Dos estudios hallan que las mamografías de rutina salvan vidas
Un análisis de décadas de un programa de exploración holandés halla un beneficio, incluso ante la mejora en los tratamientos
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_123257.html (*estas noticias no estarán disponibles después del 06/20/2012)Traducido del inglés: jueves, 22 de marzo, 2012
Uno de los programas nacionales de exploración del cáncer de mama de mayor duración del mundo llevó a reducciones significativas y causó daños limitados, como resultados falsos positivos y diagnósticos excesivos, según uno de los dos nuevos estudios.
Otro estudio halló que las mamografías regulares ayudaban a salvar vidas incluso tras ajustar por las mejoras en el tratamiento para el cáncer de mama.
"Estos resultados muestran por qué la mamografía es una herramienta de exploración tan eficaz", señaló una experta de EE. UU., la Dra. Kirstin Byrne, jefa de imágenes de la mama del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York. Byrne no participó en la nueva investigación.
Ambos estudios fueron presentados el miércoles en la Conferencia Europea de Cáncer de Mama en Viena, Austria.
En un estudio, los investigadores analizaron datos recolectados en los primeros veinte años del programa de exploración del cáncer de mama iniciado en los Países Bajos en 1989.
"En comparación con el periodo anterior a la exploración de 1986 a 1988, las muertes por cáncer de mama en las mujeres de 55 a 79 se redujeron en 31 por ciento en 2009", apuntó en un comunicado de prensa de la reunión Jacques Fracheboud, investigador principal del Centro Médico de la Universidad de Erasmo, en Róterdam.
"Hallamos que hubo un cambio significativo en el aumento anual de las muertes por cáncer de mama. Antes del inicio del programa, las muertes aumentaban en 0.3 por ciento cada año, pero después, hubo una reducción anual de 1.7 por ciento", añadió. "Este cambio también coincidió con una reducción significativa en las tasas de cánceres de mama en etapa avanzada cuando fueron detectados por primera vez".
La mayoría de mujeres holandesas se mostraron dispuestas a recibir mamografías con regularidad. En los primeros 20 años del programa de exploración, se enviaron 16.6 millones de invitaciones personales para la exploración del cáncer de mama a 3.6 millones de mujeres de 50 a 75 años (la edad actual de exploración en los Países Bajos). En ese periodo, la aceptación general fue de 80 por ciento, al pasar de 73.5 por ciento en 1990 a 81.5 por ciento en 2009.
En ese periodo, se realizaron 13.2 millones de exámenes para explorar el cáncer de mama en 2.9 millones de mujeres (un promedio de 4.6 exámenes por mujer), que resultaron en 180,000 recomendaciones de remisión, casi 96,000 autopsias, y más de 66,000 diagnósticos de cáncer de mama.
Para una mujer que tuviera 50 años en 1990 y que se hizo 10 exploraciones en 20 años, el riesgo acumulativo de un resultado falso positivo (que se detecte algo que no resulte ser cáncer de mama) era de 6 por ciento.
El diagnóstico excesivo (detección de tumores de mama que nunca se hubieran convertido en un problema) ocurrió en 2.8 por ciento de todos los cánceres de mama diagnosticados en toda la población femenina, y en 8.9 por ciento de los cánceres detectados mediante la exploración.
El estudio también halló que el programa de exploración tenía costos razonables.
"Estamos convencidos de que los beneficios del programa de exploración superan a todos los efectos negativos", señaló Fracheboud
Byrne concurrió en que las estadísticas eran impresionantes. La exploración regular "reduce las muertes en más de 30 por ciento, [con] un daño limitado y costos razonables. Además, los cánceres se detectan en una etapa más temprana, lo que significa no solo una reducción en la mortalidad, sino también en la morbilidad. Quizás la paciente no tenga que recibir quimioterapia, o una mastectomía", anotó.
En el segundo estudio, investigadores holandeses hallaron que incluso tras tomar en cuenta las mejoras en los tratamientos para el cáncer de mama, los programas de exploración con mamografía salvaron un número significativo de vidas.
Los investigadores hallaron que la terapia adyuvante (el tratamiento que se administra en conjunto con una terapia primaria, como la cirugía) redujo las muertes por cáncer de mama en alrededor de 14 por ciento en 2008, en comparación con ningún tratamiento. Sin embargo, también hallaron que la exploración para el cáncer de mama cada dos años redujo las muertes en 15.7 por ciento adicionalmente.
Usando un programa de modelo computarizado, los investigadores calcularon que el tratamiento adyuvante redujo las muertes por cáncer de mama de 67.4 a alrededor de 58 por cada 100,000 mujeres años (años acumulados durante los cuales se siguió a las participantes del estudio). La adición de la exploración en las mujeres de 50 a 75 redujo las muertes aún más, a unas 49 por 100,000 mujeres años. Esto significa que la terapia adyuvante junto con la exploración redujo las muertes en un total de 27.4 por ciento.
Si la exploración se extendiera a las mujeres de 40 a 49, las muertes se reducirían en 5.1 por ciento más, según Rianne de Gelder, estudiante de postgrado e investigadora del Centro Médico de la Universidad de Erasmo.
"La eficacia de la exploración para el cáncer de mama se ha debatido mucho en los dos últimos años. Uno de los argumentos de los críticos es que, dado que las pacientes de cáncer de mama se pueden tratar con tanta eficacia mediante terapia adyuvante, los efectos relativos de la exploración se hacen cada vez más pequeños", explicó de Gelder en un comunicado de prensa de la reunión.
Sin embargo, "nuestro estudio muestra que, incluso ante la presencia de la terapia adyuvante, las mamografías (entre los 50 y los 75) son altamente eficaces en la reducción de las muertes por cáncer de mama, y de hecho, ligeramente más eficaces que el tratamiento adyuvante", planteó. Por ese motivo, "la exploración definitivamente debe continuar en las mujeres de esas edades".
Byrne concurrió, y anotó además que a veces los efectos secundarios nocivos de la quimioterapia hacen que detectar los tumores pronto a través de la mamografía sea incluso más vital. La quimioterapia puede "resultar en una reducción significativa en la calidad de vida", afirmó. "Sin embargo, este estudio muestra que incluso ante la presencia de la terapia adyuvante, las mamografías reducen las muertes por cáncer de mama".
De Gelder y colegas dijeron que aún se necesita más investigación para determinar "la edad ideal para el inicio de la exploración, tomando en cuenta no solo los efectos, sino los riesgos y costos de extender a límites de edad más bajos".
En Estados Unidos, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. planteó en 2009 que las mujeres no inicien la exploración con mamografía hasta los 50, una decisión que desencadenó un debate que aún continúa sobre si las mujeres de 40 a 49 deben hacerse esa prueba. Grupos como la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society) siguen respaldando las mamografías regulares para las mujeres de 40 a 49.
Los hallazgos presentados en reuniones médicas por lo general se consideran preliminares hasta que se publican en una revista revisada por profesionales.
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
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