SEGURIDAD | Error con el placebo
Escándalo por una píldora anticonceptiva defectuosa en Canadá
- Los medios canadienses informan de decenas de embarazos no deseados
- Las afectadas llevarán a la compañía a los tribunales
- Las autoridades sanitarias también han recibido numerosas críticas
Creían que la píldora que tomaban las protegía frente a un embarazo no deseado. Pero algo falló en la fabricación del fármaco y hoy esperan un hijo. Aunque parezca el argumento de un telefilme, esta historia es real y ha supuesto todo un escándalo en Canadá.
Según publica la prensa del país, al menos 60 mujeres afectadas (de las cuales 40 estarían embarazadas y otras cuatro se habrían sometido a un aborto) ya han anunciado medidas legales contra la compañía farmacéutica responsable, aunque el litigio podría salpicar también a las autoridades públicas.
Todo comenzó el pasado 3 de abril, cuando Apotex, la empresa responsable del anticonceptivo Alysena 28, pidió la retirada de 50.000 cajas del fármaco tras haber descubierto que, por error, este lote contenía 14 pastillas de placebo, en lugar de las siete que son habituales.
Para evitar la distribución de las cajas defectuosas, la compañía utilizó un tipo de alerta que, en Canadá, permite advertir a las distribuidoras y las farmacias sin que el aviso se haga extensivo al público.
Sin embargo, cinco días después de esa advertencia, las autoridades sanitarias canadienses elevaron la alerta al primer nivel (el que se utiliza cuando se produce un incidente urgente y que puede tener consecuencias sanitarias) y pidieron los farmacéuticos que se pusiesen en contacto con las mujeres que habitualmente adquirían la citada píldora.
Con el objeto de evitar que las mujeres pierdan el hábito de tomar una pastilla anticonceptiva diaria, muchas presentaciones de los anticonceptivos añaden a las 21 píldoras que son necesarias para garantizar una protección durante todo el ciclo, otras siete que no tienen ningún efecto y que la usuaria debe tomar en la semana en la que tendrá la menstruación. Sin embargo, tomar un placebo durante dos semanas en lugar de una, como podrían haber hecho muchas mujeres canadienses, supone en la práctica perder toda la protección que confieren los anticonceptivos.
Por si este embrollo de alertas sanitarias no fuera suficiente, apenas unos días después de que Sanidad tomara cartas en el asunto, Apotex volvió a pedir la retirada de otros 11 lotes de Alysena 28 por "precaución", mientras comenzaba a investigar lo que ha denominado un "error de empaquetado". De momento, ha asegurado la empresa, no hay evidencias de que estén afectadas más allá de las 50.000 cajas defectuosas descubiertas en un primer momento.
El escándalo ya ha salpicado a las autoridades sanitarias canadienses, que han sido acusadas por profesionales y asociaciones civiles de actuar de forma tardía e irresponsable. Los titulares de la cartera de Sanidad, por su parte, se escudan en que era responsabilidad de la empresa utilizar la alerta adecuada y que actuaron de forma precisa en cuanto tuvieron conocimiento del problema. Por otro lado, ya han iniciado una investigación para averiguar los muchos flecos que aún quedan por dilucidar en el proceso.
Según publica la prensa del país, al menos 60 mujeres afectadas (de las cuales 40 estarían embarazadas y otras cuatro se habrían sometido a un aborto) ya han anunciado medidas legales contra la compañía farmacéutica responsable, aunque el litigio podría salpicar también a las autoridades públicas.
Todo comenzó el pasado 3 de abril, cuando Apotex, la empresa responsable del anticonceptivo Alysena 28, pidió la retirada de 50.000 cajas del fármaco tras haber descubierto que, por error, este lote contenía 14 pastillas de placebo, en lugar de las siete que son habituales.
Para evitar la distribución de las cajas defectuosas, la compañía utilizó un tipo de alerta que, en Canadá, permite advertir a las distribuidoras y las farmacias sin que el aviso se haga extensivo al público.
Sin embargo, cinco días después de esa advertencia, las autoridades sanitarias canadienses elevaron la alerta al primer nivel (el que se utiliza cuando se produce un incidente urgente y que puede tener consecuencias sanitarias) y pidieron los farmacéuticos que se pusiesen en contacto con las mujeres que habitualmente adquirían la citada píldora.
Con el objeto de evitar que las mujeres pierdan el hábito de tomar una pastilla anticonceptiva diaria, muchas presentaciones de los anticonceptivos añaden a las 21 píldoras que son necesarias para garantizar una protección durante todo el ciclo, otras siete que no tienen ningún efecto y que la usuaria debe tomar en la semana en la que tendrá la menstruación. Sin embargo, tomar un placebo durante dos semanas en lugar de una, como podrían haber hecho muchas mujeres canadienses, supone en la práctica perder toda la protección que confieren los anticonceptivos.
Por si este embrollo de alertas sanitarias no fuera suficiente, apenas unos días después de que Sanidad tomara cartas en el asunto, Apotex volvió a pedir la retirada de otros 11 lotes de Alysena 28 por "precaución", mientras comenzaba a investigar lo que ha denominado un "error de empaquetado". De momento, ha asegurado la empresa, no hay evidencias de que estén afectadas más allá de las 50.000 cajas defectuosas descubiertas en un primer momento.
El escándalo ya ha salpicado a las autoridades sanitarias canadienses, que han sido acusadas por profesionales y asociaciones civiles de actuar de forma tardía e irresponsable. Los titulares de la cartera de Sanidad, por su parte, se escudan en que era responsabilidad de la empresa utilizar la alerta adecuada y que actuaron de forma precisa en cuanto tuvieron conocimiento del problema. Por otro lado, ya han iniciado una investigación para averiguar los muchos flecos que aún quedan por dilucidar en el proceso.
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