Una variación genética en asiáticos explica la resistencia a ciertos fármacos contra el cáncer
(22/03/2012) - E.P.
La solución se encuentra en una nueva clase de medicamentos llamados BH3 miméticos
Un equipo de investigación multinacional, dirigido por científicos de la Universidad de Duke, ha identificado la razón sobre por qué algunos pacientes no responden a algunos de los medicamentos contra el cáncer, publicando su investigación en Nature Medicine.
Los inhibidores de la tirosina quinasa (ITQ) trabajan de manera efectiva, en la mayoría de los pacientes, para luchar contra ciertos tipos de cáncer de las células sanguíneas, como la leucemia mielógena crónica (LMC), y el cáncer de pulmón con mutaciones en el gen EGFR. Estos medicamentos dirigidos cierran las vías moleculares que mantienen a estos tipos de cáncer.
Ahora, el equipo de la Escuela Médica de Duke, en Singapur, en colaboración con el Instituto del Genoma de Singapur, el Hospital General y el Centro Nacional del Cáncer de Singapur, ha descubierto que existe una variación común del gen BIM en personas con ascendentes de Asia Oriental, que contribuye al fracaso, en algunos pacientes, de estos fármacos inhibidores de la tirosina quinasa.
Los autores han podido determinar, a nivel celular, cómo la variante del gen BIM causa resistencia a los ITQ, y por ello han sido capaces de diseñar una estrategia para superarla, afirma S. Tiong Ong, autor principal del estudio, y profesor asociado en Duke.
La solución se encuentra en una nueva clase de medicamentos, llamados BH3 miméticos explica Ong, "cuando estos medicamentos se agregan a la terapia con ITQ, en experimentos realizados en células cancerosas con la variante del gen BIM, se consiguió superar la resistencia conferida por el gen. El siguiente paso del estudio ha sido el ensayo clínico con pacientes.
Según el doctor Yijun Ruan, autor principal de este estudio, se utilizó un enfoque de secuenciación del genoma para buscar los cambios estructurales específicos en el ADN de las muestras de los pacientes; y esto ayudó al descubrimiento de la variante de este gen del este asiático.
La mayor importancia del hallazgo es que este mismo principio puede aplicarse a otras poblaciones, afirma el doctor Patrick Casey, quien añade que estos resultados subrayan la importancia de aprender todo lo que se pueda acerca de las vías del cáncer, las mutaciones, y los tratamientos que funcionan para distintos tipos de individuos; solo así se podrá personalizar el tratamiento del cáncer y, en última instancia, controlar la enfermedad.
Ong concluye que los BH3 miméticos ya están siendo estudiados en ensayos clínicos, en combinación con la quimioterapia, y tenemos la esperanza de que ayuden a superar esta forma de resistencia a los ITQ en pacientes con LMC y cáncer de pulmón con mutaciones en el gen EGFR.
Los inhibidores de la tirosina quinasa (ITQ) trabajan de manera efectiva, en la mayoría de los pacientes, para luchar contra ciertos tipos de cáncer de las células sanguíneas, como la leucemia mielógena crónica (LMC), y el cáncer de pulmón con mutaciones en el gen EGFR. Estos medicamentos dirigidos cierran las vías moleculares que mantienen a estos tipos de cáncer.
Ahora, el equipo de la Escuela Médica de Duke, en Singapur, en colaboración con el Instituto del Genoma de Singapur, el Hospital General y el Centro Nacional del Cáncer de Singapur, ha descubierto que existe una variación común del gen BIM en personas con ascendentes de Asia Oriental, que contribuye al fracaso, en algunos pacientes, de estos fármacos inhibidores de la tirosina quinasa.
Los autores han podido determinar, a nivel celular, cómo la variante del gen BIM causa resistencia a los ITQ, y por ello han sido capaces de diseñar una estrategia para superarla, afirma S. Tiong Ong, autor principal del estudio, y profesor asociado en Duke.
La solución se encuentra en una nueva clase de medicamentos, llamados BH3 miméticos explica Ong, "cuando estos medicamentos se agregan a la terapia con ITQ, en experimentos realizados en células cancerosas con la variante del gen BIM, se consiguió superar la resistencia conferida por el gen. El siguiente paso del estudio ha sido el ensayo clínico con pacientes.
Según el doctor Yijun Ruan, autor principal de este estudio, se utilizó un enfoque de secuenciación del genoma para buscar los cambios estructurales específicos en el ADN de las muestras de los pacientes; y esto ayudó al descubrimiento de la variante de este gen del este asiático.
La mayor importancia del hallazgo es que este mismo principio puede aplicarse a otras poblaciones, afirma el doctor Patrick Casey, quien añade que estos resultados subrayan la importancia de aprender todo lo que se pueda acerca de las vías del cáncer, las mutaciones, y los tratamientos que funcionan para distintos tipos de individuos; solo así se podrá personalizar el tratamiento del cáncer y, en última instancia, controlar la enfermedad.
Ong concluye que los BH3 miméticos ya están siendo estudiados en ensayos clínicos, en combinación con la quimioterapia, y tenemos la esperanza de que ayuden a superar esta forma de resistencia a los ITQ en pacientes con LMC y cáncer de pulmón con mutaciones en el gen EGFR.
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