Las células inmunes podrían ser la causa indirecta del ojo seco
Los investigadores descubrieron que los neutrófilos, las células inmunes que se apresuran a aliviar los ojos inflamados, podrían estar alterando las glándulas humectantes
El Médico Interactivo | 16 - agosto - 2018 11:38 am
Las células inmunes que normalmente protegen los ojos de la infección en realidad podrían estar alterando las glándulas humectantes y causando así el ojo seco, según una investigación liderada por el Duke Eye Center (Estados Unidos).
“Este estudio muestra que algunas formas de disfunción de la glándula de Meibomio (DMG) son enfermedades inflamatorias, y nuestras investigaciones en ratones confirman lo que vemos en las lágrimas de las personas con estas glándulas bloqueadas. Esta vía puede ser un nuevo objetivo para ayudar a tratar a los pacientes que sufren de enfermedad de ojo seco y DMG”, explica la oftalmóloga Preeya K. Gupta, coautora del estudio, publicado en la revista ‘Science Translational Medicine’.
Ya sea provocada por alergias, gafas o la tendencia a parpadear menos mientras se usan ordenadores y otros dispositivos electrónicos, la enfermedad del ojo seco está relacionada con bloqueos en las glándulas de Meibomio, que secretan una especie de aceite cada vez que se pestañea para retener la humedad y mantener el ojo sano.
Los investigadores de Duke descubrieron que los neutrófilos, las células inmunes que se apresuran a aliviar los ojos inflamados, también podrían estar alterando las glándulas humectantes. “Además de proporcionar nuevas estrategias de tratamiento, la presencia de neutrófilos en el ojo podría proporcionar un biomarcador para detectar la enfermedad o medir su gravedad”, añade Daniel R. Saban, autor principal del estudio.
Los neutrófilos se encuentran en muchos tejidos del cuerpo. Por ejemplo, cuando los patógenos como las bacterias llegan al intestino, el ‘ejército’ del sistema inmune, conocido como células T, identifica al invasor y ayuda a reclutar neutrófilos para la ‘batalla’.
“Cuando duermes, los neutrófilos entran en tus lágrimas. No sabemos por qué, pero podrían ser como el camión de la basura, que viene a recoger la basura mientras duermes. Una vez que tus ojos se abren, sin embargo, tus lágrimas se despojan de estas células. Pero en estos pacientes, sus lágrimas contienen muchos neutrófilos incluso durante el día”, detalla el investigador.
Así, tal y como explica Nancy J. Reyes, también participante en la investigación, cuanto más grave es la afección, más neutrófilos están presentes en el ojo. “La correlación entre las glándulas bloqueadas y un número elevado de neutrófilos ha sido incontestable en los estudios de ratones que tenían inflamación ocular por alergia”, ha expuesto.
Además, en las 64 personas cuyas lágrimas se recogieron para el estudio en humanos, los neutrófilos elevados fueron más comunes en personas con DGM severa que también padecían condiciones que causaban inflamación, incluidas alergias, rosácea y enfermedades autoinmunes.
“Los neutrófilos no causan el bloqueo directamente. Están siendo reclutados alrededor de la glándula y cambiando las células glandulares reales, lo que lleva a un mal funcionamiento. Incluso bajo el microscopio, se puede ver que las células glandulares, en lugar de ser regordetas y redondas, han cambiado. Se parecen más a una pasa arrugada que a una uva saludable”, afirma Saban.
Los autores destacan que existen diferentes causas para la DMG, y que no todas pueden estar relacionadas con la inflamación causada por alergias o enfermedades autoinmunes. Por el contrario, puntualizan que no toda la inflamación en el ojo conduce a bloqueos en las glándulas, pero para la mayoría de las personas con DMG y ojo seco, los hallazgos podrían ser una “clave” para tratamientos más efectivos.
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