NEUROLOGÍA | Síndromes infantiles
Descubren dos genes causantes de las epilepsias más graves
- Servirá para conocer mejor síndromes como el de Lennox Gastaut
- Un tercio de los pacientes epilépticos no tienen tratamiento posible
Algunos tipos graves de epilepsia infantil, que aparecen en los primeros años de vida y suelen ir acompañados de retraso cognitivo, siguen siendo un misterio para la ciencia. Un amplio estudio internacional liderado desde EEUU acaba de descubrir un puñado de genes que podría estar en el origen de la enfermedad.
Dos de estos raros síndromes (los espasmos infantiles y el síndrome de Lennox Gastaut) han centrado la investigación del consorcio Epi4K, cuyas conclusiones publica el último número de la revista 'Nature'. Gracias a la secuenciación del genoma de 4.000 niños con epilepsia y sus padres (no afectados) ha sido posible acumular suficiente información acerca de estas epilepsias poco frecuentes y sin tratamiento hoy en día.
Más de 150 científicos de 40 instituciones científicas de tres continentes han hecho posible este hallazgo, que abre la puerta a disponer algún día de algún fármaco dirigido contra los errores genéticos descubiertos.
Concretamente, el consorcio dirigido por Daniel Lowenstein, de la Universidad de California (EEUU), ha descubierto 25 mutaciones ubicadas en nueve genes. De ellos, dos son completamente nuevos y nunca antes se habían relacionado con la epilepsia (GABRB3 y ALG13), aunque uno de ellos sí se había relacionado con anterioridad con el autismo.
Nuevas mutaciones
La mayoría de niños con estas encefalopatías epilépticas no tiene antecedentes en su familia, por lo que los científicos sospechaban que el origen de estas epilepsias debería estar en las llamadas mutaciones 'de novo', es decir, no heredadas de sus padres. Por ello, y con la ayuda de miles de individuos sanos como grupo control, el consorcio analizó el exoma de las 4.000 familias. Es decir, el 2% activo de nuestro genoma, en el que se encuentran los cerca de 25.000 genes productores de proteínas.Este análisis masivo permitió identificar 439 mutaciones en los niños diagnosticados con ambas epilepsias graves; 181 de los pequeños tenían al menos uno de estos errores genéticos. La atención se centró en los nueve de los genes que albergaban estas mutaciones con mayor frecuencia en la muestra. El proyecto tiene una financiación de 25 millones de dólares de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU.
De los nueve, cinco ya se habían relacionado con anterioridad con estas encefalopatías epilépticas, dos más podrían deberse a una coincidencia, pero los autores centraron toda su atención en los dos restantes ALG13 y GABRB3.
Éste es la primera vez que se relaciona con estas formas de epilepsia (aunque se conocía su implicación en el síndrome de Angelman, un tipo de retraso en el desarrollo) y los autores aseguran que se trata del gen asociado a la epilepsia más determinante de los hallados hasta la fecha.
"Un tercio de nuestros pacientes con epilepsia no disponen en la actualidad de ningún tratamiento posible", señala Lowenstein, "por lo que la idea de pensar en fármacos dirigidos contra esos defectos genéticos, en lugar de tratamientos inespecíficos que actúen sobre todo el cerebro es algo muy atractivo". Aunque eso sí, a pesar de su optimismo, añade a continuación una nota de cautela: "Aún queda mucho que hacer".
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