psicoterapia y farmacopea
El niño con TDAH requiere un abordaje multidisciplinar
Atender a todos los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y realizar un abordaje que incluya todas las terapias necesarias y el apoyo de facultativos, profesores y familiares, es esencial para el éxito del tratamiento, según Margaret Weiss.
Isabel Gallardo Ponce | 07/03/2012 00:00
Margaret Weiss, psiquiatra y autora de la escala Wfirs. (Luis Camacho)
- "Los médicos han asumido que si los síntomas desaparecen el resto de dificultades funcionales también lo harán y eso no ocurre siempre"
"Cuando realizamos los protocolos nacionales en Canadá creímos que sería importante unir las perspectivas de pacientes y de facultativos. Así que usamos varias escalas para medir el TDAH, otros trastorno, y su capacidad en términos de lectura, comportamiento, familia, amigos, actividades cotidianas y otras de alto riesgo", ha explicado Weiss sobre su escala.
Weiss ha finalizado un trabajo con dos años de seguimiento en el que los niños con TDAH recibían tratamiento farmacológico y habilidades para el comportamiento adaptativo. "Las actividades dirigidas, es decir, si hay que recordarle al niño que se lave los dientes o lo hace solo, puntuaron por debajo del 50 por ciento, tanto si se les avisaba como si no, en un nivel similar al de niños con un retraso en el desarrollo". Las tareas del hogar recibieron una puntuación muy baja. Por ello, según Weiss, es necesario apoyar a padres y a pacientes a superar estos comportamientos. "Para los déficits residuales es importante dar educación que les ayude a afrontar las dificultades".
Situación ideal
El abordaje más correcto del trastorno sería atender a los aspectos famacológicos y psicoterapéuticos del tratamiento, así como asegurar un apoyo a largo plazo para "desarrollarse mentalmente, enfrentarse con tareas de la vida diaria, en los momentos de crisis, además de analizar si existen problemas de aprendizaje o sociales, si abusan otros niños de ellos".
- Más de la mitad de los niños con TDAH no reciben ni un diagnóstico ni un tratamiento y son etiquetados como 'malos' y 'vagos'
La implicación escolar y las adaptaciones curriculares ayudan en la evolución de los niños con TDAH, que empiezan a recibir programas educativos individuales en los que se incluye la opción de realizar los deberes en el colegio, añadir tiempo a los exámenes, y si no pueden escribir -el 75 por ciento de los pacientes tiene dificultades- contar con una persona que escriba por ellos o realizarlos de forma oral. Así se reducen las diferencias en el desempeño académico.
Falta de tratamiento
Aunque el abordaje ha mejorado mucho, "más de la mitad de los niños no reciben ni diagnóstico ni tratamiento y se les etiqueta en su familia y en el colegio como malos y vagos, con el consiguiente daño para su autoestima. Por otro lado, a menudo son víctimas de abuso paterno, de bullying escolar, y son castigados en el colegio o expulsados de él". En los primeros años escolares aparecen dificultades en la relación con los demás; en la adolescencia y primeros años de la vida adulta están más expuestos a las drogas, comienzan a conducir y a vivir de forma autónoma, lo que supone factores de riesgo de vida y muerte. De ahí la necesidad de reconocer la importancia del TDAH en esos años y hasta los 18 y los 25 años. Todo el énfasis del tratamiento se ha centrado en lo que molesta al padre y los profesores y no en el peligro que representa para el niño".
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