Identifican un mecanismo nuevo relacionado con la depresión
(02/03/2012) - E.P.
Profundizar en el conocimiento de los astrocitos podría facilitar la apertura de nuevas vías en la búsqueda de terapias contra la depresión
Investigadores del Instituto Karolinska, en Suecia, han logrado curar los problemas de memoria que presentaban modelos experimentales 'deprimidos' proporcionándoles dosis de D-serina, una sustancia segregada por los astrocitos. Este experimento les ha permitido analizar la menor plasticidad que presenta un cerebro deprimido, que lleva a un peor funcionamiento de estas células soporte de las neuronas.
El equipo de Mia Lindskog, bióloga y profesora adjunta del Departamento de Neurociencia del Instituto Karolinska, emplearon en su estudio modelos de laboratorio especialmente alimentados para que presenten una disposición a la 'depresión'. Estos sujetos fueron sometidos primero a dos test para confirmar que tenían síntomas característicos de la depresión humana.
En el primer test analizaron la memoria exponiéndoles en repetidas ocasiones a diferentes objetos y en el segundo, se valoró su nivel de apatía liberándoles en un contenedor con agua y observando si permanecían flotando o por el contrario, trataban de salir. En ambos casos, se les comparó con sujetos normales y se confirmaron tanto los desórdenes de memoria y la apatía.
Después los investigadores les inyectaron D-serina, una sustancia que mejoró su memoria, pero no tuvo efectos sobre la apatía. Según ha explicado Lindskog, "hemos mostrado que hay dos síntomas que pueden verse influenciados independientemente el uno del otro, lo que significa que pueden tratarse en tandem en pacientes con depresión".
Los autores estudiaron también la actividad sináptica en el hipocampo, con un importante papel en la memoria. Descubrieron que existe un grado mucho mayor de actividad sináptica en los cerebros de sujetos deprimidos que en los de los del grupo de control.
Sin embargo, cuando intentaron aumentar el nivel de transmisión de señal, vieron que el cerebro de los sujetos deprimidos no respondía, lo que indica que presentaba una menor plasticidad que les hacía incapaces de incrementar la actividad neuronal cuando lo necesitaban, a diferencia del cerebro de los individuos sanos. Cuando las muestras cerebrales se empapaban en D-serina, la plasticidad del cerebro deprimido mejoraba.
Lindskog reconoce que no existen muchos conocimientos sobre los astrocitos, pero intuyen que podrían desempeñar una función muy importante en el cerebro. La D-serina no atraviesa la barrera hematoencefálica demasiado bien, por lo que no sería un candidato adecuado en el que basar el desarrollo de un fármaco. Pero el mecanismo que han identificado, por el cual es posible incrementar la plasticidad y mejorar la memoria, es una ruta factible que se podría alcanzar de una manera que no implique a la D-serina", concluye.
El equipo de Mia Lindskog, bióloga y profesora adjunta del Departamento de Neurociencia del Instituto Karolinska, emplearon en su estudio modelos de laboratorio especialmente alimentados para que presenten una disposición a la 'depresión'. Estos sujetos fueron sometidos primero a dos test para confirmar que tenían síntomas característicos de la depresión humana.
En el primer test analizaron la memoria exponiéndoles en repetidas ocasiones a diferentes objetos y en el segundo, se valoró su nivel de apatía liberándoles en un contenedor con agua y observando si permanecían flotando o por el contrario, trataban de salir. En ambos casos, se les comparó con sujetos normales y se confirmaron tanto los desórdenes de memoria y la apatía.
Después los investigadores les inyectaron D-serina, una sustancia que mejoró su memoria, pero no tuvo efectos sobre la apatía. Según ha explicado Lindskog, "hemos mostrado que hay dos síntomas que pueden verse influenciados independientemente el uno del otro, lo que significa que pueden tratarse en tandem en pacientes con depresión".
Los autores estudiaron también la actividad sináptica en el hipocampo, con un importante papel en la memoria. Descubrieron que existe un grado mucho mayor de actividad sináptica en los cerebros de sujetos deprimidos que en los de los del grupo de control.
Sin embargo, cuando intentaron aumentar el nivel de transmisión de señal, vieron que el cerebro de los sujetos deprimidos no respondía, lo que indica que presentaba una menor plasticidad que les hacía incapaces de incrementar la actividad neuronal cuando lo necesitaban, a diferencia del cerebro de los individuos sanos. Cuando las muestras cerebrales se empapaban en D-serina, la plasticidad del cerebro deprimido mejoraba.
Lindskog reconoce que no existen muchos conocimientos sobre los astrocitos, pero intuyen que podrían desempeñar una función muy importante en el cerebro. La D-serina no atraviesa la barrera hematoencefálica demasiado bien, por lo que no sería un candidato adecuado en el que basar el desarrollo de un fármaco. Pero el mecanismo que han identificado, por el cual es posible incrementar la plasticidad y mejorar la memoria, es una ruta factible que se podría alcanzar de una manera que no implique a la D-serina", concluye.
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