El uso de la combinación fija de estatinas ofrece un mayor cumplimiento del tratamiento en el manejo de las dislipemas. Además, mejora su administración y reduce los costes de la terapia, reduciendo los efectos adversos.
El tratamiento hipolipemiante con estatinas confiere la mayor reducción del riesgo cardiovascular en pacientes con factores de riesgo o enfermedad aterosclerótica ya establecida. Los beneficios se asocian al descenso absoluto del LDL-C, independiente del nivel previo. Estos fármacos han demostrado que son útiles en la prevención de la enfermedad cardiovascular, como infarto de miocardio, ictus, mortalidad cardiovascular y total.
Los beneficios del tratamiento se manifiestan sobre todo en pacientes que han padecido una enfermedad cardiovascular o con un riesgo cardiovascular alto.
Con respecto a los efectos secundarios, hay que destacar la hepatotoxicidad y miotoxicidad. La elevación de las transaminasas y la aparición de síntomas musculares son la forma de detectarlos, pero los efectos adversos graves son excepcionales y probablemente se asocien a una interacción farmacológica no recomendada. La seguridad de estos fármacos, tanto en prevención primaria como secundaria, es muy alta.

Objetivos marcados en la combinación fija de estatinas

Hay que recordar que el uso de fórmulas combinadas proporciona un mayor descenso de los niveles de LDL, sobre todo en pacientes con cardiopatía isquémica, en los que se logra mejorar los objetivos de reducción de LDL a niveles deseados para disminuir el riesgo de eventos secundarios.
La asociación de una estatina potente con ezetimibe produce una reducción sinérgica del colesterol total a las pocas semanas de tratamiento. Además, logra su objetivo minimizando los molestos efectos colaterales como las mialgias y artralgias. También, el uso de fórmulas combinadas mejora en la adherencia y calidad de vida de los pacientes, tal y como se ha visto en diabetes y en hipertensión arterial.

Menos costes

Otro aspecto a tener en cuenta es el coste del tratamiento, que hoy en día es básico para poder tener un paciente controlado, ya que en muchos casos por temas económicos hay pacientes que abandonan el tratamiento.
Las combinaciones fijas de estatinas favorecen el cumplimiento del tratamiento, mejoran la administración y reducen los costes de la terapia. Por el contrario, ofrecen menos flexibilidad en la dosificación, se expone a algunos pacientes a tratamientos que no requieren y puede haber un aumento de los riesgos de efectos adversos sin beneficios adicionales.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Miguel A. López Garrido, Gustavo A. Cortez Quiroga, Carmen Rus Mansilla, Antonio Lerma Domingo, Manuel J. Sánchez Gil, David Molina Fernández, María Dolores Medina Pérez, Javier Torres Llergo, Francisco Sánchez Jimena; Sissi Ruiz Rodríguez, Damaris Campillo Acosta, Antonio Rivas Mena, Ernesto Rivas Mena, Alfredo Bartolomé Andrés, Rolando Espinosa Pérez y Mirvian Bertha Pino Reyes, de Granadilla de Abona,  y Indalecio Caballero Pérez, María del Carmen Bernal Mill, Juan Tomás Álvarez Jiménez, Gonzalo Piedrola Maroto y Manuel Jesús Menduiña Guillén, de Granada.