vez en el estudio AHS.

    Hasta el momento, los investigadores han evaluado más de 20 plaguicidas para determinar si los agricultores que los usan tienen un riesgo mayor de presentar cáncer. Algunos de estos análisis han mostrado que las personas expuestas a determinados plaguicidas tienen un riesgo mayor de presentar ciertos tipos de cáncer; sin embargo, es necesario llevar a cabo más investigaciones para confirmar estos resultados y para evaluar los posibles mecanismos por medio de los cuales los plaguicidas podrían influir en el riesgo de cáncer.

    Por ejemplo, un estudio del AHS reportó en 2009 que las personas que usan el herbicida imazetapir tienen un riesgo mayor de presentar cáncer de vejiga y cáncer de colon. El imazetapir se encuentra dentro de una clase de sustancias químicas conocidas como aminas aromáticas. Este herbicida se usó por primera vez en Estados Unidos en 1989, y, desde entonces, ha sido uno de los herbicida más utilizados para eliminar malezas en la soja, las legumbres secas, la alfalfa y otros campos de cultivo.

    Estudios realizados en ratas y ratones llevaron a que la EPA clasificara al imazetapir como un herbicida con poca probabilidad de ser un carcinógeno humano. Sin embargo, en el estudio AHS, las personas con un exposición acumulativa de por vida más alta tuvieron más del doble de riesgo (un aumento de 137 por ciento) de presentar cáncer de vejiga en comparación con aquellos que no tenían exposición a dicha sustancia química. En forma similar, el riesgo de presentar cáncer de colon (principalmente tumores en el colon proximal, donde ingresan los alimentos durante la digestión) fue casi dos veces más elevado que lo normal (un aumento de 78 por ciento) entre los agricultores que tenían niveles de exposición más altos en comparación con quienes no tenían exposición a la sustancia química.

    Además, una afección llamada gammapatía monoclonal de significación indeterminada, que normalmente precede al mieloma múltiple, se encontró en muestras de sangre de hombres del estudio AHS al doble del índice detectado en las muestras de sangre de hombres en Minnesota que no formaban parte de la cohorte del AHS. Este aumento en el riesgo se observó entre los hombres que utilizaron el insecticida clorado dieldrina, una mezcla del fumigante tetracloruro de carbono y disulfuro de carbono, el fungicida clorotalonil y probablemente otros plaguicidas. Actualmente, un estudio más grande dentro del AHS está examinando más a fondo el riesgo de gammapatía monoclonal de significación indeterminada con el uso de plaguicidas específicos.

    En 2011, los investigadores del AHS dieron a conocer un análisis realizado en agricultores que usan el herbicida atrazina, el cual es un tipo de sustancia química conocida como triazina. En este análisis, los agricultores que usaron atrazina con mayor frecuencia tuvieron un riesgo general de cáncer similar a quienes utilizaron el herbicida con menos frecuencia, pero aquellos que tenían las exposiciones más altas tuvieron un riesgo ligeramente mayor de cáncer de tiroides. Sin embargo, el número de casos de cáncer fue demasiado pequeño para que el resultado se considerara concluyente.

    La atrazina causa tumores mamarios en ratas, pero no está clasificada como un carcinógeno en seres humanos. La atrazina es un disruptor endocrino—lo que significa que interfiere con las señales hormonales normales—como se ha demostrado en anfibios, aves y roedores que fueron expuestos a dicha sustancia en altas concentraciones.

    La lista de publicaciones del AHS contiene más información sobre lo que los investigadores han aprendido acerca del cáncer, otros problemas de salud y los factores de riesgo entre los agricultores.

Bibliografía selecta
  1. Koutros S, Alavanja MC, Lubin JH, et al. An update of cancer incidence in the Agricultural Health Study. Journal of Occupational and Environmental Medicine 2010; 52(11):1098–1105. [PubMed Abstract]
  2. Koutros S, Lynch CF, Ma X, et al. Heterocyclic aromatic amine pesticide use and human cancer risk: results from the U.S. Agricultural Health Study. International Journal of Cancer 2009; 24(5):1206–1212. [PubMed Abstract]
  3. Landgren O, Kyle RA, Hoppin JA, et al. Pesticide exposure and risk of monoclonal gammopathy of undetermined significance in the Agricultural Health Study. Blood 2009; 113(25):6386–6391.[PubMed Abstract]
  4. Beane Freeman LE, Rusiecki JA, Hoppin JA, et al. Atrazine and cancer incidence among pesticide applicators in the Agricultural Health Study (1994–2007). Environmental Health Perspectives 2011; online May 27, doi:10.1289/ehp.1103561. [PubMed Abstract]
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