Para crear terapias más personalizada
Publican dos nuevos catálogos de líneas celulares de tumores humanos
Desde hoy se puede acceder a dos nuevos catálogos de líneas celulares tumorales humanas, de cuyo estudio se derivarán más predicciones genómicas sobre la sensibilidad farmacológica. Las dos colecciones, realizadas por equipos multicéntricos independientes, en los que participa el sector público y el privado, se presentan en la revista Nature.
S. M. B. | 29/03/2012 00:00
El objetivo de la medicina personalizada es encontrar el tratamiento concreto que se acomode a cada paciente, lo que en cáncer implicaría administrar el fármaco dirigido a la diana apropiada en el paciente adecuado. Para conseguir tal grado de personalización no bastan los ensayos clínicos, también se necesita investigar en la biología más básica del proceso oncológico y eso se consigue con modelos de estudio como el de las células en cultivo. Dos trabajos que se publican hoy en la revista Nature aportan sendas bibliotecas de líneas celulares tumorales humanas en las que puede investigarse el efecto de fármacos y moléculas en desarrollo.
Uno de estos trabajos supone la colaboración entre la universidad y la industria, y ha dado lugar a la Enciclopedia de la Línea Celular Tumoral (CCLE). El primer firmante de este trabajo es Jordi Barretina, del laboratorio de Levi Garraway (autor principal del trabajo) en el Instituto Broad de Harvard y el Instituto del Cáncer Dana Farber, en Massachusetts. También ha participado la Fundación de Investigación Novartis. La enciclopedia, de acceso público, se suma a los recursos disponibles que se utilizan para diseñar los ensayos clínicos oncológicos y encontrar nuevos fármacos oncológicos. De hecho, en el estudio se expone que a partir de las líneas celulares incluidas en esta colección han emergido tres nuevos candidatos a biomarcadores de respuesta.
Las líneas celulares tumorales se extraen de los tejidos tumorales y se cultivan en el laboratorio, donde, en las condiciones adecuadas, pueden crecer indefinidamente. Esta inmortalidad facilita su uso en la investigación, aunque también puede convertirse en un obstáculo si las células empiezan a convertirse en entidades diferentes de las células que conforman los tumores y se encuentran influidas por ese entorno. No obstante, en general las líneas celulares tumorales se utilizan como modelo de investigación de los diferentes tipo de tumores primarios, para obtener datos genéticos representativos.
Los científicos utilizan estas líneas para probar las alteraciones genéticas de las que se sospecha un papel en la respuesta terapéutica.
Segunda investigación
En otro trabajo, realizado de forma independiente y que aparece también en Nature, Mathew J. Garnett, del Instituto Sanger Wellcome Trust, en Cambridge (Reino Unido), encabeza la publicación de más de 600 líneas celulares tumorales, en las que se han probado 130 fármacos. Los datos, asimismo, son de acceso público.
El estudio también aporta el hallazgo de nuevas marcas genéticas asociadas a la sensibilidad farmacológica. En concreto, una alteración genómica presente en el sarcoma de Erwing que se asocia con la actividad de los inhibidores de PARP; estos fármacos se convierten así en potenciales terapias para el citado, y raro, cáncer infantil. De igual forma, los artífices del CCLE aportan pruebas sobre una correlación entre el efecto de determinados fármacos y las aberraciones en genes concretos (IGF1R, AHR, NRAS y SLFN11).
Según comenta John Weinstein, del Departamento de Biología Computacional y Bioinformática del Centro del Cáncer Anderson, en Houston, "estos datos sin duda serán utilizados por numerosos investigadores para generar o comprobar sus hipótesis sobre genes, proteínas, vías de señalización, linajes celulares y fármacos, y su valor aumenta por el hecho de que 496 líneas celulares están presentes en ambas colecciones". Weinstein matiza que las condiciones de cultivo celular, los métodos utilizados en los perfiles moleculares y las pruebas farmacológicas difieren en ambos trabajos, pero hay observaciones robustas que coinciden. Con todo, la información aportada puede añadirse a la que ya han aportado otros grupos en este campo.
(Nature 2012; 483: 570-575/603-607).
- Casi 500 líneas celulares se encuentran representadas en las dos colecciones, aunque la metodología difiere, lo que refuerza su valor científico
Las líneas celulares tumorales se extraen de los tejidos tumorales y se cultivan en el laboratorio, donde, en las condiciones adecuadas, pueden crecer indefinidamente. Esta inmortalidad facilita su uso en la investigación, aunque también puede convertirse en un obstáculo si las células empiezan a convertirse en entidades diferentes de las células que conforman los tumores y se encuentran influidas por ese entorno. No obstante, en general las líneas celulares tumorales se utilizan como modelo de investigación de los diferentes tipo de tumores primarios, para obtener datos genéticos representativos.
Los científicos utilizan estas líneas para probar las alteraciones genéticas de las que se sospecha un papel en la respuesta terapéutica.
Segunda investigación
En otro trabajo, realizado de forma independiente y que aparece también en Nature, Mathew J. Garnett, del Instituto Sanger Wellcome Trust, en Cambridge (Reino Unido), encabeza la publicación de más de 600 líneas celulares tumorales, en las que se han probado 130 fármacos. Los datos, asimismo, son de acceso público.
El estudio también aporta el hallazgo de nuevas marcas genéticas asociadas a la sensibilidad farmacológica. En concreto, una alteración genómica presente en el sarcoma de Erwing que se asocia con la actividad de los inhibidores de PARP; estos fármacos se convierten así en potenciales terapias para el citado, y raro, cáncer infantil. De igual forma, los artífices del CCLE aportan pruebas sobre una correlación entre el efecto de determinados fármacos y las aberraciones en genes concretos (IGF1R, AHR, NRAS y SLFN11).
Según comenta John Weinstein, del Departamento de Biología Computacional y Bioinformática del Centro del Cáncer Anderson, en Houston, "estos datos sin duda serán utilizados por numerosos investigadores para generar o comprobar sus hipótesis sobre genes, proteínas, vías de señalización, linajes celulares y fármacos, y su valor aumenta por el hecho de que 496 líneas celulares están presentes en ambas colecciones". Weinstein matiza que las condiciones de cultivo celular, los métodos utilizados en los perfiles moleculares y las pruebas farmacológicas difieren en ambos trabajos, pero hay observaciones robustas que coinciden. Con todo, la información aportada puede añadirse a la que ya han aportado otros grupos en este campo.
(Nature 2012; 483: 570-575/603-607).
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