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¿Jugar un poco de videojuegos podría ser bueno para los niños?
Un estudio halló que los niños que jugaban una hora o menos al día eran los mejor ajustados
Traducido del inglés: martes, 5 de agosto, 2014LUNES, 4 de agosto de 2014 (HealthDay News) -- Los niños que pasan un poco de tiempo jugando videojuegos cada día podrían estar mejor ajustados que los que nunca juegan, sugiere un estudio reciente.
Los investigadores hallaron que los niños que jugaban videojuegos durante menos de una hora al día eran más propensos a ser felices, a estar dispuestos a ayudar y a ser emocionalmente estables que los niños que nunca los jugaban, según los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 4 de agosto de la revista Pediatrics.
Pero pasar más de tres horas al día jugando videojuegos tuvo el efecto contrario. Los adictos al videojuego eran más propensos a estar malhumorados, infelices con su vida y a comportarse mal.
De cualquier forma, los padres no deben esperar que los videojuegos tengan muchos efectos sobre el crecimiento emocional de sus hijos adolescentes, apuntó el investigador líder, Andrew Przybylski, psicólogo experimental del Instituto de Internet Oxford, parte de la Universidad de Oxford, en Inglaterra.
Los resultados mostraron que el tiempo que pasaban jugando videojuegos tenían un solapamiento máximo del 1.6 por ciento con el desarrollo social de un niño, ya fuera positivo o negativo.
Es probable que otros factores desempeñen un rol mucho más importante en la salud emocional de un niño, como la estabilidad de la vida familiar, sus relaciones en la escuela y si son pobres o tienen privaciones, concluyeron los investigadores.
"No hay duda de que hay un vínculo con significación estadística, pero el efecto es tan pequeño que los investigadores deben cuestionar si esta relación es importante desde el punto de vista práctico", planteó Przybylski.
Para examinar los efectos tanto positivos como negativos de jugar videojuegos, los investigadores evaluaron los hábitos de jugar videojuegos y el crecimiento emocional de casi 5,000 niños británicos de ambos sexos de 10 a 15 años de edad.
Todos los niños reportaron el número de horas que pasaban cada día jugando videojuegos de consola o de computadora. Los participantes también completaron una serie de cuestionarios para determinar su salud y desarrollo emocional.
Tres de cada cuatro niños británicos juegan videojuegos a diario, descubrieron los investigadores.
No se hallaron efectos en los niños que jugaban entre una y tres horas al día. Tenían más o menos el mismo desarrollo emocional que los niños que nunca los jugaban.
Los niños que jugaban menos de una hora al día tendían a estar más felices con sus vidas, a estar más dispuestos a ayudar y a ser amables con los demás, y eran menos propensos a rumiar los problemas o a comportarse mal, mostró el estudio.
Entre los niños que jugaban más de tres horas ocurrió lo contrario, un hallazgo que refleja los de investigaciones anteriores sobre los videojuegos.
Hay un motivo probable para el impacto positivo que provino de jugar una cantidad mínima de videojuegos, apuntó Przybylski: los niños se divierten.
"Cuando los niños de divierten y juegan, es de esperar que sean felices, ¿no?", planteó.
Otros expertos estuvieron de acuerdo. "Los videojuegos son buenos al desafiar a los jugadores a resolver problemas, y superar esos problemas puede ser muy gratificante", señaló el Dr. Pal Weigle, psiquiatra pediátrico y de adolescentes de Mansfield Center, en Connecticut. "Pueden resultar beneficiosos para enseñar la resolución de problemas y la persistencia".
A un niño que juega algunos videojuegos también podría resultarle más fácil conectar socialmente con sus compañeros de clase que a los que no, añadió Weigle.
"Las amistades con frecuencia se basan en los intereses mutuos", comentó. "Para bien o para mal, la mayoría de los niños pasan un tiempo sustancial jugando videojuegos. Los niños que no juegan videojuegos pueden sentirse excluidos de la conversación".
Weigle anotó que quizá los resultados hallados en el estudio tengan otras explicaciones fuera de los videojuegos.
Por ejemplo, un niño que juega videojuegos menos de una hora al día podría beneficiarse de unos padres cariñosos que están más involucrados y que limitan el tiempo que su hijo pasa frente a la computadora o la televisión. De la misma forma, un adolescente que nunca juega videojuegos podría vivir en un hogar con problemas financieros y mucho estrés.
Los hallazgos respaldan la recomendación de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) de que los padres limiten el tiempo que un niño pasa jugando videojuegos o frente a las pantallas a una hora o menos al día, dijo Weigle.
"Desafortunadamente, eso es muy distinto al uso diario promedio de los niños estadounidenses, que ha sido de un promedio de siete horas de medios electrónicos al día, y dos horas de videojuegos", lamentó.
Przybylski anotó el impacto pequeño que los videojuegos mostraron sobre el crecimiento emocional, y dijo que lo mejor que los padres preocupados que deseen ayudar en el desarrollo de sus hijos pueden hacer es pasar más tiempo con ellos, aunque eso signifique sentarse a jugar videojuegos con ellos.
"Un involucramiento activo, incluso quizá jugar videojuegos con sus hijos, le dará una mejor comprensión y le proveerá con información valiosa sobre por qué su hijo juega y qué sacan de ello", aseguró.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Andrew Przybylski, Ph.D., experimental psychologist, Oxford Internet Institute, Oxford, England; Paul Weigle, M.D., pediatric and adolescent psychiatrist, Mansfield Center, Conn.; September 2014 Pediatrics
HealthDay
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